El próximo 25 de mayo, Colombia será escenario de nuevas elecciones presidenciales. Las diversas encuestas que se han hecho públicas, si bien otorgan ventaja a la candidatura de Juan Manuel Santos, reconocen que el actual presidente está estancado en su proyección de votos de cara a los comicios. Mientras, crecen Zuluaga –candidato del uribista Centro Democrático-, y Peñalosa –de Alianza Verde-, quienes quieren acceder al ballotage. Lejos, aparecen López –del Polo Democrático- y Ramírez –Partido Conservador-, cuyos votos también podrían ser claves luego de la elección. ¿Qué escenarios se abren ante una posible segunda vuelta? ¿Cómo influyen el caso Petro y los “diálogos de paz” en La Habana en la previa electoral?
El “affaire Petro”, y las idas y vueltas generadas en torno a la destitución del Alcalde por parte de la Procuradoría colombiana, le estarían pasando factura a Santos en Bogotá: las últimas encuestas hablan de una brusca caída de intención de votos para el candidato-presidente en la ciudad capital de cara a las presidenciales –alrededor de 9% menos que dos meses atrás-, con un crecimiento de Zuluaga y Peñalosa.
Ese panorama es el que le preocupa de cara a la segunda vuelta, sumando además que su candidatura no tiene el “efecto novedad” que si presentan los otros candidatos, quienes subieron en intención de voto luego de las recientes elecciones legislativas –donde el partido de Santos se impuso por escaso margen a los candidatos del uribismo-. Para colmo de males, en ese escenario inquietante para sus aspiraciones, el reciente paro agrario muestra que la conflictividad social sigue en pie en el país, y que las demandas del paro campesino de 2013 no han sido satisfechas.
Dicho esto, también hay que mencionar que, analizando las proyecciones en segunda vuelta de las encuestas que han circulado hasta el momento, Santos continuaría al frente del Palacio de Nariño como resultado de un eventual ballotage. Sólo una proyección, entre aproximadamente diez sondeos conocidos, afirma que, de acceder al ballotage contra Peñalosa, el candidato de la Alianza Verde podría resultar ganador. El resto otorga ventaja a Santos –tanto frente a Zuluaga como a Peñalosa- aunque remarcan el notorio estancamiento de su candidatura por las temáticas que mencionáramos antes.
Peñalosa, a su vez, llega a las elecciones con un discurso “independiente”, intentando alejarse de la dicotomía izquierda-derecha, y presentadose como la novedad. Zuluaga, en cambio, se para claramente a la derecha de Santos, principalmente atacando la política de negociaciones de paz que el Ejecutivo abrió conjuntamente con las FARC en La Habana, para intentar destrabar un conflicto armado de largas décadas en el país. De acceder el candidato uribista al ballotage, la continuidad o no de esos diálogos será uno de los principales debates que sea plantearán en la agenda política de cara a la segunda vuelta.