El Comandante del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas Iraníes, Sayed Hassan Firuz acuso a los países de Arabia Saudí, Qatar y Turquía de ser responsable del derramamiento de sangre y la crisis en Siria junto con los Estados Unidos e Israel. “Las actividades militares de los países vecinos en contra de Siria, que favorecen los objetivos coloniales y aventureros de los EEUU, se devolverán en su contra, porque después de Siria, será el turno de Turquía y de otros países de la región”. Para Fruz, “el Wahhabismo y Al Qaida suponen actualmente un verdadero desastre para los musulmanes inocentes”.
Wahhabismo es una corriente religiosa musulmana de la rama del sunnismo, y en especial de la escuela hanbalí. Su auge se debe a la relación con la dinastía Al-Saud y al apoyo mutuo que se brindaron ambos. Es la forma religiosa del Islam que tiene más influencia sobre los musulmanes sunníes en Arabia Saudita, y son la mayoría en dicha nación.
Al Qaida es una organización paramilitar, yihadista, que práctica el terrorismo y se presenta como un movimiento de resistencia islámica alrededor del mundo. Su fundador y líder fue Osama Bin Laden Riad, multimillonario de origen saudí. Bin Laden fue financiado por la CIA en la lucha contra las tropas de la Unión Soviética en Afganistán en plena guerra fría. El apoyo iba desde la instrucción en combate hasta la entrega de armamento. Posteriormente, en 1998, se rebelaron contra EE UU, y actualmente sus integrantes sirven como mercenarios para esa nación.
Fruz, realizó un llamado a “los musulmanes a unirse frente a los complots que fomentan la división y están siendo promovidos por EEUU e Israel”. En Siria se intenta provocar rebeliones de los sunitas contra los Alauitas, corriente chiita con influencia en el gobierno de Damasco. Todas estas desestabilizaciones en países del Medio Oriente están siendo promovidos por EEUU e Israel. Estos movimientos subversivos tienen un componente religioso y político que producen un coctel muy peligroso, y pueden revertirse contra los EE UU, Israel, Arabia Saudita y Bahrein. Eso es la advertencia que hace Sayed Hassan Fruz que coincide con Kissinger.
Henry Kissinger ex Secretario de Estado de EEUU, estimó que “la revolución de la que debemos hablar con seriedad, pero no lo esta siendo en Occidente, de cara a evitar sus peligrosas repercusiones es la que tuvo lugar en Bahrein”. El 3 de julio, Kissinger, que asistía a un seminario en la Universidad de Maryland, junto a antiguos embajadores del Medio Oriente, señaló que la revolución que sacude a Bahrein desde hace más de un año, “esta siendo promovida en forma pacifica y sorprendente por las tres cuartas partes de la población y utiliza eslóganes atrayentes y lógicos”. Kissinger añadió: “el peligro radica en el hecho de que esta revolución ha crecido tanto que está lejos de ser erradicada y el riesgo de que se extienda a Arabia Saudita se ha hecho muy acuciante, especialmente cuando nos acercamos a la partida del rey Abdulá”. “La vida de este último, aunque esté muerto clínicamente, es la única garantía de la supervivencia del poder en Arabia Saudí, al igual que sucede con la muerte clínica de Ariel Sharon, protector en los últimos años del reino de los hijos de Israel” según Al Manar estación de TV en Líbano.
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