La asamblea de ayer Sábado 21 de noviembre de 2009 en el Poliedro, El primer Congreso extraordinario para la refundación del PSUV fue algo realmente decepcionante, un monologo del presidente Chávez increpando a todos los presentes para que busquen a los 7 millones de supuestos aspirantes a militantes que se inscribieron en el primer operativo y que no aparecen donde quiera que estén, que remuevan las piedras si es necesario pero que los encuentren para en el momento oportuno que estén listos para votar por nuestros candidatos. De la estructura del partido, del perfil del militante, de la manera de evitar la infiltración de elementos perversos no se hablo absolutamente nada, no se hablo de la corrupción ni de la incapacidad de muchos burócratas para materializar las promesas y compromisos que él contrajo con el pueblo. Solo se insistió en que había que conseguir a los siete millones que deben estar en alguna parte…Quedo patente que el presidente Chávez solo concibe al PSUV como una maquinaria electorera. Es una verdadera lástima. Por otra parte, el presidente sabe muy bien que los delegados escogidos son parte de las maquinarias individuales que cada gobernador y cada alcalde del oficialismo poseen y que nuevamente ha sido imposible abrirle paso a nuevos camaradas, nuevos liderazgos que estén al margen del poder constituido. La derecha endógena esta vivita y coleando más fuerte que nunca.
Pareciera que esta vez tampoco se ha podido evitar que estos líderes que ya ocupan cargos de elección popular sigan teniendo el poder sobre el partido y lo ejerzan a de manera exclusiva e impidiendo que el partido los pueda auditar. Se ha intentado muchas veces sustituir a estos líderes aferrados al poder por otros que no sean tan capaces de disputarle el liderazgo al presidente Chávez, el único líder. La idea original de nombrar propulsores de batallones y realizar asambleas de 300 aspirantes para elegir voceros, comisionados y delegados fue un mecanismo con el cual se aspiraba a impulsar a una buena cantidad de “nuevos líderes”. A estos futuros voceros les costó mucho establecer un liderazgo ya que los 300 aspirantes se les impusieron de una manera artificial. Se les entregaron unas listas de 300 aspirantes a los cuales no conocían, salvo raras excepciones. Esto no funcionó porque en la realidad solo participaron en las asambleas de batallones los camaradas que siempre habían hecho vida dentro del MVR y los “nuevos” siempre fueron relegados a un papel de observadores mudos hasta que se fueron cansando y se desincorporaron paulatinamente. Es por eso que el presidente hace tanta insistencia en que hay que buscarlos e integrarlos de nuevo.
La improvisación ha estado patente y permanentemente en todo lo referente a la conformación del Partido Único. Nunca se explico con qué criterio se escogieron a los propulsores para garantizar su idoneidad ya que las tareas que se les asignaran serian bastante exigentes. Basta analizar la metodología escogida para propulsar el Partido Único para darse cuenta cual es la intención. Lo de los propulsores solo tenía el propósito de evitar que las estructuras de los partidos como el MVR o lo que quede de los otros pudieran de alguna manera reorganizarse y tomar el control del nuevo partido en sus áreas de influencia locales. La otra estrategia seria apoderarse de las bases y controlarlas directamente a través de las plenarias y los lineamientos transmitidos directamente por Chávez mediante sus alocuciones. El resultado primario seria que los propulsores tomarían distancia de los líderes originarios del MVR y se embochincharían utilizándolos después en contra de las estructuras del viejo partido. Ni siquiera se utilizarían las sedes locales del partido, para evitar de esta manera que los dirigentes actuales las utilicen como bases en su lucha por mantenerse en su estatus dentro del partido MVR. Todo esto falló estrepitosamente, los viejos zorros, los caudillos locales del partido nunca perdieron el control de la maquinaria electoral y pasaron íntegramente a controlar el PSUV en sus respectivas localidades.
En Marzo del 2007 fue el discurso del inicio de la construcción del Partido Único. Para el 27 de Septiembre se fijo la elección de los voceros de los batallones y una semana después se eligieron a los delegados de las circunscripciones socialistas, la juramentación fue el Poliedro pocos días después. Tan pronto como Chávez percibiera que el liderazgo del MVR se trasplantó intacto al organismo naciente del PSUV pareciera que perdió el entusiasmo y paralizó en seco lo referente a la conformación del congreso fundacional que debería haberse instalado en Septiembre y haber debatido hasta Diciembre tal como lo especificaba la planificación que se difundiera con el material de apoyo.
Justo cuando todos creíamos que se instalaría el Congreso Fundacional, de pronto el Presidente, a través de los medios y como siempre, sin ningún tipo de consulta con las bases, los voceros, delegados o los batallones, participó que la nueva batalla era la aprobación de la Reforma de la Constitución, que dejáramos lo del PSUV a un lado, por ahora. Por supuesto que el utilizo las vías de comunicación pre-existentes con los líderes locales del “extinto MVR” que en su mayoría eran y siguen siendo las autoridades constituidas; los gobernadores y alcaldes, para canalizar las instrucciones y los “recursos” necesarios para la logística asociada a todas las concentraciones y demás actividades relacionadas con unas elecciones.
A pesar de todo el esfuerzo infructuoso, el referendo resulto un fracaso debido entre otras cosas a que el pueblo había ido perdiendo el entusiasmo, en gran medida porque no veía los resultados esperados del proceso y que muchas de las promesas no se habían materializado.
La propaganda terrorista de los medios de comunicación privados sembraron el terror incluso entre los camaradas, con el cuento de que les iban a quitar los hijos, los negocios y mil imbecilidades mas. La escasa o nula formación política de los camaradas les hizo caer en la trampa fácilmente. La burguesía, las clases dominantes de comerciantes y empresarios, que son sin duda los que han estado sacando el mayor provecho al crecimiento económico y recibiendo la mejor tajada, por supuesto que votaron en contra de la reforma constitucional.
Después del fracaso del 7 de Diciembre del 2007, otra vez se intentó la conformación del PSUV a marchas forzadas y sin ningún tipo de previsiones ni planificación. Se fijo la instalación del Congreso fundacional para el día sábado 12 de enero del 2008. La primera sesión fue muy representativa de lo que ha sido hasta ahora la conformación del PSUV un derroche de improvisación. Se suponía que esta sería una asamblea donde más de mil seiscientos delegados recibirían los primeros lineamientos.. Se esperaba recibir los documentos borradores con las propuestas que servirían de orientación y fundamento para el trabajo a realizar en dicho congreso fundacional. Este Congreso seria en teoría el útero donde se engendraría el PSUV.
Lo acontecido ese día no tuvo mucho que ver con lo que se esperaba, ya que en el lugar de reunión, un cuartel, se encontraban una gran cantidad de personas inesperadas para los delegados. Estaba casi lleno con los invitados entre los cuales se encontraban las eternas estrellas políticas de este tipo de actividades, personas que no tenían nada que ver con los aspirantes, que no representaban a batallones ni circunscripciones, invitados de otros países y en fin todo un espectáculo mediático desde se pretendía dar una demostración de participación democrática al mundo. Casi cuatrocientos de los delegados legítimamente elegidos tuvieron que hacer un desmesurado esfuerzo para poder entrar y luego permanecer parados durante horas mientras se escuchaba un discurso que poco o nada tenía que ver con lo que en este evento se suponía que se haría. Ni siquiera se tuvo acceso al material y nuestras circunscripciones solo contaron con un ejemplar que les facilito la delegación de otro Estado, este fue el único ejemplar para todo el municipio que tuvo que reproducirse para repartirlo el día Martes 16 a los voceros de los batallones.
El Día de la reunión (Martes 16) pautada para bajar la información de los delegados hacia los voceros de los batallones en la cual solo asistieron poco menos de la mitad de los que deberían, pudimos darnos cuenta y con enorme frustración que el programa estipulado para realizar las asambleas del congreso fundacional, traer la información a las circunscripciones, repartirla, convocar a los batallones, discutirlas, proponer, recabar las propuestas y retransmitirlas a los delegados para llevarlas al congreso y discutirlas nuevamente, es algo absolutamente inviable. Lo que se había planteado no tenía ningún sentido de realidad. Está claro otra vez que no existía el menor indicio de voluntad de que la fundación del PSUV fuese un proceso democrático y transparente.
El contenido del material fue por sí mismo muy elocuente, tan solo analizarlo se puede captar la falta de sinceridad de la propuesta. Son tres anteproyectos: Anteproyecto de programa, Anteproyecto de estatutos, y la declaración de principios. Es un documento digno de reflexión ya que demuestra que los que lo propusieron están anclados en las postrimerías del siglo antepasado. Este material no tuvo ni un ápice de novedad, nada de originalidad, las mismas propuestas demagógicas que uno puede encontrar en las ofertas de los partidos tradicionales y entre sus propuestas más sobresalientes se encontraban las que nunca falta en los folletos de la izquierda revolucionaria, la social democracia o la democracia cristiana: “que para acabar con la pobreza hay que darles el poder a los pobres”. Por otra parte se señalaba que un partido político que no aspire de alguna manera a tomar el poder, no tendría razón de existir y que ese poder significa la posibilidad de llevar a la práctica los programas de sustitución de una estructura política por otra y el cambio de una sociedad defectuosa por la sociedad ideal. Que descaro, pareciera que los que produjeron este documento se les olvidó que teníamos más de nueve años en el gobierno y que desde hace ya muchísimo tiempo hemos copado casi todos los centros de poder.
Como justificar entonces que los pobres además de no tener prácticamente ningún tipo de participación tampoco tengan un nivel de vida digno, que la mayoría de la población sigue viviendo en barrios deplorables bajo condiciones insalubres, donde no llega el agua, donde sobrevivir al hampa es una calamidad, mientras que los comerciantes y la alta burguesía no sabe en qué gastar tanto dinero al punto que las ensambladoras de vehículos lujosos no dan abasto y las listas de compradores son tan largas que tienen que esperar varios meses para que les entreguen los carros. La verdad es que el contenido de ese anteproyecto no puede entusiasmar a nadie, tendría que ser muy ingenuo. ¿Cuando será que empecemos tomar al pueblo en serio? El pueblo no quiere poder, lo que quiere es tener empleo, viviendas dignas, calles asfaltadas, agua corriente y electricidad, escuelas y comida a precios asequibles.
La Asamblea o Congreso que se realizo ayer Sábado 21 de noviembre de 2009 fue el colmo de los colmos, solo se concentro en el tema de la reincorporación de los siete millones de inscritos originalmente en el PSUV como si no supiéramos todos que casi la mitad son escuálidos que se inscribieron para preservar su puesto de trabajo en algún lugar de la administración pública. Esa gente no se molestó siquiera en reinscribirse en la última jornada ya que perdieron el miedo y la vergüenza.
CONCLUSIONES.
Lo que se está apreciando durante la conformación del partido PSUV induce a dudar acerca de la existencia de una voluntad política para crear un partido que no sea una simple maquinaria política. Igualmente pareciera que no hay mucho interés en transmitir y difundir al pueblo los fundamentos y las definiciones básicas de lo que es el Socialismo.
Lamentablemente nuestro Líder Único pareciera que no está acostumbrado a plantearse una planificación razonable y concienzuda para sus numerosos proyectos. Pareciera que muchos de sus intereses cambian abrupta e impredeciblemente. Hoy quiere fundar un partido unificado, de pronto paraliza este proceso para enfrascarse en una reforma constitucional, y un poco más tarde resuelve concentrar todo su esfuerzo en la pacificación de Colombia. Todo ello simultáneamente. Ahora está enfrascado con una posible guerra con ese país vecino.
Con respecto a los militantes del PSUV, el presidente está más interesado en la cantidad que en la calidad e insiste en que no haya divisionismo, es decir, que no se señale a la derecha endógena como la causante del fracaso de la implantación del modelo socialista, que se reconozca su triunfo y que se reconozca a todos los siete millones de preinscritos como militantes del PSUV sin importar que incluso no hayan votado en las últimas elecciones. Solo se recomienda rechazar a los que han cometido asesinatos o los estafadores y corruptos que estén presos o sea ninguno. Todos son bien venidos.
La escasa participación en la elección de los voceros al congreso se ha tapado con muchas excusas, entre otras que solo participaron los incluidos en las patrullas, pero nadie explica el por qué son tan pocos los militantes que se inscribieron en alguna patrulla. La razón es más que evidente, ya no están dispuestos a seguir con el jueguito donde siempre quedan por fuera. Las patrullas son otra ilusión pero una ilusión mermada, venida a menos.
Hay que reconocer que Venezuela necesita a Chávez, sin
lugar a dudas, pero igualmente necesita a otros líderes
naturales incluidos en el nuevo partido único para respaldar a este
proceso, necesita que cese el uso del poder político en beneficio de
individualidades.
Igualmente es indispensable que este partido político cuente con una estructura sólida y funcional, cuyos nódulos de interconexión sean unos líderes naturales del pueblo escogidos democráticamente por las bases, mediante un mecanismo electoral idóneo y transparente. Esto hasta ahora ha sido prácticamente imposible y pareciera que falta mucho para que pueda suceder.
La tarea es enorme, no la puede realizar un solo hombre se necesita el concurso de los más capacitados, los más honestos, los más comprometidos con este proceso, sobre todo los que ya lo han demostrado de alguna manera y han contado por tanto tiempo con el respaldo del pueblo.
Venezuela necesita más que un solo líder, necesita muchos líderes. Venezuela necesita la conformación del PSUV.