Al Pueblo De Venezuela,
Al Gobierno Bolivariano de Venezuela,
A los Pueblos y Gobiernos del Mundo,
A los Medios de Comunicación Nacionales e Internacionales,
A la Opinión Publicas Nacional e Internacional,
Al Mundo entero,
Hermanos y Hermanas:
A 38 años de uno de los episodios más tristes y deplorables que ha vivido nuestro hermano pueblo argentino, y toda nuestra América, y con el cual se inició un periodo sangriento de injusticias que duro 11 largos años, como lo fue el Golpe de Estado del 24 de marzo de 1976; los revolucionarios de la América reafirmamos nuestro compromiso con la libertad, con la solidaridad entre los pueblos, con la justicia social, y sobre todas las cosas, con el profundo amor al prójimo, el cual nos motiva.
Un poco de Historia:
El 24 de marzo de 1976 una nueva sublevación militar derrocó a la Presidenta María Estela Martínez de Perón instalando una dictadura de tipo permanente (Estado burocrático autoritario) autodenominada «Proceso de Reorganización Nacional», gobernada por una Junta Militar integrada por tres militares, uno por cada fuerza. A su vez la Junta Militar elegía a un funcionario con el título de «presidente», con funciones ejecutivas y legislativas, sancionando un Estatuto y dos Actas de carácter complementario con jerarquía jurídica superior a la Constitución.
El Proceso fue gobernado por cuatro juntas militares sucesivas, 1976-1980, 1980-1981, 1981-1982 y 1982-1983. En cada una de estas etapas, las juntas designaron como «presidentes» de facto a Jorge Rafael Videla, Roberto Eduardo Viola, Leopoldo Fortunato Galtieri y Reynaldo Benito Bignone respectivamente, todos ellos integrantes del Ejército. Bignone, fue el único "presidente" que no perteneció a la junta.
El «Proceso de Reorganización Nacional» llevó en la línea del terrorismo de Estado que violó masivamente los derechos humanos y causó la desaparición de decenas de miles de personas, contando internacionalmente, la dictadura argentina y la violación de derechos humanos contó con el apoyo activo del gobierno de Estados Unidos (salvo durante la administración de James Carter) y la tolerancia de los países europeos, la Unión Soviética y la Iglesia Católica. Asimismo, en ese momento se instalaron con apoyo estadounidense dictaduras militares en todos los países del Cono Sur de Sudamérica (Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Paraguay, Perú y Uruguay) que coordinaron entre sí y con Estados Unidos la represión, por medio de una organización terrorista internacional denominada Plan Cóndor.
En materia económica, la dictadura entregó formalmente los ministerios económicos a las asociaciones empresarias más conservadoras que impulsaron una política económica abiertamente desindustrializadora y neoliberal, con máxima expansión de una deuda externa; apoyada en el uso de procedimientos represivos del estado contra civiles que incluyeron todo tipo de violaciones a los derechos humanos.
El descontento de la población y la falta de apoyo iban aumentando en contra del poder militar, hace que éste decida declarar la Guerra de las Malvinas contra el Reino Unido, pero sin tomar en cuenta que, justamente en el mismo momento el gobierno de la Primer Ministro Margaret Thatcher también se encontraba en una fuerte crisis política, y era justamente, entablar y ganar una guerra, lo que necesitaba. La derrota infligida terminó de zanjar la crisis del gobierno militar, lo cual condujo a la caída de la tercera junta militar y meses más tarde la cuarta junta llamó a elecciones para el 30 de octubre de 1983, en las que triunfó el candidato de la Unión Cívica Radical, Raúl Alfonsín, quien asumió el 10 de diciembre de 1983, siendo el «Proceso de Reorganización Nacional» la última dictadura en Argentina.
Rescatando la Memoria Histórica Revolucionaria.
Con Bolívar y Chávez, decimos ¡a la carga!
Desde Venezuela, Tierra de Libertadores, a 522 años del inicio de la Resistencia antiimperialista en América, y a 204 años del inicio de Nuestra Independencia,
Coordinadora Simón Bolívar
Revolucionaria, Solidaria, Internacionalista, Indigenista, Popular y Socialista.