Un lector, cuyo nombre nos reservamos, nos desmiente en mensaje que recibimos en nuestro correo, el señalamiento e identificación que hacemos en la nota que, bajo nuestra firma, divulga hoy Aporrea (Hitler y nuestro mundo occidental y cristiano), de que poderosas y muy influyentes fuerzas económicas de entonces, tanto europeas como norteamericanas, le dieron absoluto y total respaldo a Hitler en sus planes del dominio y control del mundo todo, debido a que ellos manejan, y lo decimos con absoluta certeza, la tesis que se sostenía para la época en el seno del gran capital, de que, concluida la primera guerra mundial y ante la terrible crisis económica por la que atravesaba Alemania, Rusia intentaría extender sus dominios e imponer las teorías económicas comunistas hacia occidente, o lo que, por paradójico que resulta, se le viene llamando el “mundo libre”.
Nos alega el muy molesto lector, que no somos objetivos porque obviamos comentar en la nota el pacto de no agresión suscrito entre Hitler y Stalin y, además, nos recrimina que digamos que Hitler recibió el apoyo de grandes capitales estadounidenses no sólo para su crecimiento y expansión, sino que hayamos dicho que Hitler es producto de lo más podrido de una época signada por una crisis económica del capitalismo depredador.
Ante ese mensaje que en absoluto refuta con seriedad la afirmación bien fundamentada de que el surgimiento y consolidación de Hitler sí fue apuntalado por el mundo occidental y cristiano, le respondimos así:
No somos historiadores ni pretendemos serlo. Sólo nos referimos a un hecho histórico que sucedió y que es imposible de ocultarlo.
El pacto Rusia-Alemania de no agresión no impidió que el nazismo se lanzara a conquistar a la Unión Soviética y ponerla a su servicio, como tampoco a que Hitler y sus socios europeos (que los tuvo y muchos) recibieran ayuda incalculable de nuestro mundo occidental que es paradójico que se le siga llamando "mundo libre", pues es lo menos que ha demostrado serlo tanto en el siglo XX, como en este que apenas comienza, con agresiones criminales infamantes de todo tipo y calibre: instalación y dictaduras terribles en nuestro Continente, en África y en Asia, de toda catadura, agresiones militares con un saldo espantoso de muertos y heridos: Vietnam, Yugoslavia, Afganistán, Irak, Libia y paremos de contar…).
Pero es que aún hay más, le agregamos al muy enojado lector, que el Vaticano apoyó toda esa barbaridad del siglo XX, lo cual pues no es para que nos asombremos, pues ya lo venía haciendo desde siglos, con las cruzadas, la inquisición, la conquista de América, donde murieron asesinados millones de seres humanos en nombre de la Fe cristiana, pero de todo eso la historia que se escribe en este mundo “libre”, nada nos dice…
Es que no bien habíamos terminado, le dijimos, con la gran mentira de que los reyes eran los representantes de los Dioses en la Tierra, cuando de pronto apareció Francisco Franco, aquel sujeto que se le bautizó como el “Caudillo por la Gracia de Dios”…
Y sobre los judíos, terminamos por observarle que nos sorprende que usted si es verdad que parece conocer muy poco la Historia. No sólo los persiguió Hitler, venían siendo odiados, excluidos y en muchos momentos hasta exterminados desde siempre en casi toda Europa y en los propios EE UU, a donde no los querían, pues a apenas faltando muy poco para terminar la segunda guerra mundial (algo menos de un año), es cuando deciden recibir pequeños grupos en su territorio...Y todo esto, ¡ojo…!, no lo decimos nosotros por puro hablar paja; no, en absoluto, eso lo dicen y lo sostienen con documentos en la mano hasta los mismos historiadores judíos..