Hasta el día de hoy sigue siendo complicado para muchos definir con exactitud el rumbo político que viene tomado el actual gobierno de transición de Egipto, incluso para este escribidor que no dudó en apoyar la última rebelión popular que terminó por derrocar al gobierno del Islam político reaccionario de la Hermandad Musulmana (HM) dirigido por Mohamed Mursi.
Grandes contradicciones y diferentes corrientes políticas siguen confrontándose de forma silenciosa dentro de la dirección del Estado egipcio, al tiempo que un bombardeo de análisis e informaciones encontradas promovido por los sesudos “intelectuales” de la seudo-izquierda (trotskistas) y periodistas muy bien remunerados por EE.UU. y Europa contribuyen a complejizar, aún más, el estudio de la situación que afronta el pueblo egipcio, lo que hace más difícil su comprensión.
Luego de la caída de la HM, tras un levantamiento popular sin precedente en la historia de ese país, donde millones de personas salieron el 30 de junio de 2013 a las calles de las más importantes ciudades de Egipto para protestar contra las pretensiones antidemocráticas de Mursi, movilización que no pudieron ocultar los medios occidentales [1], Egipto experimenta cambios sigilosos, casi imperceptible para el común que no dispone de todas las informaciones.
Dentro de la aparente tranquilidad alcanzada por el gobierno de transición de ese país tras el desgaste de los partidarios de la HM y la derrota de los yihadistas en el Sinaí, en Egipto se suscitan eventos importantes que muy pocos saben interpretar, pero que asoman luces sobre una tendencia política que cobra fuerza y viene dando pasos agigantados y marcando distancia de EE.UU.
Una noticia aparecida recientemente en un reconocido medio ruso llamado RussiaToday RT-Internacional, revela un hecho que sin duda define un cambio geopolítico trascendental que golpea al rostro malogrado de la hegemonía de EE.UU. sobre ese país y toda aquella convulsionada región. Dice la misma:
“Egipto pronto podría comprar a Rusia las armas más modernas, y la suma de la primera oferta podría llegar hasta 4.000 millones de dólares (…) Según la publicación, Moscú ofreció a El Cairo "firmar un acuerdo histórico, con el derecho de elegir las armas más modernas, sin que haya ningún tipo de restricción en los sistemas de combate individuales, tal como a veces ocurrió en el pasado" [2].
Otra noticia, esta vez destacada por la agencia Cairo Press Review (medio de ese país) subraya lo que se convertirá, sin duda, en la confirmación de “un signo de los nuevos tiempos en el Medio Oriente y de la debilidad estratégica de los EEUU” tal como lo expresa el camarada Juan Antonio Hernández, Embajador de la República Bolivariana de Venezuela en la República Árabe de Egipto.
La noticia dice:
“Los ministros de Exteriores y de Defensa de Rusia viajarán a El Cairo la próxima semana para conversaciones con sus homólogos egipcios sobre la venta de armas y las relaciones entre ambas naciones, dijo un funcionario ruso el viernes.
La visita fue descrita como un preludio a la visita del presidente ruso Vladimir Putin a Egipto a finales de este mes.
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Moscú sostuvo que las conversaciones se celebrarán el miércoles y el jueves, y por primera vez implican tanto al jefe de la diplomacia rusa, Sergei Lavrov, como al ministro de Defensa Sergei Shoigu . "La visita y la discusión se darán en ese formato por primera vez en la historia de nuestras relaciones de amistad (con Egipto)".
Los dos ministros de Rusia llevarán a cabo una reunión con el viceprimer ministro y ministro de Defensa, Abdel- Fattah el- Sisi y el ministro de Relaciones Exteriores Nabil Fahmi , agregó el portavoz de la cancillería rusa.
Cabe destacar también otras informaciones resaltadas por otro diario egipcio MENA el 08/11/2013 que cuentan sobre la visista oficial de una delegación egipcia a Rusia el martes con el objetivo de “fortalecer las relaciones con Moscú”. Según el medio “la delegación reiteró la importancia de establecer relaciones estratégicas con Rusia y así lograr el equilibrio de Egipto en el mundo”. Uno de los delegados de la delegación oficial era el Vice Primer Ministro, Yahya al Gamal, quién expresó su agradecimiento a Rusia “por la histórica ayuda que prestó durante la era del Presidente Abdel Nasser”.
Todo parece indicar que los estrategas estadounidenses conocían poco a sus “amigos” o calcularon mal sus pasos en Egipto. Su pretendido chantaje contra el gobierno de transición y las fuerzas armadas de ese país, de bloquear los fondos de “ayuda militar” calculados en 1.300 millones de dólares anuales [3] (equivalente al 20% de todo el presupuesto militar) resultó ser un grave error político y estratégico que aceleró los cambios en la composición interna de la actual dirección política egipcia. Las corrientes más pro-occidentales quedaron aisladas, y perdieron espacios de poder.
Los estrategas imperiales (o “think tank” como gustan llamarse) que saben más de hamburguesas que de historia, olvidaron que en la década de los 50ta del siglo pasado EE.UU. cometió el mismo error, que tercamente hoy vuelve repetir, al negarse de abastecer con armas modernas y repuestos militares a la República Árabe de Egipto que nacía tras el derrocamiento del títere monarca Faruk a manos del “Movimiento los Oficiales Libres” liderizado por el carismático y rebelde Gamal Abdel Nasser. El líder revolucionario egipcio buscó apoyo internacional y encontró los brazos abiertos de la Unión Soviética. Egipto soberano se unió al bloque de países que cambiaron la histórica en aquellos gloriosos días.
Los come-hamburguesas, quizás, poco saben, o descubrieron que ya era demasiado tarde para poder evitar el acercamiento de Egipto y Rusia. La renovada amistad entre los dos países marca el fin de la era de la traición de Anuar Al Sadat, Hosni Mubarak y Mohamed Mursi, y el regreso de un Egipto independiente y soberano al complicado tablero geopolítico regional, con una fuerzas armadas bien equipadas que han derrotado a la última carta bajo la manga imperial: el islamofascismo [4].
Bien lo ha manifestado el exconsejero de Seguridad Nacional de EE.UU. y el actual cerebro de la Casa Blanca, Zbigniew Brzezinski, cuando reconoció durante una conferencia en la Escuela de Estudios Internacionales Avanzados (SAIS) de la Universidad Johns Hopkins que “la dominación de EE.UU., que después de la Guerra Fría determinaba la agenda internacional, ha terminado y no podrá restablecerse durante la vida de la próxima generación” [5].
Vientos frescos vuelven al Egipto de Gamal Abdel Nasser y surcan por toda la región del Medio Oriente y el Norte del África, trayendo consigo las esperanzas renovadas del Panarabismo y el socialismo árabe banderas de aquel gigante. Pero aún falta mucho por definirse. Las futuras elecciones programadas para el primer trimestre del próximo año serán definitorias.
La República Árabe de Egipto está llamada a ejercer un liderazgo determinante en toda la región y apoyar a sus históricos aliados en Siria en su lucha contra las diferentes bandas terroristas islamofascistas vinculadas a Al-Qaeda y apoyadas por EE.UU., Francia y sus aliados de la región.
Fuentes:
[2] http://actualidad.rt.com/
[4] http://actualidad.rt.com/
[5] http://actualidad.rt.com/