Históricamente las revoluciones las han hecho los pueblos, desde las épocas más remotas de la humanidad ha sido así, si no revisemos la historia.
Decimos esto a propósito de unos comentarios del Comandante Presidente Chávez en los cuales refiriéndose al golpe en Honduras y los hechos del 13 de abril 2002 señala que una de las diferencias es que el tenía a “sus soldados”. Antes menciona al pueblo pero insistió en que fueron sus soldados quienes hicieron posible su retorno en escasas horas al poder en aquellas aciagas horas.
Verdaderamente que sorprende que a estas alturas nuestro Comandante le de preponderancia al papel de las FF AA sobre el papel del pueblo en la Revolución Bolivariana, que conste que no negamos la importancia que para nuestro proceso ha tenido y tendrán los militares.
Debe tenerse presente siempre que los soldados son el pueblo y que al analizar en profundidad los hechos del 13 abril 2002 fue la conjunción pueblo-soldados lo que hizo posible un retorno casi inmediato del Presidente Chávez.
Dijimos, en aquellos momentos, que si el pueblo no sale a la calle, de la manera masiva en que salió y con la claridad y firmeza para definir la balanza a favor del proceso bolivariano, los soldados y los mandos medios de la FF AA (parte del pueblo mismo) habrían tenido serias dificultades para actuar de la manera en que lo hicieron.
Es muy difícil comparar lo que ha ocurrido en Honduras con el caso venezolano, recordemos que este hermano pueblo centroamericano ha sido por décadas víctima del coloniaje estadounidense, mientras que nuestro aguerrido pueblo desde la década de los 60 ha luchado contra la oligarquía que gobernaba estas tierras.
La soldadesca de Chávez si no tiene detrás, y para ser más exactos delante, al pueblo que tiene no tendría la capacidad que el líder de la revolución Bolivariana le reconoce hoy.
Nos atrevemos a sentenciar que este es otro gran peligro al que se enfrenta nuestro proceso. Es necesario profundizar un proceso fundamentado en el pueblo para que la revolución pueda avanzar o se corre el peligro de estar distanciándonos de la esencia revolucionaria en lo que en estos últimos 10 años hemos hecho.
Carlos Luna
carloslunarvelo@hotmail.com
