Resolución sobre los sindicatos (elaborada por Carlos Marx y adoptada en el I Congreso de la Asociación Internacional de los Trabajadores en Ginebra, 1866).
A) Su pasado: El capital es una potencia social concentrada, mientras el obrero dispone sólo de su fuerza de trabajo. Por ello el contrato entre el capital y el trabajo nunca puede descansar en condiciones justas, ni hasta ser justo en el sentido de una sociedad que pone a un lado la posesión de los medios materiales de existencia y de producción y al lado opuesto las fuerzas productivas vivas.
La única potencia social del lado de los obreros es su masa. Sin embargo, la potencia de la masa está rota por la desunión. La dispersión de los obreros está engendrada y mantenida por su rivalidad inevitable. Los sindicatos han nacido primero de tentativas espontáneas de obreros por suprimir, o a lo menos limitar, esa rivalidad, por arrancar condiciones de trabajo establecidas por contratos situándolos, por lo menos, por encima de la condición de simples esclavos.
Por eso, el objetivo inmediato se ha limitado a las reivindicaciones de todos los días, a los medios de defensa contra las usurpaciones incesantes del capital, en una palabra, a las cuestiones de sueldos y de tiempo de trabajo. Esta actividad de los sindicatos no es solamente legítima, sino necesaria. No nos podríamos dispensar de ella en tanto subsista el modo actual de producción. Por el contrario, es preciso generalizarla creando sindicatos y uniendo éstos en todos los países.
Por otra parte, los sindicatos, sin darse cuenta de ello, se han convertido en centros de organización de la clase obrera como los municipios y las comunas de la Edad Media lo fueron para la burguesía. Si los sindicatos son indispensables para los combates diarios entre el capital y el trabajo, son aún mucho más importantes en tanto que aparatos organizados para apresurar la abolición del sistema mismo del salario.
B) Su presente: Hasta hoy, los sindicatos han visto de una manera demasiado exclusiva las luchas locales e inmediatas contra el capital. Todavía no han visto sus posibilidades de fuerza ofensiva contra el sistema esclavitud de los salarios y contra el modo de producción actual. Por eso se han quedado demasiado aparte de los movimientos sociales y políticos generales. En estos últimos tiempos, sin embargo, parecen adquirir conciencia de su gran tarea histórica, como se puede inferir, por ejemplo, de su participación al movimiento político más reciente, de su concepción más elevada, de su función y de la resolución de la última gran Conferencia de los delegados de las Trades-Unión en Sheffield, que decía:
Esta Conferencia aprecia enteramente los esfuerzos de la Asociación Internacional para unir a los obreros de todos los países en una federación fraternal común y recomienda con mucho interés a las diferentes asociaciones representadas en la Conferencia ingresen en esta organización, teniendo la convicción de que ésta es necesaria al progreso y al bienestar de toda la clase obrera.
C) Su porvenir: Aparte de sus objetivos primitivos, de ahora en adelante los sindicatos tienen que trabajar de manera más consciente, como centros de organización de la clase obrera, en vista de su emancipación completa. Es preciso que sostengan todo movimiento social y político que tenga ese fin. Al considerarse y al trabajar como los pioneros y los representantes de toda la clase obrera, lograrán necesariamente atraer a los trabajadores que todavía están fuera del sindicato. Es preciso prestar la mayor atención y cuidado a la defensa de los intereses de las capas obreras peor pagadas, por ejemplo, los obreros agrícolas, a quienes las circunstancias particularmente desfavorables neutralizan su fuerza de resistencia. Es preciso que los sindicatos inculquen al mundo entero la convicción de que sus esfuerzos, bien lejos de ser egoístas e interesados, por el contrario tienen como fin la emancipación de las masas sojuzgadas.
¡Gringos Go Home! ¡Libertad para los cuatro antiterroristas cubanos héroes de la Humanidad!
¡Chávez Vive, la Lucha sigue!
¡Patria Socialista o Muerte!
¡Venceremos!