El apoyo militar a los golpistas de Benghazi se está desarrollando en detrimento de la población civil. De cada 10 misiles disparados más o menos uno se sale de control y se estrella en cualquier punto de la zona a la que se apunta. Pero, así ese misil no mate civiles, destruye infraestructuras (hospitales, universidades, edificios, aeropuertos, avenidas, carreteras, puertos), todo lo que es útil a la existencia de la población civil que dicen proteger. ¿De que sirve salvar la vida con la vivienda y todo lo que hace posible la existencia, destruido? Para “liberar” al pueblo iraquí, le destruyen la infraestructura de acueductos, hospitales, escuelas, museos, universidades (asesinan a científicos y profesores universitarios), avenidas, edificios, puentes, carreteras, viviendas, plantas de generación eléctrica, redes eléctricas, en pocas palabras llevaron a Irak a la edad de piedra, o mejor, como dijo un general yanqui, “no quedará piedra sobre piedra”.
Todos los misiles, tanto los dotados de una cabeza revestida de uranio empobrecido como los que sólo tienen uranio empobrecido en los estabilizadores, contaminan la zona. O sea, este bombardeo mal llamado «humanitario» matará a miles de civiles en los años venideros. Por los próximos 70 o más años, el finísimo polvo de uranio empobrecido que se produce con la explosión del misil, estará en el ambiente con terribles secuelas de cáncer en la población libia, al igual que ya sucede en la población de Irak. Según cáculos de entendidos, si en el transcurso de los bombardeos llegaran a lanzar mil misiles, dejarían esparcidas en el suelo libio 400 toneladas de uranio empobrecido. Muerte para las generaciones futuras, que también quedó sembrada en la población serbia, con la guerra inventada para destruir a Yugoslavia.
Es un eufemismo llamar “empobrecido”, el uranio “enriquecido” de terror, atrocidad, monstruosidad, crueldad, la abyección propia de mentes retorcidas que se atreven a hablar del “humanitarismo” de la guerra. Hasta donde ha llegado la miseria moral de quienes se dicen lideres del mundo ¡miserables asesinos! Sólo cosechan el odio de los pueblos.
En Libia no hay invasión de tropas yanquis o de la OTAN, por el terror que le tienen al uranio “empobrecido”, que ellos mismos diseminan en el ambiente con los bombardeos. Ya las secuelas de enfermedades que la guerra de Irak y Afganistán ha dejado entre los soldados yanquis, es el verdadero argumento para no invadir a Libia. Entre los veteranos de las guerras de Vietnam, Afganistán, Irak, hay mucho loco, que llena los siquiátricos y hospitales militares de Estados Unidos o deambulan por las calles de las grandes ciudades cometiendo toda calase de atrocidades. Gringolandia tiene que cargar con sus locos, producto de las guerras lanzadas con falsos pretextos: el falso “racismo” en Yugoslavia; la falsa destrucción de las torres gemelas por Ben Laden ylos talibanes; las falsas armas de destrucción masiva en Irak; y ahora, el falso asesinato de civiles por el gobierno de la Jamairiya en Libia.
Para la OTAN ¿Cuál es la población civil? ¿Sólo los rebeldes contra el gobierno? ¡Los libios que apoyan a Kadaffi no son población civil!
leonmoraria@gmail.com
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