Su diálogo
sangriento durante las horas del golpe contra Allende
"El punto central no está en si se puede o no hacer un homenaje a Pinochet, sino en lo escandaloso que es, que todavía existan personas, muy poderosas, que justifican haber pisoteando la vida y la dignidad humana. Este homenaje es una oportunidad para recordar las brutalidades de la dictadura, y decir como sociedad, con fuerza, “nunca más”. Pero además, una posibilidad para discutir sobre las transformaciones neoliberales que se realizaron en este brutal régimen, y como hoy golpean duramente a millones de chilenos."Daniel Manouchehri
De allí que traer a
la memoria ese diálogo que sostuvo con el Vicealmirante Patricio
Carvajal mientras se desarrollaba el golpe de estado contra
Allende, es una necesidad de todos los días como buena
estrategia para impedir que ese tipo de especie sanguinaria de
animal pueda reproducirse y sobre todo cuando vemos que hoy día,
domingo 10 de junio, en la ciudad de Santiago de Chile, la
derecha más extrema de ese país optó por rendirle tributo con
motivo que cumplirse el décimo cuarto aniversario de la entrega
que hizo de la jefatura de la Comandancia General del Ejército y
su designación de Senador de la República, algo insólito que nos
demuestra que esa derecha ya no tiene ningún interés, ni razones
para seguir ocultando su siniestro rostro.
En las primeras horas
de la mañana de aquel fatídico día 13 de septiembre de 1.973,
día del derrocamiento del gobierno de la Unidad Popular y
asesinato de Salvador Allende*, se desarrolló ese abominable y
macabro diálogo entre los dos golpistas mayores de la
sublevación, Pinochet y Carvajal, el cual bien vale la pena -lo
reiteramos- recordarlo una vez más en esta hora de cambios
sustantivos y promisorios para los pueblos de todo el Continente
y del mundo todo, pues los términos de su desarrollo son tan
espeluznantes que a muchos les resultará hasta increíble, pero
que corresponde a una realidad muy cierta y aun cuando dudamos
que algo equivalente pudiera repetirse en esta América que ha
despertado y le ha dicho basta a sus opresores, estamos muy
seguros que éstos buscarán todas las vías posibles para torcer
el rumbo que llevamos e impedir que nuestros pueblos consoliden
cada día más su independencia y soberanía.
Veamos los
fragmentos de ese diálogo entre Pinochet y Carvajal que hemos
tomado de la Internet, cuya fuente original, según se indica
allí, es la importante revista chilena Análisis de 1.985:
Pinochet: “Yo tengo la impresión de que el señor
civil (se refería a Allende) se arrancó en las tanquetas. Y
Mendoza (otros de los gorilas golpistas), ¿no tiene contacto
con él?”
Carvajal: “No, pero en las tanquetas no huyó. Las
tanquetas se habían ido antes y yo posteriormente en persona
hablé por teléfono con él… y lo he intimado a la rendición en
nombre de los Comandantes en Jefe y (...) el huevón contestó
con una serie de garabatos".
Pinochet: “Conforme, conforme. Entonces hay que
impedir la salida; si sale, hay que tomarlo preso.”
Carvajal: “Y también hablé posteriormente con el
edecán naval, quien me confirmó que Allende está en la
Moneda.”
Pinochet: “Entonces hay que estar listos para actuar
sobre él. ¡Más vale matar la perra y se acaba la leva!”
Se despiden y pocos minutos después retoman el diálogo:
Pinochet: “Patricio, aquí te habla Augusto. Dime, el
señor Altamirano y el señor este otro, Enríquez (se refiere al
dirigente del MIR, Miguel), el otro señor Palestrano (diputado
aguerrido del partido socialista) y todos estos gallos, ¿dónde
están metidos? ¿Los han encontrado o están fondeados?”
Carvajal: “No tengo informaciones de donde se
encuentran.”
Pinochet: “Es conveniente darle la información al
servicio de inteligencia de las tres instituciones para que
los ubiquen y los tomen presos. Estos gallos deben estar
fondeados, son verdaderas culebras.”
Carvajal: “Conforme, conforme. El comandante Badiola
está en contacto con la Moneda… Le va a transmitir este último
ofrecimiento de rendición. Me acaban de informar que habría
intención de parlamentar.”
Pinochet: “Tiene que ir (Allende) al Ministerio con
una pequeña cantidad de gente. ¡A las once en punto se
bombardea!".
Carvajal: “Ellos está ofreciendo parlamentar.”
Pinochet: “¡Rendición incondicional! ¡Nada de
parlamentar, rendición incondicional!
Carvajal: “Muy bien, conforme. Rendición
incondicional en que lo toman preso, ofreciéndole nada más que
respetar la vida, digamos…”
Pinochet: “La vida y su integridad física y enseguida
se lo va a despachar para otra parte.”
Carvajal: “Conforme. O sea que se mantiene el
ofrecimiento de sacarlo del país.”
Pinochet: “Se mantiene el ofrecimiento de sacarlo del
país… Y el avión se cae, viejo, cuando vaya volando.”
De nuevo suspenden la conversación y la retoman luego de breves
minutos:
Pinochet: “Patricio, muy conforme con toque de queda,
muy conforme con Estado de Sitio, pero hay que agregar algo.
Se va a aplicar Ley Marcial a toda persona que sea sorprendida
con armas o explosivos. Van a ser fusilados de inmediato, sin
esperar juicios.”
Carvajal: “Conforme. Ley Marcial. Estado de Sitio.
Toque de queda. Y a todo el que se le sorprenda con armas o
explosivos serán ejecutados de inmediato.”
Pinochet: “¡Están ganando tiempo! ¡No acepten ningún
parlamento! ¡Parlamento es diálogo! ¡No podemos aparecer con
debilidad de carácter aceptando un plazo de parlamento a esta
gente, porque no podemos nosotros aceptar plazos ni
parlamentos que signifiquen diálogo, significan debilidad!
¡Todo ese montón de jetones que hay ahí, al señor Tohá, al
otro señor Almeyda (ambos ministros de Allende), a todos esos
mugrientos que estaban por arruinar al país deben pescarlos
presos y al avión que tienes dispuesto tú! ¡Y sin ropa, con lo
que tienen, para afuera!”
Carvajal: “Me han dicho que espere un momento para
convencer al Presidente.”
Pinochet: “¡Negativo!”
Se interrumpe la conversación y luego de transcurridos algunas
muy pocas horas, se reanuda:
Carvajal: “Gustavo (Mendoza) y Augusto…Hay una
información del personal de la Escuela de Infantería que está
dentro de la Moneda. Por la posibilidad de interferencias, la
voy a transmitir en inglés: They say that Allende committed
suicide… is dead now. ¿Dígame si entienden?”
Pinochet: “Entendido.”
Carvajal: “Augusto, respecto del avión para la
familia, no tendría urgencia entonces esa medida.”
Pinochet: “¡Que lo metan en un cajón y lo embarquen
en un avión, viejo, junto con la familia! ¡Que el entierro lo
hagan en otra parte, en Cuba? ¡Si no, va a haber más pelota
pa’l entierro! ¡Si éste hasta para morir tuvo problemas!”
Así actúa el fascismo y los venezolanos, hay que recordarlo de
manera persistente, alcanzamos a sentirlos aquellos días de
abril del 2002 cuando la derecha tomó el poder en nuestro país
por apenas 48 horas, tanto por la matanza planificada el día de
la marcha en Puente Llaguno y alrededores (11/07), como por el
asedio de la embajada de la República de Cuba y la persecución
que se desató una vez fue detenido y raptado el Presidente
Chávez (día 12 en la madrugada), por parte de los Alcaldes de
Primero Justicia (Enrique Capriles Radonski y Leopoldo López) y
de la Policía Metropolitana al mando de Alfredo Peña, Simonovis,
Vivas y Forero. Hay que agregar que hasta “periodistas” miembros
del CNP de los grandes medios radioeléctricos y televisivos
hacían llamados a la población para que denunciaran el lugar
donde se escondían los funcionarios, líderes y simpatizantes del
gobierno derrocado.
Oportuna la ocasión para traer a la memoria, también, que por
aquellas horas dramáticas que vivió el país, Escobar Salom,
quizás el venezolano que más participación tuvo en los gobiernos
del “puntofijismo”, pues en todos ocupó relevantes posiciones,
como ministro del interior, diputado, canciller, secretario de
la presidencia, ministro de justicia, fiscal general, embajador
y paremos de contar, recomendaba en una entrevista a la
periodista Ana Vaccarela, quien andaba muy preocupada por la
resistencia que oponía el gobernador del Táchira, Blanco La
Cruz, a reconocer a Carmona como nuevo presidente de Venezuela y
a renunciar a su cargo, “que lo sometieran por la
fuerza y lo hicieran preso”. Por su parte, el General
Damiani Bustillos, quien si mal no recordamos, integraba para
aquel momento el alto mando de la Guardia Nacional, lanzaba
amenazas desde la televisión advirtiéndoles a los chavistas y
miembros de los Círculos Bolivarianos, que (palabras más,
palabras menos): “ya los tenemos ploteados y sepan que vamos
tras de ustedes…”
¡Lo que nos esperaba a los venezolanos de haberse consolidado
aquel abril del 2002 el gobierno espurio de Carmona Estanga y de
los más oscuros intereses de la oligarquía criolla al servicio
del imperialismo yanqui…!
(*) Ante una decisión
reciente de una comisión gubernamental que determinó que Allende
se suicidó, copiamos lo que escribió García Márquez días después
de su muerte: “Resistió durante seis horas con una metralleta
que le había regalado Fidel Castro y que fue la primera arma
de fuego que Salvador Allende disparó jamás. El periodista
Augusto Olivares que resistió a su lado hasta el final, fue
herido varias veces y murió desangrándose en la asistencia
pública. Hacia las cuatro de la tarde el general de división
Javier Palacios, logró llegar hasta el segundo piso, con su
ayudante el capitán Gallardo y un grupo de oficiales. Allí
entre las falsas poltronas Luis XV y los floreros de Dragones
Chinos y los cuadros de Rugendas del salón rojo, Salvador
Allende los estaba esperando. Llevaba en la cabeza un casco de
minero y estaba en mangas de camisa, sin corbata y con la ropa
sucia de sangre. Tenía la metralleta en la mano. Allende
conocía al general Palacios. Pocos días antes le había dicho a
Augusto Olivares que aquel era un hombre peligroso, que
mantenía contactos estrechos con la Embajada de los EE.UU. Tan
pronto como lo vio aparecer en la escalera, Allende le gritó:
"Traidor", y lo hirió en la mano. Allende murió en un
intercambio de disparos con esa patrulla. Luego todos los
oficiales en un rito de casta, dispararon sobre el cuerpo. Por
último un oficial le destrozó la cara con la culata del
fusil.”
Leer completo este texto, bajo el título, “La verdadera muerte de un Presidente”, en la página: http://www.ciudadseva.com/enlaces/ggm-sa.htm
oliverr@cantv.net