Nuestro México sigue su camino al abismo después del fraude electoral de 2012: Enrique Peña Nieto, el títere de Televisa y la plutocracia, se ha encargado de rematar el petróleo al capital foráneo y así satisfacer la voracidad energética de Washington. A cambio, el imperialismo yanqui lo premia con una portada en la revista Time y calla ante la masacre que comenzó en el sexenio de Felipe Calderón, en 2006, y hasta nuestros días contabiliza más de 100 mil asesinatos. Los medios trasnacionales de propaganda se han empeñado en desacreditar a países como Venezuela, esgrimiendo tasas de homicidio manipuladas y tendenciosas, pero con México hay un silencio cómplice, descarado. Con sus innumerables fosas y desaparecidos, la antigua Nueva España es víctima de un Estado forajido que ha sido secuestrado por el narcotráfico. La tragedia comenzaba en 1988, con la imposición del capo Carlos Salinas de Gortari.
México podrá estar entre las 20 economías más descomunales del orbe, sin embargo sus estadísticas dejan bastante qué desear. Más de 60 millones de pobres en una población de 119 millones. 37 de cada 100 mexicanos viven en la carencia y 14 de cada 100 se hallan en la indigencia. El porcentaje global es alarmante: 49,6% de los mexicanos está en la pobreza y 9% en miseria extrema. Igualmente, México es el quinto país con mayor pobreza infantil, con 34,3%, detrás de Grecia, Letonia, España e Israel. La tasa de desempleo oficial es de 5,08% mas el ciudadano de a pie sabe que ésta es una vulgar falacia. Verbigracia, la cifra de paro juvenil sobrepasa el 50%. Colegas allá nos comentan que conocen, al menos, a siete personas de su entorno que no tienen trabajo: familiares, amigos o vecinos. Los Pinos, como la Casa Blanca, maquilla las cifras y desea promover la idea de una supuesta recuperación que nunca ha arribado: desde el estallido de la burbuja inmobiliaria en 2007 y la quiebra de Lehman Brothers, en 2008, la depresión económica ha destruido millones de puestos de trabajo en Norteamérica.
Además de la inconstitucional Reforma Energética, el monigote de Peña Nieto ha impulsado la impresentable Reforma Educativa. Éstas, junto con la Reforma Laboral de Felipe Calderón, buscan precarizar aún más la deteriorada calidad de vida de los mexicanos; la cesión de los hidrocarburos al Gran Capital encarecería en demasía la gasolina (*) y golpearía el presupuesto de la nación, ya que más del 40% de los ingresos de éste depende del oro negro. La Reforma Educativa neoclásica, por su lado, persigue la privatización del sector y la anulación de la enseñanza pública, gratuita. La Reforma Laboral conculca derechos históricos de la clase obrera e impone la tercerización. Una clase política apátrida y entreguista, conformada por el triunvirato PRI-PAN-PRD, ha deslizado al país a las puertas de una explosión social.
LOS 43 DE AYOTZINAPA: ¡VIVOS SE LOS LLEVARON! ¡VIVOS LOS QUEREMOS!
La desaparición de 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, acaecida en la ciudad de Iguala, en el estado de Guerrero, ha sido uno de los crímenes más aberrantes del Estado mafioso y del gobierno delincuencial. Con la complicidad de autoridades municipales, policiales y castrenses, jóvenes que hacían una recolecta para ir a la marcha nacional que conmemoraba la brutal carnicería de Tlatelolco, en 1968, fueron secuestrados y –probablemente- ajusticiados. La plutocracia azteca ve en los normalistas un enemigo a exterminar: los verdaderos estudiantes siempre serán un peligro para el “establishment” y el Estado burgués. El Mayo Francés demostró de qué son capaces y hasta dónde logran llegar. Los normalistas estorban en el juego del Consenso de Washington y la monetización del conocimiento; el intento de culpabilizar al narcotráfico apunta al mismo Estado, al gobierno. Por desgracia, en nuestro México, narcotráfico y Estado van de la mano. Gobierno y delito actúan en sinergia. Sólo que Ayotzinapa es la punta del “iceberg” en un país donde las desapariciones forzadas se han convertido en el pan de cada jornada: desde 2006, más de 26 mil personas han sido reportadas como desaparecidas o extraviadas. A pesar de lo pretérito, la prensa corporativa hace mutis. Maná, Marco Antonio Solís, Ana Gabriel, Paulina Rubio y Lucero, entre varios, miran hacia otro lado: se rasgan las vestiduras por los terroristas que causaron muertes y destrucción en Venezuela. Aquellos “estudiantes” pagados por el NED y la Embajada yanqui. Los artistas mexicanos condenan la “represión” del mostacho maluco de Maduro, no obstante escamotean la masacre indiscriminada del títere de Televisa. ¡Hipócritas!
Las movilizaciones en el DF y otras zonas de la nación, han demostrado el grado de hastío de las masas en relación con la desastrosa gestión de Enrique Peña Nieto al frente del gobierno federal y su incapacidad para ofrecer respuestas creíbles en el asunto de los 43 de Ayotzinapa. Cuando los padres de los normalistas fueron a Los Pinos a reunirse con él, ni comida les dio. Tampoco les prometió nada. Días después, Peña Nieto prefirió irse a la Cumbre de la APEC, en la República Popular China, en lugar de asumir su rol como Jefe de Estado. El fantoche y su consorte se asemejan cada vez más a Luis XVI y Marie Antoinette, en los estertores de la monarquía gala que precedió a la Revolución: a la “nobleza” del Grupo Atlacomulco se le extingue su cuarto de hora.
LA RENUNCIA DE PEÑA NIETO Y EL RUMBO CONSTITUYENTE
Si Joseph Ratzinger, Benedicto XVI, renunció al trono de San Pedro y eso no había acontecido en más de 400 años, Peña Nieto puede poner su cargo a la orden con el fin de solventar una etapa crucial dentro de la deriva institucional de México. Debido a su manifiesta incompetencia para ejercer la jefatura del Estado y a la adjudicación del petróleo a capitales extranjeros, lo cual es un vil acto de traición a la Patria, Peña Nieto debe ser presionado por las masas con multitudinarias manifestaciones y un solo lema: “Renuncia incondicional, Comisión de la Verdad y Asamblea Constituyente”. La dimisión del priísta de marras no debe ser el fin sino el medio para un período de transición que refunde el Estado: trabajadores, estudiantes, campesinos, académicos, amas de casa y grupos indígenas, entre otros, deben establecer las bases para una democracia directa, participativa. En ídem dirección, la Comisión de la Verdad debe consagrarse a la investigación de los crímenes de Estado –como el de los 43 de Ayotzinapa- y las más de 26 mil desapariciones forzadas ocurridas desde 2006. Igualmente, los paros nacionales escalonados serán otra estrategia efectiva que coadyuvará a la concreción de una salida pacífica y revolucionaria a los tiempos turbulentos que atraviesa nuestro México.
La apuesta de Washington y la oligarquía es a retardar el proceso hasta 2018. La imposición del candidato de la “izquierda caviar” sería el abyecto método para perpetuar el engaño y dejar intacto el Estado burgués. Andrés Manuel López Obrador, el Movimiento Renovación Nacional (MORENA) y los combativos colectivos sociales, deben precipitar un contexto de ruptura donde el novel Estado proletario coloque la lápida absoluta a la decadente clase política del PRI y sus derivados. ¡Viva México!
ADÁN GONZÁLEZ LIENDO
@rpkampuchea
PD. El sábado 15 de noviembre se registró una balacera en Ciudad Universitaria, delegación Coyoacán, en la cual un estudiante resultó herido en una pierna. Policías de investigación de la procuraduría capitalina se hallaban dentro de la UNAM tomando fotografías y realizando labor de “inteligencia”. Cuando fueron descubiertos por los estudiantes, hubo un forcejeo, empujones y detonaciones de arma de fuego por parte de los elementos de seguridad. ¿Qué hacían policías dentro del recinto universitario? ¿No es ello una violación flagrante de la autonomía? ¿Pretende el Estado delincuente intimidar a los estudiantes? ¡Basta ya de opresión!
(*) Un mexicano debe trabajar 2,4 días para llenar un tanque de 40 litros. El galón de gasolina le cuesta 3,4 dólares (Bs. 40,8) y su salario diario es de 4,91 dólares (Bs. 58,92). Un noruego sólo debe laborar una hora para colmar los 40 litros de su vehículo automotor. El galón nórdico se cotiza en 9,21 billetes verdes (Bs. 110,52), mas el sueldo por día en el terruño escandinavo es de 256,96 dólares (Bs. 3.083,52). La Reforma Energética de Peña Nieto pondrá por las nubes –en un país petrolero- los importes de los carburantes.