Ya que Antanas Mockus no ganó la presidencia de Colombia, me atrevo a escribir sobre el asunto. No lo hice antes por no desanimar a muchos amigos que me alentaban para que votara por él. La vida es extraña y por esas coincidencias que nos regala, nos ha obligado a cruzarnos en varias ocasiones, sin que pueda yo decir que somos amigos. Es más, quizás él ni siquiera sepa o recuerde quién soy, idea que me agrada, porque eso significaría que siempre he tratado de servir humildemente a la sociedad sin tantos aspavientos, y aunque soy conocido por que he escrito algunos versos y canciones llaneras, me encanta el anonimato… y disfruto muchísimo viendo de cerca a la sociedad colombiana excluyente y racista…aprovechando la virtud, con la que me premiaron los orichas africanos, que me dieron ese poder maravilloso que me hace invisible…
Los tres millones de votantes que se la jugaron por su candidatura indican que la sociedad colombiana está muy desesperada. He sostenido y sostengo que está enferma por todos los golpes que le dieron durante los dos siglos anteriores y que no encuentra salidas que le permitan crecer aceptando que las vidas merecen ser vividas dignamente. Por eso trata de aferrarse a lo que sea y a quien sea.
La Colombia de hoy, sufrió durísimo castigo en la última mitad del Siglo XX, pero fue en los últimos 20 años, donde le asesinaron las pocas posibilidades de esperanza… En el siglo XIX, una semana antes de morir en San Pedro Alejandrino, el Libertador le dijo con mucho dolor al Dr. Reverand, que Colombia es una tierra de granujas, y afirmó, después, que quienes lucharon por la libertad araron en el mar y que la única cosa que se puede hacer aquí es emigrar.
Es decir, si uno se diera a la tarea de saber cuántos colombianos han tenido que huir del país, la cifra pasaría de los ocho millones, mal contados… y tendríamos que sumar los desplazamientos forzados, que pasan la cifra de los cuatro millones, mal contados también.
Si a esas cifras sumáramos el asesinato de líderes obreros, maestros y políticos, cinco candidatos presidenciales, y el exterminio de los miembros de un partido político de izquierda llamado Unión Patriótica… entenderíamos, que no sólo Bolívar tenía y tiene toda la razón, sino que se la daríamos también a todos los jóvenes entusiastas que vieron en el profesor Antanas Mockus y su partido verde no la propuesta ecologista, sino la pálida esperanza, ( el partido verde, solo tiene el nombre y el bello color… con humor lo llaman el partido Sandía… o Patilla… desde el día que nació… pues no era difícil rebautizarlo conociendo su verdadero origen).
El profesor Mockus realmente es un hombre bueno, al que como a todos, le salen mal algunas cosas que intenta, pero que no se puede negar, le nacen con buenas intenciones… sin embargo, una cosa es hacerlas en la dimensión pedagógica y otra en la arena política. Con todo, hay que reconocerlo como un buen político porque ya lleva tiempo en el oficio y eso es parte de la buena acogida que tuvo su campaña hasta que llegó un venezolano muy sagaz, quien con sus armas mediáticas lo desinfló en menos de una semana.
Al venezolano J.J. Rendón le bastó escucharlo, y como éste conoce bien a los colombianos, y quizás más a Colombia que el mismo Antanas, se dio un banquete inventándole rumores… Mockus se pasaba las semanas de la campaña no construyendo un programa, sino asistiendo a los programas de radio o televisión tratando de desmentir los rumores, como buen filosofo, en un país donde la filosofía la estudian y la entienden muy pocos, una de las razones por las cuales estamos como estamos… y Mockus es como es… el ataque que devastó su autoestima fue que se aprovecharan de la situación y le enviaran la metáfora buscapersona del “caballo discapacitado”, en alusión a que informó honestamente que padece una enfermedad… Mockus es sin duda una gran persona y es capaz…
Esa generación de niños y adolescentes ante quienes desesperado, el profesor Mockus, se bajó los pantalones para mostrarles el cuatro letras, antes y ahora, desconocen en esencia el pensamiento bolivariano, carecen del sano sentido de pertenencia a una nación, porque en ella los asesinan diariamente, (alguna vez, en razón de mi trabajo investigativo fui al Instituto Nacional de Medicina Legal y constate que efectivamente a la juventud la asesinan sin piedad) y por ultimo son verdaderas víctimas de las campañas que pretenden desinformar sobre lo que pasa en Venezuela.
A Colombia la han obligado a amar a sus verdugos, diría Bolívar, y es triste reconocer que es cierto.
Me ha impresionado cómo en una encuesta que realizamos por internet, los chicos y chicas se manifestaban con mucha rabia… y es comprensible… si yo, que utilizo poco el medio, he recibido 100 mensajes donde se habla mal de Venezuela y no he recibido 10 donde se enseñen sus logros, que son muchísimos en todos estos años… ¿Cuántos de esos mensajes recibirán los muchachos que interactúan a diario en la red que ya es parte de sus vidas?
Hemos dicho, que Colombia ha soportado un castigo muy duro y que ya pareciera estar acostumbrada a las matanzas y sin embargo, está preparada para soportar un siglo más de soledad y de abandono.
Lo he notado en algunos colegios del bachillerato, donde los jóvenes desatienden las campañas preventivas y los profesores han tenido que construir salones especiales para cuidar a los nuevos niños hijos de los menores de edad.
Ahora que desde Colombia, han hecho todo lo posible por mantener alejado del pueblo al Presidente Chávez y su proyecto, tal vez por temor a que se conozcan sus realizaciones, muchos esperábamos que el profesor Mockus utilizara toda su inteligencia en el tratamiento del caso venezolano, pero se me ocurre pensar, y ojalá me equivoque, que así como la gran mayoría, él tampoco tiene ideas claras de quién es Simón Bolívar… Mucho menos quién es Francisco de Miranda, ni cómo eso de que Colombia, Bolivia, Perú, Panamá y Ecuador son naciones hermanas…
En una nación tan maltratada deberíamos trabajar humildemente por en la creación de unas misiones solidarias colombianas… que eduquen y protejan a la niñez. Hace muchos años trato de hacerlo… y sólo me consuela, amargamente, saber que la misma Venezuela necesitó de 200 años, para que surgiera un hombre como Hugo Rafael Chávez Frías, que comprendiera los ideales de Don Simón Rodríguez y El Libertador Simón Bolívar… en Colombia en cambio, la imagen del libertador la han dañado hasta quienes la utilizan de buena fe… Al profesor Antanas Mockus lo obligaron a retractarse de haber dicho una verdad, es admirable el proceso venezolano del presidente Hugo Chávez, porque democráticamente llegó al poder evitándole a Venezuela un baño de sangre.
A propósito de esto último, quiero aprovechar esta ocasión, para decirle al amigo Hugo Chávez Frías, verdadero sucesor de los Precursores, que como buenos herederos del espíritu pedagógico de Don Simón Rodríguez y el solidario de Alejandro Petión, estamos en mora de dar comienzo a esas misiones Colombianas. Las comunidades afrocolombianas lo merecemos… y si no es ahora, que en Venezuela gobierna un hombre solidario y humanista, tal vez no se realicen nunca… Y pensando en Simón Bolívar puedo decir, Me va la vida en ello... ya que para mañana es tarde…
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