La Organización
de Estados Americanos (OEA) está conformada por 34 naciones de
la región, que nació hace 62 años, y entre sus roles está resolver
las diferencias entre los miembros con el objetivo de avanzar en sus
fines comunes, hoy a más de seis décadas se encuentra fracturada y
cuestionada por su imparcialidad o por omitir su opinión
en casos en los que ha debido pronunciarse.
Recientemente
el presiente de Nicaragua, Daniel Ortega, amenazó con retirar a su
país de la OEA, tras calificar como “una conspiración” y un fracaso
la resolución del Organismo sobre la disputa fronteriza entre su país
y Costa Rica. “Fuimos testigos de un fracaso de la OEA”, en la búsqueda
de una solución al diferendo entre ambas naciones, afirmó en un mensaje
en el que rechazó el pedido de la Organización de Estados Americanos
de retirar las tropas de la frontera.
En su oportunidad
el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, expresó que "siguen
soplando vientos de cambio en América Latina: muchos gobiernos del
continente estamos planteando, yo pudiera decir incluso que la mayoría
nos acompaña en esta propuesta, la creación de una organización de
Estados latinoamericanos y caribeños sin Estados Unidos y Canadá.
Estamos seguros que muchos otros gobiernos del continente coinciden
con nosotros en esta vieja propuesta para desprendernos definitivamente
del coloniaje que EE.UU. le impuso a este continente", señaló.
Al efectuarse
un balance detenido del caso, se puede decir que Estados Unidos nunca
ha sido emplazado en la OEA por promover el terrorismo, las dictaduras
militares, ni por los crímenes que ha cometido en muchas partes del
mundo. Otra gran particularidad es que los gobiernos norteamericanos
han puesto en el banquillo de los acusados a muchos latinoamericanos,
pero ninguno se ha atrevido a hacer lo mismo, hasta ahora, ni siquiera
por reciprocidad.
Las
discrepancias del Organismo
No cabe duda
que las actividades desarrolladas por la Organización de Estados Americanos
(OEA) como organismo hemisférico regional, diverge en la actualidad
de los objetivos que el mismo ostentaba a nivel funcional desde su nacimiento,
enmarcado en la época de la Guerra Fría. Sin embargo, existe un elemento
que se mantiene vigente dentro de la organización: la omnipresente
participación que dentro de la misma tiene los Estados Unidos (EE.UU).
Lo precedente ha convertido a la OEA en un instrumento a través del
cual se justifican agresiones, presiones, chantajes por parte del Gobierno
de EE.UU hacia nuestros países.
Son muchos los casos suscitados a la largo de los más de sesenta años de existencia de la Organización que ejemplifican, y aún más, demuestran que para los gobiernos norteamericanos la OEA no representa más que un instrumento político que adoptan en función de sus necesidades. EEUU históricamente ha facilitado la realización y despliegue de actividades de la OEA, estando éstas generalmente encaminadas a cubrir intereses propios y a establecer cierta agenda de prioridades en la resolución de los temas y eventos regionales que se presentan.
El contexto internacional que vivimos en la actualidad diverge sustancialmente
al que caracterizó la creación de la OEA, lo que obliga a una redefinición
y adaptación de las funciones que debe desempeñar la organización
en aras de cubrir las necesidades regionales.
Con el trascurrir de los años otros esquemas de integración se han
creado, adaptado a nuevos tiempos y necesidades de los países miembros,
tal es el caso de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) y la
Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra Amérrica (ALBA), que
en poco tiempo han logrado responder oportunamente a problemas planteados
en el marco de los mismos. En contraste, la OEA ha venido cayendo en
un progresivo deterioro funcional que deslegitima su existencia.
En función de lo anterior vale la pena hacer un mea culpa, sobre la
todavía presencia de nuestros países en el marco de la OEA, habiendo
ésta demostrado su inoperatividad ¿Por qué en momentos de crisis
los Estados miembros de la Organización no presentan su retiro de la
misma como acto de protesta?... Quizás los Estados miembros se han
sentido atados al sistema por cuanto el retiro de la Organización los
ubicaría en un contexto de aislamiento regional.
Finalmente, ante los nuevos desafíos globales y hemisféricos que enfrentan
las naciones del continente, es imprescindible que la OEA se actualice
y modernice para cumplir con sus funciones. Como premisa básica para
lograrlo se debe anteponer con preeminencia el forjamiento de una verdadera
voluntad política de compromiso por parte de los países de la región.
Venezuela se ha convertido en eje fundamental en ese sentido, al disentir
en reiteradas oportunidades de las posiciones asumidas por la organización,
al responder a los intereses de los EEUU.
- La autora es licenciada en comunicación social, analista e internacionalista en Venezuela y colaboradora para este medio de comunicación.-
- nirmanlucia@gmail.com