Nuevamente el Secretario General de la OEA José Miguel Insulza, asume un rol inadecuado y fuera de funciones, al arrogarse el derecho de criticar al Estado de Venezuela y a su derecho constitucional de legislar y aprobar en la Asamblea Nacional la Ley Habilitante para enfrentar los efectos destructivos de la naturaleza, que dejaron 170 mil damnificados sin viviendas, la destrucción de zonas agrícolas y de la mayoría de las autopistas, las vías nacionales y locales. ¿Cuáles serían los argumentos para cuestionar una decisión constitucional? Esgrimir los argumentos de la oposición venezolana seria dar credibilidad a una visión parcializada y que no colinda con la democracia, con las instituciones aprobadas en elecciones y con el aval internacional, inclusive de la delegación de la OEA. Es que el derecho constitucional permite legislar hasta el cierre del período legislativo.
Pero, qué triste es ver un ex socialista imbuido de defensor de la derecha y la hegemonía estadounidense. Los que lo conocimos en la década del 80 en sus visitas a Venezuela para denunciar la dictadura pinochetista, veíamos como sus posturas abandonaban los principios y la ética del asesinado presidente Salvador Allende, para luego verlo convertirse en Ministro del Interior de la concertación política con la democracia cristiana en Chile, y ahora en su nuevo rol de coordinador de la derecha internacional. Lo vimos dudar y apoyar la acción de Colombia en la invasión a Ecuador donde se asesinaron a varios miembros de la FARC y a mexicanos, también asumir una postura tibia en el golpe de estado de Honduras, que terminó siendo apoyado por EEUU para poner un gobierno títere, hecho que demostró que la inestabilidad institucional no viene de los gobiernos progresistas y socialistas, sino de la derechas que hoy defiende este obscuro político ambicioso.
El derecho de Venezuela a desarrollar su democracia participativa y protagónica
En un reciente comunicado de la Cancillería venezolana se “…condena de la manera más enérgica, las bochornosas declaraciones de José Miguel Insulza sobre asuntos de política interna venezolana, en lo que constituye un nuevo, abusivo y oportunista acto de injerencia que desprestigia aún más al Secretario General de la OEA”. Aseverando el documento que “…las desacertadas declaraciones de Insulza sobre la Ley Habilitante aprobada por la Asamblea Nacional venezolana, ejerciendo su papel, como dijera el Libertador Simón Bolívar, de ¡intrigante de oficio!, se produce pocas horas después y exactamente en los mismos términos que las emitidas por el Subsecretario de Estado de los Estados Unidos para el Hemisferio Occidental, Arturo Valenzuela, prolongando el triste papel de la Secretaría General de la OEA como correa de transmisión de la política de intervención y dominación estadounidense sobre el continente”.
Posteriormente el comunicado afirma que “El pueblo y el gobierno de Venezuela no permitirán que la Secretaría General de la OEA, órgano subordinado a los Estados Miembros, actúe como una capitanía general del Departamento de Estado para imponer una agenda de agresión contra las instituciones y la democracia venezolana, que ya tiene innegables precedentes en la historia reciente. Las banderas políticas que hoy enarbolan al unísono Insulza y Valenzuela, son las de quienes atentaron contra la democracia venezolana en el período 2002 - 2003 en complicidad con la OEA y el gobierno de los Estados Unidos”.
En ese mismo tenor de defender la soberanía, el flamante primer vicepresidente de la Asamblea Nacional, diputado Aristóbulo Istúriz, aseguró que “las declaraciones del secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, quien expresó su rechazo a la Ley Habilitante otorgada al presidente Chávez por el Parlamento venezolano, son inaceptables e irrespetuosas,. El país no se sorprende por estas declaraciones. Se trata de una actitud bochornosa que pretende su injerencia en problemas internos de Venezuela”. Asimismo, el parlamentario expresó que “La derecha internacional en Latinoamérica ha desplegado una arremetida en contra del gobierno venezolano y el presidente Chávez, esto forma parte de esa ofensiva. El caso de Insulza es inaceptable porque la Constitución venezolana es problema únicamente de los venezolanos”.
También nos pareció importante citar en este hecho intervencionista al diputado del Parlatino, Roy Charderton, el que manifestó su asombro ante los señalamientos del secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), donde asevero que “José Miguel Insulsa, quien aseguró que la Ley Habilitante vigente en Venezuela es ‘completamente contraria’ a la Carta Democrática Interamericana”. Para recalcar que “éstas posturas son habituales en dicho funcionario y en representantes de la oposición venezolana. ¡Que papel tan triste de un chileno, que ahora se convierta en una suerte de capitán general del imperio, en América Latina actuando de manera concertada por las presiones de Washington!”
En el marco de sus declaraciones el diputado aclaró la funciones de este funcionario, al afirmar que: “El señor Insulsa es un empleado de muy alto rango, pero ha asumido el papel de una entidad soberana adicional por encima de los Estados que lo elegimos para que cumpliese una función de representante en temas de su incumbencia”. Además al referirse al planteamiento de algunos diputados de la oposición en el sentido de estimular que otros estados miembros de dicha organización se pronuncien contra la política venezolana, dijo que “da tristeza ver a venezolanos, que en su incapacidad para satisfacer sus ambiciones y estrategias políticas acá en casa, tienen que recurrir a la ayuda foránea para fortalecerse e ir a Washington que es la cuna de tanta guerra de tanta violencia de tanta violación de los derechos humanos de tantas intervenciones e historia oscura, es, más que una osadía, una tremenda canallada”.
Estos hechos intervencionistas muestran el papel Gendarme de la OEA -EEUU
La pregunta lógica es ¿que es legal o ilegal en las relaciones internacionales en América Latina? Varios gobiernos democráticos fueron derrocados por dictaduras en la década de los 70 y 80 del Siglo 20, en todas ellas los gobiernos de EEUU apoyaron y auspiciaron esta salida, “ante un auge del comunismo internacional” la OEA en ese período coordinó muchas de estas iniciativas golpistas. Sin embargo EEUU separa a México en la frontera con un muro gigantesco, además aplica leyes migratorias racistas y anti inmigrantes, permite que grupos racistas y nazistas golpeen, capturen y hasta puedan asesinar a mexicanos y centroamericanos que buscan el “paraíso”. Sobre estos hechos ni Insulza, ni la OEA analizan lo violatorias que son estas acciones marcadas por la discriminación y la explotación, de los derechos humanos a nivel nacional e internacional.
También nadie en la OEA cuestiona la decisión de EEUU de arrogarse el derecho legal de defender sus intereses en cualquier parte del planeta, hasta obliga acuerdos con países ápatridas, para que no sean juzgados sus militares o funcionarios en estos territorios, aunque hayan cometido crímenes de lesa humanidad. Estos hechos no sólo van contra el derecho internacional, sino que protegen y dan impunidad a asesinos, como en Irak, en Afganistán, o en otras décadas en Panamá y en Grenada, entre otros. ¿Dónde están la ONU y la OEA en esos crímenes masivos a poblaciones indefensas, o en las cárceles clandestinas de la CIA en Europa y otros países? Pasaron sin ser censurados por estas instituciones internacionales hechos tales como la ignominiosa cárcel de Guantánamo, donde la tortura y la vejación son parte de su lucha ideológica.
La democracia venezolana se levanta ante la conspiración de EEUU
Ante toda esta maquinaria de mentiras de falsa apología a la democracia, el pueblo y gobierno bolivarianos de Venezuela, construyen su modelo democrático popular y participativo, en vías de la construcción de su modelo socialista, proceso sustentado en elecciones libre, trasparentes y democráticas, con la participación de la oposición política, solo ausente de la Asamblea Nacional (AN) por su voluntad propia. Hoy nuevamente 65 diputados de oposición son elegidos para integrar la AN, demostrando que sí existe espacio para el debate y para la pluralidad, pero en el marco legal de la constitución y las leyes, no con golpes militares o asonadas civiles, sino con el derecho a respetar a las mayorías.
Hoy, el proceso de América Latina no se detendrá por las conspiraciones, como el intento de golpe en Ecuador. Como la estrategia de Uribe para generar una guerra con Venezuela fracasó, las nuevas intrigas con el funcionario Larry Palmer -al ser designado como embajador de EEUU, luego de sus declaraciones anti venezolanas- son el ejemplo de que el gobierno de Obama, ahora ahogado por el triunfo en la cámaras de los republicanos, transita por la vía de la diplomacia imperial. Hoy la integración, la solidaridad y el auge de los gobiernos progresistas y socialistas, son un duro hueso de roer. Éstos países han roto en cordón umbilical de las derechas, de sumisión al poder de los organismos financieros mundiales y a la hegemonía de EEUU y sus socios capitalistas
Hoy la verdadera democracia pasa por la participación social, por la inclusión de las mayorías y no por autocracia de las derechas neoliberales.
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