Debo iniciar estas brevísimas líneas confesando que no he acompañado los detalles del acontecer político argentino en las últimas décadas. Para suplir esa laguna me he apoyado reiteradamente en las opiniones de compañer@s argentin@s que respeto, y que muchas veces fueron divergentes. Por ejemplo ante la alternativa Macri o Scioli algun@s afrimar@n que las diferencias de fondo en sus propuestas económicas eran mínimas y/o de ‘tempo’, y otr@s llamaron a votar a Scioli para evitar una vuelta al neoliberalismo liso y llano de la mano de Macri. No obstante un@s y otr@s reconocieron diferencias de fondo en algunos temas, como, por ejemplo: a) en la política exterior, con la previsión de que Scioli continuaría la línea favorable a UNASUR y amistosa para con Cuba, Venezuela, Bolivia y Ecuador, iniciada por los Kirchner, mientras que Macri (que se entrevistó con Uribe, Aznar y Rajoy) les daría la espalda para alinearse con los EEUU y la OTAN, y, b) en la política de Derechos Humanos, al ver a Scioli como una promesa de continuación de los juicios a los criminales militares y civiles de la dictadura más reciente, y de la reparación de las víctimas, mientras que Macri sería la carta de la impunidad en manos de aquellos criminales y del abandono de sus víctimas.
El ballottage ha hablado y, con más del 99% de los votos escrutados, un poquito más de la mitad de los votantes se ha inclinado por Macri, mientras que casi la mitad lo hizo por Scioli (con una diferencia entre ambos de algo así como 700 mil votos), al tiempo en que los votos en blanco alcanzaron el 1,19 % (algo más de 300 mil)y los nulos alcanzaron el 1,24 % (también algo más de 300 mil). Hay que notar que aunque todos aquellos que optaron por el voto en blanco o nulo (y ese fue el caso de diversas organizaciones y militantes de izquierda que se definen por el socialismo) hubieran votado a Scioli, este aún así hubiera perdido (aunque por estrechísimo margen).
Ahora bien, en Argentina, como en todo país capitalista, la clase oligárquica es una ínfima minoría.
De ahí que el tema que se impone es preguntarse por qué en la Argentina que ya vivió el neoliberalismo menemista y posmenemista hasta sus nefastas consecuencias para los trabajadores y amplios sectores de la clase media (que fueron a apedrear a los Bancos que les habían robado sus ahorros), la mitad de los votantes optó por repetir aquella malograda receta. No creo que baste como respuesta la constatación del enorme poder mediático que la oligarquía tiene en sus manos (aunque, obviamente, ese factor hace parte de la respuesta). L@s argentin@s que apoyaron el proyecto kirchnerista y aquell@s que defienden el socialismo, tendrán que hacer una profunda reflexión autocrítica sobre sus propuestas, estrategias, tácticas y comportamientos.
Por ahora sólo me atrevo a predecir que a los trabajadores y la clase media Argentina los esperan días muy duros, con disminución de su salario real y disminución de sus derechos sociales fundamentales; al mismo tiempo veremos a la Argentina abandonar la política de construcción de la Patria Grande y entregarse a los EEUU y la OTAN; quizá muchos criminales de la dictadura recuperen la libertad y otros no siquiera sean procesados.
Y lo más probable (así como ocurrió en Chile, con la vuelta triunfante de Bachelet tras el ensayo ultraneoliberal de Piñera) es que dentro de pocos meses o un par de años mucha gente que optó por Macri esté deseando la vuelta de Cristina en las próximas elecciones presidenciales (la misma Cristina que dijo reiteradamente que no se propone caminar hacia el socialismo).
Pero la pregunta que no quiere callar en la tierra del Ché es la siguiente: no será hora de que quienes militan en Argentina por una sociedad más solidaria y ecológica se propongan de una vez por todas superar el capitalismo y construir el socialismo del siglo XXI (que a duras penas pero con enorme alegría y esperanza estamos tratando de inventar en A. Latina), en vez de volver a repetir recetas de un capitalismo supuestamente "menos peor", que indefectiblamente termina en lo peor?
(Filósofo uruguayo-brasileño-español; docente universitario en Brasil; lopesirio@hotmail.com)