El informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT-UN) año 2012, reconoce la vulnerabilidad económica mundial que conduce a la pobreza, la falta de educación y las presiones de género, que son las principales razones de que los niños sean esclavizados como trabajadores. Unicef acepta que los niños y niñas pueden trabajar desde los 14 años, pero en verdad comienzan a los cinco años y trabajan hasta diez horas diarias. La OIT reconoce que 47,5 millones de niños y jóvenes trabajan en tareas peligrosas y que 168 millones de niños trabajan, pero algunas ONG´s lo estiman en 317 millones, porque se ocultan las informaciones.
Las remuneraciones recibidas por los niños se calculan en 60 centavos de dólar. Algunas niñas son explotadas en labores domésticas. Algunos trabajan en minas, labores agrícolas, industrias y en economía informal. No tienen ningún tipo de seguridad social ni laboral. La mayoría mueren por exceso de trabajos. Los tratan como esclavos y son vendidos para trata infantil, para ventas de sus órganos, prostitución, pornografía y el tráfico de drogas son los ámbitos más horribles del trabajo infantil.
La OIT declaró el 12 de junio, como día Internacional contra el Trabajo Infantil, con el propósito de denunciar estas atrocidades consecuencias del sistema económico capitalista salvaje. Incluso hasta empresas transnacionales se valen del trabajo infantil. Es común que los Estados sean cómplices de los pedófilos de los países ricos, ya que cuando se arresta a ciudadanos en el extranjero sus gobiernos de orígenes, logran dejarlos libres, no permitiendo que sean juzgados por el país subdesarrollado. Es un problema social grave y es global, pero los medios de comunicación lo presentan como un problema del tercer mundo, y esos delitos se cometen mundialmente, con toda impunidad y la irresponsabilidad de los organismos de derechos humanos de las Naciones Unidas.
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