El mundo enfrenta la peor de las crisis en toda la historia, una crisis de múltiples dimensiones e integral, en el que se conjugan todos los factores, políticos, económicos, sociales y ambientales, pues hemos sido testigo de la ferocidad de los últimos terremotos, sequías, lluvias, nevadas y por supuesto aunado a esto el hambre que azota a muchos países.
El pueblo del Japón ha sido azotado por el terremoto más fuerte en 140 años, el cual generó un tsunami que arrasó con gran parte del país, dejando a su paso toda una estela de muerte y destrucción. La nación Nipona que cuenta con grandes generadores nucleares para el abastecimiento de energía, los mismos han sido afectado por el movimiento telúrico, creando una crisis nuclear, pues está latente el que algunos de estos reactores puedan estallar y causar un gran daño radioactivo, como lo ocurrido en Chernóbil.
Sin ánimo de negar la gravedad de los daños que puedan haber sufrido estas centrales nucleares, me es necesario volver un poco a lo que he investigado sobre los poderes facticos mundiales (Bilderberg y Club de los 300) y sus objetivos, entre los cuales figuran:
1. El fin de toda industria y de la producción eléctrica, en lo que han llamado la sociedad post industrial de progreso cero, esto por supuesto apuntando hacia los países que tienen desarrollado la energía nuclear y a los que están en vías de desarrollarla.
2. Infiltrar a todo gobierno progresista y provocar la subversión a lo interno corroyendo internamente la integridad de las naciones que ellos representan.
3. Provocar el colapso de la economía mundial.
Es en este marco, en el que, siendo Japón uno de los países que conforma la Comisión Trilateral, he de sospechar que se estén aprovechando de la situación para crear una matriz de opinión en contra de la energía nuclear, sobre la peligrosidad y su inviabilidad en los países que están desarrollando esta alternativa.
En su libro “El Club de los 300” el Dr. John Coleman dice lo siguiente con respecto a este asunto:
“Es preciso entender claramente las razones por las que la energía nuclear es tan detestada en la mayoría de los países, y por qué al falso movimiento ambientalista creado y costeado por el Club de Roma se le pidió que declarara la guerra a dicha fuente energética. Generando fuerza eléctrica barata y abundante a partir de reactores nucleares, los países en vías de desarrollo se volverían poco a poco independientes de la ayuda externa norteamericana y podrían consolidar su soberanía. La electricidad producida a partir de la energía atómica es la clave para que los países atrasados salgan del subdesarrollo en el que el Club de los 300 les ha ordenado permanecer”.
Ya Japón ha pedido que la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), que envié expertos para evaluar la crisis nuclear, por otra parte las agencias de noticias internacionales ya hablen del “Miedo a la Energía Nuclear”, y los analistas del CFR, ya han elaborado toda una gama de opiniones sobre el tema. De lo que si podemos estar seguro es que ahora se abre un debate mundial sobre el uso y la aspiración de varias naciones de adoptar la energía nuclear.
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