Auditórium

Mí respuesta a la ‘carta abierta’ de José Varela


“Lo que no quieres que los otros te hagan a ti, no lo hagas a los otros”.
Confucio….

La idea de la pasión es lo contrario al razón: como la pasión nace del instinto, no hace posible el pacto, dejando al hombre como un animal insatisfecho, siempre con ganas de mas por lo tanto, debe concluirse que la razón será siempre por encima de la pasión, ya que nos permite pensar antes de actuar.


¿Si Jesús debía morir para cumplir su misión, y él sabía que eso iba a suceder porque ya se lo había dicho a sus discípulos, entonces porqué pide perdón por aquellos que hicieron posible que cumpliera su misión?

¿Qué habría sucedido si todos estos "hubieran sabido lo que hacen" y no lo hubieran matado?


Existen fanáticos que están siempre a la pesca de cualquier frase, concepto o palabras que uno escriba para utilizar o teñir adhominem, los conceptos medulares del pensamiento, mantenidos a través de los años como simpatizante o militante o como se le llame del Movimiento Bolivariano, mis opiniones han sido invariables y coherentes, que prevalecen sobre los movimientos tácticos de la oposición en su avance sobre el gobierno bolivariano, que lean las ultimas encuestas en la intención del voto hacia el 8-D. Aquí es oportuno revisar el archivo de www.aporrea.org desde el 2007 donde se condensa ese pensamiento del suscrito hasta el día de hoy, sin ser apasionado, menos pedirle al comandante que me perdone.


Los que piensan que el problema social y económico venezolano puede solucionarse escribiendo, y hablando de marxismo, socialismo y revolución, se equivocan.

Donde la injusticia social con esta inflación, especulación, escasez e invasión incontrolada de chinos, que han venido dominando a la nación, están negando el concepto sobre la afirmación de que la justicia social sólo puede alcanzarse si se construye una patria donde su economía sea poderosa y rica. Ya que las etapas prósperas desde el 2009 con el aumento del precio del petróleo no han sido para los trabajadores sino para los empresarios más vivos, y de las transnacionales de todo pelaje, y de los parásitos del burocratismo actual que la usufructúan.


Venimos alertando sobre el empobrecimiento generalizado que esta causando esta genocida inflación en contra del pueblo venezolano. Donde el gobierno bolivariano está demostrando su fracaso evidenciando su incapacidad para gobernar.

Cuando se nos habla de “tenemos patria”, de “comunas”, de “viviremos y venceremos”, no son sino creaciones insidiosas para evitar que los venezolanos se defiendan, de este cataclismo económico especulativo para penetrarlos y aguebonearlos.

Sabemos que la economía no es ni ha sido nunca libre: o la dirige y controla el Estado con gente competente en beneficio del Pueblo o la maneja el burocratismo parasitario, junto con sus aliados de los grandes monopolios en perjuicio de la Nación.

Las aparentes ayudas por empréstitos de los chinos no son sino otras formas de penetración que sirven de medios de expoliación, y descapitalización. Donde terminan por dominar, e imponer finalmente sus exigencias económicas, políticas y sociales, con lo que los países sometidos pasan a ser colonias.

El burocratismo bolivariano está operando con los mismos valores que el adversario, es decir, con una visión populista y demagogica, superficial, antitética de lo revolucionario. Con una indeterminación ideológica, se que hay funcionarios con un buen nivel de capacidad teórica, pero que la disocian de su práctica, y les sirve para justificar con razonamientos de “izquierda” el oportunismo con que actúan. Rafael Correa ha modernizado al Ecuador, y ha aumentado el nivel de la calidad de vida de su pueblo, fue elegido para administrar el país no para hacer populismo y demagogia, es un buen ejemplo a seguir por Nicolás Maduro Moros. La burocracia, cultiva un “realismo” que pasa por ser el colmo de la idiotez, y rechaza toda sugerencia, su actividad está muy alejada de una verdadera política revolucionaria, con una proyección hacia el futuro, y que no se agote en sí misma.

Yo no cultivo las banalidades sociológicas que se inculcan bajo el disfraz “revolucionario”, y creo que la critica pro positiva es lo único que sabe sumar, y evita las deserciones de nuestras filas por lo que la fantasía, y el aventurerismo no puede ser lo que desafíe la correlación abrumadora de fuerzas en contra de los intereses populares.

El chavismo no debe ser “populista ni demagogo”, porque confunde la composición del socialismo democrático, del mismísimo movimiento bolivariano con la ideología, considerando que existen ideologías “dogmaticas” o “estalinistas”. Cosa que no logro entender que, en un frente de lucha, no estemos todos de acuerdo, pero que la ideología sólo puede ser hoy en pleno siglo XXI revolucionario y democrático, alejada del llamado socialismo real del siglo XX.


También creo que Venezuela no puede seguir en una sociedad dividida por utopías, que en todo caso desnaturalizan esa visión del socialismo, con metodología y prácticas estalinistas, ahí si se facilita la proliferación de los peores elementos que en los remansos de la lucha aparecen para pavonear figuración y candidaturas.

Este “estilo mío”, esta calidad especial, corresponde a mi convicción intrínseca de lo que debe ser un movimiento revolucionario por nuestra composición, y sobre una verdadera lucha antiimperialista, y no anti-norteamericana nada más, que objetivamente haga de nosotros el término de un antagonismo irreconocible con el resto del pueblo venezolano que nos adversa, mientras que organizativamente, y como estructura de un gobierno eficaz, y eficiente estamos muy por debajo de esos requerimientos.

Llegar al fondo del drama actual de la economía venezolana producto de la inflación, era para detener el despojo de que era víctima, la alienación de su soberanía al imperialismo norteamericano, y el papel que en ello desempeñaba el régimen cuarto republicano, punto de convergencia de las unánimes devociones del nuevo apostolado revolucionario. Los pocos que han mordido esa fruta del Árbol de la Sabiduría han sido execrados del paraíso político del gobierno bolivariano, y señalados en la fiscalía de estar envueltos en la conspiración, y la corrupción. Los verdaderos sospechosos de este desastre guardan silencio en el alto gobierno, quieren un país, sin “prensa libre” donde el que se atreva a escribir o hacer criticas, sea difamado, y perseguido hasta el final de su vida por el odio estalinista, y condenado al ostracismo político después de muerto.

Percasita11@yahoo.es



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Edgar Perdomo Arzola

Analista de políticas públicas.

 Percasita11@yahoo.es      @percasita

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