Los más humildes limpiaban, preparando todo para la faena del día exactamente el último día de sus vidas, mientras en la oscuridad "la mano invisible del mercado" les tenía preparada una horrible muerte que todo el mundo vería en la "gran prensa".
Lo tenían todo listo, los culpables, la reacción del Gobierno y más muertes.
El alcohólico de la casa blanca no tardó en culpar a los talibanes, no le tembló el pulso para declarar una guerra sin cuartel ni fronteras a un enemigo invisible creado por ellos para la justificación de sus acciones bélicas, curiosamente contra gobiernos y países que no simpatizan con su política.
El imperio en su delirio es cínico, hasta el difunto papa condenó la guerra por inmoral e ilegal; también es descarado, porque puso al mundo a escoger entre "estar con él o en su contra", Fidel sabio por "viejo y por diablo" lo puso en su sitio cuando le dijo que su País y Gobierno estaba "contra la guerra y contra el terrorismo".
Después de aquel 11 de Septiembre, fecha que también nos recuerda el golpe de estado y asesinato de Salvador Allende, él mundo cambió; estamos en plena 3era guerra mundial del imperio y sus aliados contra todos los países y gobiernos que se oponen a sus interés, pero los van atacando uno a uno con la complicidad de la ONU desde el Consejo de Seguridad.
Si no actuamos a tiempo corremos el riesgo de ser el próximo teatro de operaciones del imperio y sus mercenarios de la guerra.
Chávez lo visualizó y por eso propuso algo así como la Refundacion de la ONU, incluyó en los objetivos históricos del Plan de la Patria la preservación de la especie humana y el mundo multipolar, hacia allá tenemos que dirigir la artillería del pensamiento, por los hijos de nuestros hijos.
Por ellos, la huella que dejaremos en el planeta, tenemos que dar la batalla sin tregua contra el moribundo imperio que nos quiere volver a llevar a la época de su hegemonía en nuestro Continente.
¡Por un Gobierno del GPP!
