En la vida de un verdadero revolucionario, la muerte es una constante, así que no canten victoria, que muchos otros van a empuñar las armas, por que el problema no era el “Mono Jojoy”, sino, la injusticia histórica que tienen la oligarquía y el imperio contra los colombianos y en cada país de Latinoamérica. Su muerte es la consecuencia de su lucha frontal contra los poderes que oprimen a su pueblo. Los colombianos vencerán el miedo y asumirán la lucha.
Colombia sigue explotada, paupérrima e ignorante, por causa de la oligarquía nativa a pesar de los 200 años del legado bolivariano de Independencia. Cambiar la explotación española por la explotación criolla. Las Farc seguirán su camino en busca de un país mejor, donde se solucione la pobreza que padece el 50% del pueblo colombiano.
Las personas mueren, las instituciones quedan. Las FARC, en 45 años, se han constituido en la institución de lucha armada del pueblo colombiano. Si de crímenes se trata, no es menos criminal quien asesina en nombre del Estado con la venia de la Iglesia católica para mantener los privilegios; que quien realiza la guerra en nombre de los excluidos, de los campesinos sin tierra y de las mayorías nacionales sin derecho a la participación cívica en las decisiones políticas. Calificar de sanguinarias las acciones militares del “Mono Jojoy” es tan igual a tildar de sanguinario a Bolívar por la batalla de Boyacá, Carabobo y las cientos de acciones de guerra que nos dieron la independencia. Así le decían a Bolívar desde los púlpitos, “El sanguinario Bolívar”.
Pensar que las FARC van a desaparecer por la muerte de uno de sus dirigentes es desconocer las razones por las cuales surgieron. Las FARC cuentan con el apoyo de gran parte de colombianos de los cuales se nutren y se seguirán nutriendo pues las desigualdades sociales en Colombia son inmensas. Las FARC han permanecido en la lucha durante la mitad de un siglo, porque tienen el respaldo de las mayorías nacionales colombianas y del mundo. Es norma elemental que “la guerrilla sin base social desaparece”. Es por ello, que la guerra de la oliogarquía asesorada por el imperialismo gringo, realiza masacres en las zonas campesinas, que han convertido a Colombia en una gran fosa común, como es el caso más conocido e investigado por organismos internacionales: la fosa común de La Macarena. Las dictaduras del Cono Sur se quedan en pañales ante tamaño genocidio.
Mientras en Colombia haya ricos y pobres, haya campesinos sin tierra, haya desigualdad, haya miseria y gobierne una oligarquía que no quiere ceder en sus descomunales privilegios, habrá guerrillas, habrá guerra, habrá violencia y habrá la manipulación mediática de la realidad colombiana que en lugar de coadyuvar a la solución del conflicto, lo profundiza.
Durante todo su mandato, el presidente Uribe, negó que en Colombia haya guerra. Pero, el bombardeo al Ecuador, el bombardeo a los campamentos guerrilleros, el combate durante un día para matar al comandante “Mono Jojoy” y los guerrilleros que lo acompañaban ¿Qué es? ¿Juego de luces artifíciales? Si en Colombia no hay guerra, entonces ¿Para qué las bases militares y los 450 mil efectivos que forman la fuerza armada, y un presupuesto de guerra que la economía colombiana ya no soporta? El presidente Santos viajó a Estados Unidos a exigir más presupuesto para la guerra y como argumento presentó los bombardeos recientes a campamentos guerrilleros. ¿Simple coincidencia? Si como dice el parte de guerra del Ministro de la Defensa, reafirmado por el presidente Santos, tenían conocimiento de la ubicación del campamento del “Mono Jojoy”, por la información recibida de un infiltrado en las filas de la guerrilla, la acción militar en la forma como fue ejecutada, es un crimen de Estado. El Estado tiene la obligación constitucional de preservar, proteger la vida de todos los habitantes. En Colombia no existe la pena de muerte. Como el propio Ministro de la Defensa lo informa, fue una acción planificada al detalle por cuanto tenían la plena seguridad que en ese sitio se encontraba el Frente guerrillero comandado por el “Mono Jojoy” ¿Eso no es actuar con premeditación y alevosía? ¿El gobierno en nombre del Estado colombiano puede ejecutar una acción criminal como esa?
La agudización de la guerra con miras a destruir las FARC y el ELN, son pasos firmes hacia el ataque contra Venezuela y Ecuador. Mientras en Colombia exista la guerrilla, es una aventura atacar a Venezuela. No se puede abrir un frente de guerra externo, si se tiene uno interno. La retaguardia del ejército colombiano es la guerrilla. En notas de prensa hemos dicho, “mejor que un Sukoi, es un frente de las FARC o del ELN”. James Petras, lo afirmaba en días pasado en uno de sus escritos, “las FARC son el obstáculo para atacar a Venezuela”
Rendimos homenaje al comandante Víctor Julio Suárez Rojas, de origen humilde, de origen campesino, igual que el comandante Manuel Marulanda. Desde muy joven se incorporó a la guerrilla y fue ascendiendo en la lucha guerrillera, hasta convertirse en un gran dirigente militar y social, que durante 35 años libró infinitas batallas contra los opresores del pueblo, contra la invasión gringa y llegó a tener conocimientos de la estrategia y tácticas militares que le permitieron realizar campañas y toma de guarniciones. En la lucha cuerpo a cuerpo fue invencible. Para asesinarlo hubo que realizar el ataque con treinta aviones, 17 helicópteros y lanzarle 50 bombas de precisión. ¡Así mueren los valientes!
¡Honor y gloria! al comandante Víctor Julio Suárez Rojas, alias "Jorge Briceño Suarez", alias “Mono Jojoy”. Ahora está junto a los heroicos comandantes guerrilleros que alumbran el cielo de nuestra América: Zapata, Villa, Sandino, Farabundo Martí, el Che Guevara, Argimiro Gabaldón, Manuel Marulanda, Raúl Reyes y muchos más.
¡Patria o Muerte! ¡Venceremos!
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