En esta nueva etapa histórica que vive la nación venezolana y junto a ello todas las instituciones inherentes en su constante marcha hacia la transformación. El Partido Socialista Unido de Venezuela, toma el camino acertado, mas conveniente y positivo de la apertura Democrática, permitiendo en este sentido, que las bases que sostienen esta estructura política de la revolución, participe de manera directa, voluntaria y se auto postulen como candidatos a uno de los mas importantes escenarios políticos de la democracia, donde se elaboran las leyes de la República y se legitima el cuerpo normativo del estado venezolano. La Asamblea Nacional, representa actualmente un ente estratégico desde el punto de vista de la continuidad de la propuesta revolucionaria del poder popular y el socialismo, en contraposición de las imposiciones de las elites que gobernaron en el pasado reciente. Es de gran importancia la victoria electoral el próximo 26 de septiembre y que se obtenga la mayoría en el parlamento nacional, sobre todo una mayoría compuesta de personas comprometidas con la transformación y el camino de erigir una sociedad nueva, la sociedad Socialista.
Los grupos enquistados en el poder , que no han demostrado su esfuerzo en defensa de esta revolución, se quedaron boquiabiertos al enterarse del asunto, también individuos acostumbrados a encumbrarse en sitiales significativos del poder, están incómodos con esta decisión de abrir el espacio de la verdadera democratización. Entiendo que la presencia del ventajismo es inevitable, el control lo poseen todavía los que secuestraron desde hace rato al PSUV. No me refiero solamente a un grupo o persona en especifico, es el mal que hay que enfrentar, pero dentro de la estructura partidista. En el devenir y la dinámica política, siempre surgen los momentos precisos de denunciar y decir las verdades que necesariamente relucirán en su debida oportunidad contra aquellos que de la noche a la mañana cambiaron de ideas, color y lenguaje ¡eso si que es asombroso amigos y camaradas! Esto es para los de derecha y los de “izquierda”.
Mi participación como autopostulado a precandidato a la Asamblea Nacional, se basa en la idea de contribuir con la construcción de una verdadera tendencia interna que rompa los esquemas tradicionales del partido, propenda el debate ideológico, desarrolle la profunda lucha en contra de las causas del desequilibrio ecológico y el calentamiento global, impulse el poder popular y el desarrollo productivo de la región.
La naturaleza, sentido y espíritu de proponer el nombre en esta contienda interna del PSUV, debe contener la disposición a enfrentar una dura batalla que seguramente se profundizará en la calle y en los medios de comunicación. La campaña contra el Presidente Chávez se agudiza. Tratan por todos los mecanismos de influencia ideológica de enlodar la imagen del Presidente de la República Bolivariana de Venezuela. Sin la presencia de Chávez no hubiese sido posible comenzar a sentar las bases de este proceso de cambios e independencia nacional. La lucha por el socialismo dentro de estructuras capitalistas se torna muy compleja, es una tarea de ruptura con los esquemas culturales que domina la conciencia colectiva. Los Legisladores actuales se han dedicado a tareas eminentemente institucionalistas y se han olvidado de su papel primordial de movilización y organización de las comunidades a favor del proyecto político anticapitalista. Los luchadores sociales no pueden perder esa condición nunca pues entonces serían simplemente burócratas en cargos de elección popular y esto deforma la verdadera característica de un militante de la revolución.
La pelea está planteada dentro y no fuera del PSUV, debemos motivar a la militancia a votar el próximo 16 de mayo para demostrarle a la ciudadanía y a la oposición, que la correlación de fuerzas está a nuestro favor. La abstención favorece el ventajismo interno debemos dar los mejores ejemplos a la sociedad, hay que participar.
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