Anoche seguí la transmisión por CNN del enfrentamiento de 13 candidatos republicanos, aspirantes a la nominación presidencial. Tenía curiosidad por conocer de viva voz que dice el señor Donald Trump que, conquista los titulares de prensa, encabeza las encuestas por más de 25 puntos y enfada las minorías (latina, musulmana).
Al Señor Trump se le acusa de su franqueza para conquistar votos, no por el engaño, sino, diciendo las cosas como las ve, las siente y se las presenta el equipo asesor que con toda seguridad lo acompaña:
(1).-Expulsión de 11 millones de latinos indocumentados que han ingresado ilegalmente a los Estados Unidos.
(2).- Prohibición de ingreso a Estados Unidos a la población musulmana.
(3).- Construcción del muro en la frontera Sur.
(4).- Rechazo a las guerras que Estados Unidos han realizado en el Medio Oriente con la destrucción de Afganistán, Iraq, Libia, Siria. En lugar de sembrar la democracia, han traído la anarquía y alimentado el terrorismo que se apoderó de esos territorios, como en el caso de Libia, de Irak.
¿De qué han servido esas guerras?
Si el trillón de dólares gastados en esas guerras se hubieran utilizado en atender las necesidades del pueblo estadounidense: en el desarrollo económico, en el mejoramiento de la infraestructura, en educación, en planes de salud, no existiría la situación de crisis interna, desempleo, parálisis de la economía, aumento de la pobreza, pérdida del poderío económico. Trump rechaza esas guerras que han segado miles de vidas y han provocado desplazamientos de población hacia países vecinos, hacia Europa y ahora, hacia los Estados Unidos.
(5).- No se opone al ingreso de extranjeros que vengan legalmente ¡Bienvenidos! Se opone al ingreso ilegal.
Si el señor Trump con este mensaje encabeza las encuestas con 25 puntos de ventaja sobre el siguiente aspirante, es porque su discurso cala en la audiencia de electores de uno y otro partido. El pueblo de los Estados Unidos está cansado de las guerras imperialistas, del intervencionismo y del atropello a la autodeterminación de los países.
En contrario, el lenguaje de los demás candidatos es guerrerista. Discurso guerrerista que exige mayor presupuesto y mejoramiento armamentista. Renovación del armamento con 25 o más años de obsolescencia. Intervencionismo en los países que no se alinean con las políticas de Estados Unidos. Negación del acuerdo nuclear con Irán. Zonas de exclusión aérea en Siria y derribo de los aviones rusos. Destruir a Corea del Norte. ¡Guerra y más guerra! Discurso dirigido para congraciarse con los militares "aguiluchos del Pentágono" y su mentalidad guerrerista, imperialista.
El señor Trump como millonario, como dueño de grandes empresas, es el representante auténtico del sistema capitalista, pero, con sus declaraciones y propuestas aparece ante los demás políticos de oficio, como un campechano que dice cosas que no se deben decir y que no cuadran con su lógica guerrerista ni con el poder industrial armamentista que dirige la política de Estados Unidos en el mundo.
Si el señor Trump encabeza las encuestas es porque su discurso: por una parte, llega a la consciencia racista de la sociedad estadounidense; por otra parte, su discurso llega a lo que constituye el cansancio del pueblo estadounidense por la guerra. Finalizada la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos se involucró en: Corea, Vietnam, Colombia, Panamá, Granada, Yugoslavia, Somalia, Líbano, Afganistán, Irak, Libia, Siria, Ucrania.
Con más de 800 bases militares regadas por el planeta pretende meter las narices en los conflictos regionales, al asumir el oficio de gendarme mundial que nadie le ha asignado. El pueblo estadounidense está cansado de ese guerrerismo y del trillonario gasto que esas guerras inútiles han ocasionado. Guerras genocidas de pueblos, destructoras de infraestructuras, que han servido para cosechar el odio de los pueblos que las han padecido y en represalia, han desarrollado el terrorismo como medio de defensa ante el abrumador poderío militar estadounidense. Son un enemigo ubicuo que realiza acciones terroristas donde menos se espera. Ya el territorio estadounidense ha experimentado el terrorismo fruto del odio incubado en los pueblos agredidos sin fundamento alguno, con falsos pretextos, como, "las armas de destrucción masiva que no poseía Irak", o "la falsa masacre del pueblo libio por Kadaffi", o "la falsa masacre del pueblo de Kosovo por los serbios", utilizado como pretexto para destruir a Yugoslavia.
Por el rechazo a las políticas guerreristas, el discurso campechano del señor Trump ha calado en la conciencia del pueblo estadounidense y encabeza las encuestas en la disputa por la candidatura republicana. ¿Lo podrán derrotar los candidatos guerreristas? El señor Trump no es un político de oficio que pretende representar a los millonarios, sino, un millonario que los representa.