De verdad, que la noticia de la salida del Ministro Samán, junto a la burla y celebración en grande de los medios de la Contrarrevolución, como aquello del domingo 14 de enero de “A Samán lo volvieron leña”, nos deja como se dice en buen criollo como “Pajarito en grama” y preguntándonos “Que está pasando con nuestras revolución?.
Recordamos que hace cuatro años aproximadamente, hubo una empresa consultora, que seleccionó al Ministro de Educación y al Presidente del SENIAT, como los funcionarios del año, en el proceso revolucionario. Para sorpresa de todos, a los pocos días ambos funcionarios salieron de sus cargos y para la Educación en particular fue patético, porque muchos programas emblemáticos del proceso se cayeron y hasta hoy no se han recuperado.
En el Estado Bolívar, particularmente hubo una situación bien extraña, pues la actuación de las nuevas autoridades de Educación, fue como si se hubiese producido un "Carmonazo" y recursos valiosos que venían dando frutos en la Zona Educativa, fueron lanzados al depósito de la “Chiverara Intelectual” y los programas trucados. Pasó una aplanadora y perdió la educación.
Ahora nos deja perplejos el caso Samán, aunque lo vivimos de lejos, pero igualmente nos inquieta. A Eduardo Samán lo conocimos cuando como investigador salió a la palestra pública a desmontar la infame matriz de opinión que la canalla mediática venezolana financiada por la burguesía y el imperio, intentaba presentar al Comandante Hugo Rafael Chávez Frías, como “Cocainómano”, porque había masticado hojas de coca en las cámaras de TV, para demostrar que la infamia mediática internacional contra Bolivia, no tenía asidero y que la Coca es una milenaria fuente nutritiva de los pueblos del Alto Perú y que ha sido convertida en veneno para la humanidad, gracias a la manos imperial del mercado, que a través de manipulación en laboratorios la ha convertido en mercancía ilegal.
Samán entonces se ganó la malquerencia de algunos de sus colegas que estaban de manera vergonzosa y deshonesta, tras bastidores apoyando la campaña contra el presidente Chávez.
Después de ese episodio lo vimos dando la talla en los diferentes cargos donde lo requirió la revolución.
El ejemplo de Samán presentado tantas veces a través de las cámaras de la TV, nos hizo exclamar en alguna oportunidad “No hay duda que tenemos un Ché en la revolución bolivariana. “El Ché Samań”, porque su discurso lo complementa con la práctica y así pudimos ver como en los procedimientos hizo hasta de estibador y despachador, lo cual le valió el premio de una señora psicótica, disociada, que le gritó “Ladrón” allí frente a él y le arrojó el contenido de un paquete de arroz a la cara. Samán ni siquiera fue capaz de responder a los insultos de la alocada dama, mucho menos recurrir a lo que hubiese hecho cualquier mortal sin esa formación y moral revolucionaria, como hubiese sido ordenar su arresto “por irrespeto y agresión a la autoridad”.Nada de eso Eduardo Samán continúo imperturbable, haciendo su trabajo, vendiendo el producto al pueblo a precio justo.
También fue notoria su voluntad que estando hospitalizado, esperando para ser operado, despachaba desde su lecho. Cosas que conocimos a través de las informaciones difundidas en los medios. Igualmente su trabajo tesonero en la recuperación de empresas abandonadas, para evitar que los trabajadores fuesen perjudicados y se cerraran puestos de empleo. Su dedicación a tiempo completo en la lucha contra los expoliadores del pueblo y su entrega a la educación revolucionaria de las masas, asignándole confianza al colectivo, lo cual lo caracteriza como un auténtico cuadro de la revolución. Eduardo Samán ha sido un soldado a toda prueba, en los frentes que lo ha colocado el proceso revolucionario. Por eso nos duele su inesperada separación del cargo y rogamos porque su salida del gobierno, sea temporal y para encomendarle una tarea mayor,que seguros estamos la cumplirá como lo ha hecho hasta ahora. De no ser así tendríamos que necesariamente preguntarnos ¿Hacía donde vamos?
Periodista CNP 2414 cd2620@gmail.com cadiz2021@yahoo.es