A la desquiciada Troika (Banco Central Europeo, Fondo Monetario Internacional y la Comisión Europa) no le importó disimular su arrogante rostro cuando impuso como fecha límite el próximo 20 de julio para que Grecia pague al BCE la cantidad de 3.500 millones de euros por concepto de intereses y capital sobre su deuda. Algunos analistas se atreven a definir ese momento como el "juicio final" para el país heleno. Para el ministro de Finanzas griego, Yanis Varufakis, lo que está haciendo la Troika con Grecia es simple y puro "terrorismo" [1].
La crisis de la zona euro estalló por el eslabón más débil de la cadena: Grecia, Italia, España y Portugal en 2009, y nadie sabe cómo el país heleno cuya deuda supera el 175% de su PIB, así como el resto de los países europeos que afrontan la misma situación (Italia, Portugal, España y otras) podrían salir definitivamente de ella. No obstante, a Grecia le quedan solo dos opciones: solicitar a los acreedores un nuevo crédito para seguir incrementando su impagable deuda externa o reimprimir su propio moneda (el Dracma), lo que, a su vez, implicaría la salida de Grecia de la zona euro e iniciar un viraje en su política exterior con el acercamiento a potencias como Rusia y China que ofrecen mejores alternativas.
Por otra parte, en lo que se refiere al referéndum programado para el 5 de julio, el primer ministro heleno, Alexis Tsipras, expresó que el 'No' en el referéndum podría ayudar a los griegos a obtener "ventajas" para negociar un acuerdo sobre la deuda con el BCE, como su pretendida rebaja del 30% y un período de gracia de 20 años como única forma de hacer que la deuda griega sea sostenible. Sin embargo, hasta el más optimista de los helenos sabe que la intención del gobierno de Tsipras es ganar tiempo hasta que las condiciones política y subjetivas cambien en la vieja Europa en favor de otras alternativas.
Cada día se suman a la protestas más pueblos de Europa que se resisten a las políticas neoliberales aplicada por la Troika; la pobreza, desempleo y las desigualdades no han parado de crecer en la zona; cada día aumentan las críticas y los reclamos de quiénes exigen cambios en el modelo de integración o simplemente salirse de la Unión.
Los arrogantes líderes de la Troika saben que la salida de Grecia de la zona euro generaría un "efecto dominó" en toda la región, aún cuando su economía representa tan solo el 2% de toda la región. Pero también saben que su chantaje contra el país heleno podría resultar politicamente más perjudicial y provocar el mismo efecto.
Fuentes:
[1] Varufakis: "Lo que hacen con Grecia es terrorismo" - elEconomista.es http://www.eleconomista.es/economia/noticias/6845101/07/15/Varufakis-Lo-que-hacen-con-Grecia-es-terrorismo.html#Kku8cj8TEngHqcXe