Existen alternativas a la austeridad selectiva y a los recortes impuestos para satisfacer el pago de una deuda ilegal, ilegítima o incluso odiosa, que no beneficia al pueblo, impide el respeto y el ejercicio de los derechos humanos y contribuye al desmantelamiento del estado mínimo del bienestar. El pago de ésta deuda es ahora insostenible y por tanto se debe parar el reembolso a los acreedores, hacer una auditoría ciudadana y enjuiciar a los responsables. Se trata de una emergencia humanitaria que debe ir acompañada de otras medidas para darle la vuelta al sistema. También se ha de perseguir el fraude fiscal de las grandes fortunas y corporaciones en lugar de premiarlas legislando amnistías en su favor, recuperar una fiscalidad progresiva para aumentar la recaudación estatal y potenciar así la redistribución de la riqueza y el mantenimiento de los servicios públicos, implantar tasas a las transacciones financieras y destinarlas a cubrir las necesidades colectivas en lugar de utilizar dinero público para rescatar la deuda privada de los bancos... Hay alternativas, la situación que estamos viviendo no es fruto de la necesidad sino el resultado de una decisión política que solo beneficia a una minoría en detrimento del 99%.
En el País Valenciano, los casos de corrupción y despilfarro de fondos públicos son cada vez mayores; además, como también pasa en el resto del estado, el modelo de sobreendeudamiento prioriza el pago de los intereses de la deuda sobre cualquier otro gasto público para que este pago sea cobrado, en muchos casos, por aquellas mismas personas, entidades bancarias y financieras que lo motivaron.
No es lo mismo invertir en iniciativas de utilidad social que en
grandes infraestructuras o en otros acontecimientos que solo
benefician a un 1%, reforzando así la concentración del capital
proceso que está en la base tanto del aumento de las desigualdades
sociales como del colapso de la economía productiva.
En consecuencia, hemos decidido investigar el origen de ésta deuda para hacer público en qué condiciones se ha contraído, qué se ha financiado con ella y a quien se está beneficiando, todo esto mediante la elaboración de una auditoría ciudadana de la deuda.
El objetivo inmediato de esta auditoría es proporcionar y aplicar
argumentos éticos, jurídicos y políticos que sirvan, por una
parte, para declararla, en su caso, ilegítima u odiosa y promover
su anulación y, por otra, para denunciar a los responsables.
Además, la auditoría es un instrumento de empoderamiento de la
ciudadanía que garantiza un ejercicio de democracia y un mayor
control social de las instituciones, así como un proceso de
aprendizaje colectivo.
Por toda Europa y el Norte de África se está creando la Red Internacional Auditoría Ciudadana (International Citizens Audit Network - ICAN) en la que se integra la Plataforma Auditoría Ciudadana de la Deuda ¡No debemos! ¡No pagamos!, creada por colectivos, organizaciones y movimientos sociales de todo el Estado, que en octubre de 2011 decidieron impulsar una campaña estatal para abrir los libros de la deuda. Así, la Plataforma Auditoria Ciutadana del Deute País Valenciá hace un llamamiento a toda la ciudadanía y colectivos de nuestro territorio a participar en este proyecto de auditoría ciudadana, un proyecto de largo recorrido y grandes ambiciones emancipadoras para poner patas arriba el mundo en el que vivimos.
¡Desde abajo, juntas lo conseguiremos!
Plataforma Auditoria Ciutadana del Deute País Valenciáhttp://patasarribavlc.blogspot.com.es/
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