Hoy día el mundo camina hacia una multiplicidad de centros de poder y está en curso un proceso de difusión del poder mundial, con el reconocimiento creciente del papel que está siendo desempeñado por los países en desarrollo. Pensamos que es imperioso preservar el Atlántico Sur de la introducción de armas nucleares y otras armas de destrucción en masa, si nosotros no nos ocupamos de la paz y la seguridad del Atlántico Sur, otros se van a ocupar. Y no de la manera que nosotros deseamos: con una visión de países en desarrollo que repudian cualquier actitud colonial y neocolonial. Como se sabe, en los últimos años la mayor parte de los países sudamericanos vienen construyendo diversos espacios de integración y coordinación económicas, políticas y militares como el Banco del Sur, Unasur y el Consejo de Defensa Suramericano (CDS). Este proceso se aceleró con la crisis mundial y el descubrimiento de grandes reservas de petróleo y gas en Venezuela y el mar de Brasil.
Uno de los ejes de la defensa de los países sudamericanos pasa por el Atlántico y este tiene cada vez mayor importancia por el descubrimiento de enormes reservas minerales y petrolíferas por sus abundantes recursos en biodiversidad y ejemplo el 95% del comercio exterior brasileño pasa por ese océano.
Con el nombre de Consejo Sudamericano de Defensa (CSD) Hugo Chávez dio una forma general y ratificó que Estados Unidos no formaría parte del Consejo porque ese país no está en Sudamérica. La visión de Chávez era que ya los países sudamericanos no necesitaban pedir permiso a Washington para poner en marcha un mecanismo que es de su interés.Este organismo internacional es para hacer lo que le interesa a Sudamérica porque el Consejo es sudamericano y no tendrá unidades militares "operacionales" porque no es una alianza militar clásica. En América del Sur no hay ninguna carrera armamentista. No pretendemos expansiones territoriales, pero debemos tener armas para poder tener y proyectar una capacidad de disuasión, la fuerza de Sudamérica nace de la integración de sus pueblos. Sudamérica tiene que tener una fuerte presencia en el concierto de las naciones del mundo, que no se trata de enfrentar un enemigo común para la región, por lo cual no será una estructura al estilo de la OTAN, creada en el contexto de la guerra fría y que agrupa las estructuras de defensa de América del Norte y Europa.
