Una mente brillante ha dejado de pensar. El historiador marxista Eric Hobsbawm, uno de los intelectuales británico más respetado en el mundo, falleció hace escasos días, a la edad de 95 años, en un hospital de su país. Pocos medios internacionales reseñaron la noticia de su muerte. Lo cierto es que Hobsbawm nunca renegó de su formación política marxista, aunque algunos críticos de forma errónea lo situaron en el campo del reformismo postmodernista. Nacido en 1917 en Alejandría (Egipto), en el seno de una familia judía-polaca, era británico de segunda generación. Su vida estuvo marcada por la persecución nazi y los años de la guerra intra-europea.
Hobsbawm fue un acérrimo crítico de los movimientos nacionalistas, especialmente del nazismo y su hermano gemelo el sionismo". Hobsbawm vio el nacionalismo y la izquierda como dos ideologías irreconciliables. En ocasión de una entrevista concedida a The Guardian, dijo: "Soy judío, pero ser judío no implica dar apoyo al sionismo o, incluso menos, a las políticas particulares que sigue el gobierno de Israel, que son desastrosas y malas. Son políticas que llevan a la limpieza étnica de los territorios ocupados Soy de la opinión que los judíos deben decir que es posible ser judío y no apoyar a Israel".
Traigo aquí una selección de fragmentos de otras entrevistas publicadas en España en el año 2000 con el título de Entrevista sobre el siglo XXI (Crítica). En ellas Eric Hobsbawm dice:
Guerra del futuro. " determinados individuos o grandes corporaciones poseen [hoy] tanto dinero como los estados mismos. En buena parte gracias a la magnitud que han alcanzado las actividades ilegales, como el tráfico de drogas y el contrabando. [ ] En las guerras del futuro estas cuestiones serán, en mi opinión, cada vez más importantes. [ ] Trescientos milicianos bien armados, que no estén controlados directamente por ningún estado o gobierno, pueden incursionar fácilmente en vastas zonas y limpiarlas de 'enemigos'. [ ] Cuanto menos estructurados, estatales, son los conflictos armados, más peligrosos son para las poblaciones civiles".
Limpieza étnica. "Genocidio' se ha convertido en un término utilizado con exceso y, por tanto, se ha despreciado; algo así como lo que ha sucedido con la palabra 'fascismo'.
Mito nacional. "Los mitos nacionales constituyen otro problema es en el que hay que saber distinguir entre lo que llega desde abajo y lo que se impone desde arriba. Esos mitos no surgen espontáneamente de la existencia real de la gente, son más bien algo que la gente aprende de alguien: de los libros, de los historiadores, de las películas; hoy en día de los que hacen televisión. En general no forman parte de la memoria histórica ni de una tradición viva, excepto en circunstancias especiales, que se dan cuando, lo que un día se convertirá en mito nacional, nace de la religión. Es el caso de los judíos [ ]".
