En defensa del proceso revolucionario en Venezuela (III)

Apuntes para la elaboración de una estrategia revolucionaria, bolivariana y socialista en tiempos de traición.

El modo de producción esclavista: Es una sociedad de clases igualmente emanada de la sociedad originaria decadente. Su fundamento económico lo constituye la propiedad privada de los amos de esclavos sobre los medios sociales de producción y sobre los propios productores, los esclavos, quienes son considerados como 'medios de producción parlantes' (Aristóteles los llamó 'herramientas parlantes'). Con el modo de producción esclavista emerge una especie de organización y administración 'estadal' como instrumento de control y opresión de los productores-esclavos.


El modo de producción feudal: Sociedad de clases basada en la propiedad privada de los medios sociales de producción, que emana de la sociedad esclavista, o también de la sociedad originaria. Su fundamento económico lo constituye la propiedad privada de los señores feudales (clero & nobleza) sobre el medio social de producción principal, la tierra, y la propiedad parcial sobre los productores mismos (siervos).


El modo de producción capitalista: Sociedad de clases emanada del feudalismo y basada en la propiedad privada de los medios sociales de producción en manos de la burguesía o clase capitalista, y la subsiguiente explotación de la clase trabajadora, forzada a vender su fuerza de trabajo ya que no dispone de ningún otro sustento de vida. El capitalismo se caracteriza por múltiples contradicciones como por ejemplo el desarrollo vertiginoso de sus fuerzas productivas bajo unas posibilidades de consumo principalmente limitadas; el carácter eminentemente social de la producción bajo la apropiación privada de la inmensa riqueza generada; y la anarquía de la producción en general mientras que existe una minuciosa planificación de la producción dentro de las empresas particulares.
El modo de producción socialista: Se concibe como el producto de la revolución socialista que se supone debe acabar con el capitalismo como modo de producción dominante a escala mundial. El socialismo es entendido como la primera fase del comunismo y en este sentido constituiría una sociedad de transición hacia una sociedad radicalmente nueva, sin clases ni rasgos algunos de lo que caracteriza, en lo económico, político, social y cultural, a la sociedad capitalista. Basado en la propiedad colectiva de los medios sociales de producción y bajo la 'dictadura1 de la mayoría (proletariado) sobre la minoría (clase capitalista destituida), el socialismo prepararía la superación de la división del trabajo en trabajo manual-físico-industrial y trabajo intelectual, y con ello, de la alienación humana. La vida socialista se regiría según los principios de una consciente planificación social de la producción, de la mano con la asociación libre, cooperación solidaria y ayuda mutua entre los productores. Se caracterizaría por el cese de la producción de mercancías destinadas a la venta en el mercado, y en su lugar reaparecería la producción de Valores de uso' destinados al uso o consumo inmediato y directo, y no para el mercado. El socialismo sentaría las bases y crearía las condiciones objetivas y subjetivas para el comunismo.
El comunismo: Concebido como una sociedad sin clases basada en la propiedad colectiva de los medios sociales de producción, como en la libre asociación de los productores bajo pleno desarrollo de las fuerzas productivas y abundancia de recursos. Esto, a la vez, son las precondiciones para el pleno desarrollo de las potencialidades humanas, su plena realización como verdadero ser humano en y mediante la humanización de la naturaleza y la naturalización del ser humano.
Revolución social

Si las relaciones de producción (recordemos que se trata de relaciones de propiedad) de un modo de producción dado, empiezan a convertirse en trabas para el desarrollo más amplio de las fuerzas productivas, comienza una época de revolución social. Si esta fracasa en su tarea de sustituir el orden social dado con otro orden social nuevo, más desarrollado, las fuerzas productivas terminarán de convertirse en fuerzas destructivas lo que conduce a que la sociedad entera perezca con todas sus clases sociales. Al concebir lo económico como relaciones entre personas y clases sociales y al vincular lo económico con lo social-revolucionario, la economía política marxista resulta ser una ciencia social con un punto de partida clasista, revolucionario y progresista.


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José Antonio Velásquez Montaño


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