Nicolás en la ONU, con la Unión Africana, la Liga Árabe, Caricom… Es la contraofensiva política anunciada por el presidente Chávez. Palestina en la Asamblea General rompiendo el bloqueo. Los Indignados ocupando Wall Street. El pueblo libio resistiendo. La Alba, Unasur, Celac, ASA: revista de las fuerzas para el gran combate político.
La gente del Bronx y sindicatos presentes en la misa por la salud del presidente Chávez, reafirmando la apuesta martiana: con los pobres de la tierra quiero yo mi suerte echar.
Militarmente tenemos derecho a defendernos blandiendo la honda de David, y políticamente desarrollando bases de paz que convertirán sus modernas armas en piezas de museo.
Tenemos la ventaja de que su política está fundada en mentiras y maniobras apoyadas en el monopolio informativo. Una gran red de redes mundial utilizando todos los recursos mediáticos y, sobre todo, la fuerza de movimientos sociales y líderes locales, regionales y nacionales, cuya palabra siempre será más poderosa que las manipulaciones mediáticas construidas desde fuera de la vida cotidiana de la gente. Por eso la emancipación es la progresiva liberación de la vida cotidiana, esencia de cualquier revolución.
La lucha de Cuba contra la invasión y el bloqueo, es un claro ejemplo de la victoria de la política y la diplomacia sobre la guerra. Cuba se armó. No tenía otro camino, pero el éxito de Fidel fue evitar la invasión derrotando políticamente al imperio. Las guerras que de verdad se ganan son las que se evitan sin claudicar.
El ejemplo de Vietnam también es aleccionador. No pudo evitar después de 1954 la intervención de EEUU, pero en los años 60 y 70 la resistencia vietnamita, aunada a la ofensiva política y la solidaridad internacional, logró detener la escalada militar de EEUU, pues dicho país no pudo justificar el incremento de tropas y mucho menos el eventual uso de armas nucleares.
La contraofensiva política debe detener la agresión, como lo logró Fidel, salvando a Cuba de un holocausto y Ho Chi Minh expulsando de Vietnam al imperio.
También necesitamos parar la guerra contra los ecosistemas. Ellos dependen del éxito de la COP17, de Río+20 y de que las bombas dejen de caer, y comprendamos que la naturaleza puede vivir sin nosotros, pero nosotros no podemos vivir sin ella.
julio.escalona99@yahoo.com