“Osama dead” ¿Ahora quién es el nuevo villano?

Todo parece una entupida película hollywoodense. Un mundo idiotizado y conectado a una especie de maquina idiotizadora del entretenimiento y de sueños. La realidad se asemeja a una de las películas más taquilleras de Hollywood, “Matrix”. En el film, así como en nuestra absurda realidad, muchos contemplan estupefacto los hechos en los que también son protagonistas, pero esperan sin importar su propia muerte. Los atrapados en este Matrix apenas alcanzan a entender, alegres, que los muchachos “buenos” de esta película han asesinado al “villano” más buscado de todos los tiempos. “Osama dead” (Osama muerto) fueron las palabras que abarrotaron los titulares de toda la prensa mundial. También las reacciones sobre la muerte del saudita Osama Ben Laden no se hicieron esperar. Varios gobiernos en el mundo enviaron sus felicitaciones al presidente estadounidense Barak Obama. En el mundo se vendieron miles de camisetas que hacen alusión a la muerte de Osama. Caravanas de jóvenes y no tanto en los Estados Unidos abarrotaron las calles de Nueva York y Manhattan para celebrar. Al tiempo que Barack Obama decía que “el mundo hoy puede sentirse más tranquilo”. 

Pero cada día son más quienes se despegan del “Matrix” imperial y logran entender rápidamente que detrás de los anuncios banales de la prensa privada se pretende ocultar más información de la que se rebelan. Sólo ingenuos y entupidos nunca se preguntarían o cuestionarían nada sobre la historia oficial del famoso villano. Así lo dispuso el Dios mercado, dicen por allí. Menos aun se preguntarían sobre los benefactores de su muerte. Barak Obama les dijo que la historia no es importante; que habría que olvidarse de ella. Esa idea la comparte toda la derecha mundial. Según el representante del imperio, Obama, “todas las personas debemos confiar en que los “buenos” de la película siempre ganan y la paz reinará algún día”. 

Lo cierto es que asistimos a una nueva estafa fílmica de gran magnitud, acompañada de un concierto de mentiras, banalidades mediáticas para formar reflejos condicionados y gente estúpida desmovilizada. Pretenden que nadie piense más de lo que ellos quieren y crean conveniente pensar. Quienes piensan demás se convierten también en villanos.  

Sólo quienes no estén contaminados por la prensa privada, pero también idiotizado por el sueño americano, las drogas, la sociedad de consumo (la “cultura” del capital, el “Matrix”) pueden hoy reflexionar y hacerse ciertas preguntas no muy difíciles de responder ¿Cómo un miembro de la multimillonaria familia Ben Laden, con históricos nexos económicos (negocio) con la familia Bush, pudo haberse transformado en el malo de la película? ¿En qué momento lo hace y Por qué? Al caer la URSS ¿No fue acaso el fundamentalismo islámico su mejor reemplazo?  ¿No fue acaso Arabia Saudita, histórico aliado de Occidente, quiénes lo promovieron? Si varios informes del senado norteamericano admitían que Osama trabajó para la CIA en Afganistán contra la URSS ¿En qué momento dejó de hacerlo? ¿Pudo Osama haber seguido trabajando para ellos como agente doble? ¿Pudo Osama Ben Laden, desde Afganistán, organizar los atentados del 9/11 del 2001 en los Estado Unidos burlándose de todos los sistemas de seguridad del imperio? ¿A quién convenían esos atentando? ¿Podía el imperialismo haber iniciado la guerra de ocupación contra Afganistán e Irak, y en toda la región, sin enfrentar la oposición de la opinión pública norteamericana y europea? ¿Acaso los atentado del 9/11 no fue el justificativo perfecto? ¿Pudo haber sido reelecto Bush en el 2004 cuando arrastraba un fraude electoral e iniciaba su infame y criminal guerra de ocupación? ¿Por qué Osama nunca admitió su responsabilidad en esos atentados? ¿Con qué recursos se alimenta el Complejo Militar Industrial (CMI) de ese país? ¿Por qué lo “matan” y se desasen de su cuerpo arrojándolo al mar? ¿No conviene acaso mantener ese trofeo para mostrarlo al mundo? ¿Por qué Obama subió en las encuestas como candidato a la reelección? ¿A quién beneficia su muerte? ¿Por qué “muerto el perro no se acaba la rabia” y las guerras de ocupación continúan en todo el mundo árabe? Y así muchas más preguntas. 

No es banal decir que Osama Ben Laden es otra mercancía del capitalismo. También debe su origen a la crisis misma del capitalismo. Si, Osama es producto de la crisis (económica y moral) de un modelo que, como sabemos, había comenzado a desplomarse. El imperialismo tiene en la guerra su verdad revelada, su forma económica de subsistencia.  

El imperialismo ha entrado en una fase política aun más cínica y fascista donde por medio de las guerras y el saqueo de los pueblos tratará de compensar su inviable modelo económico. La crisis del capital es estructural.  

Hoy los “villanos” a los que enfrenta el imperialismo no son individuos nacidos de sus entrañas, sino pueblos completos surgidos de la periferia capitalista. 

basemtch@gmail.com



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Basem Tajeldine

Marxista. Investigador de temas geopolíticos internacionales en el Centro de Saberes Africanos. Moderador del programa VOCES CONTRA EL IMPERIO, RadiodelSur y RNV.

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