El Presidente de Estados Unidos terminará su mandato en enero de 2017 y muchas de sus promesas en campaña no se han cumplido. Barack Obama fue electo por primera vez en los comicios de 2008, asumió la Presidencia el 20 de enero de 2009 y su segundo mandato en 2013. Un breve resumen, en su discurso sobre el Estado de la Unión que realizó el 13 de enero 2013 aseguró que había trabajado para reducir la pobreza que en 2010 alcanzó la cifra récord de 46,2 millones de habitantes. Desde 2007, el salario mínimo por hora está en 7,25 dólares, insuficiente para el 70% de estadounidenses, que desde 2013 solicitan el aumento del salario mínimo a 10,10 dólares la hora. Once millones de trabajadores estadounidenses viven en el umbral de la pobreza.
El crecimiento de la riqueza de EEUU es de 60%, en los últimos seis años, mas de 30 billones de dólares, pero estuvo acompañado por un aumento también del 60% del número de niños sin hogar. El plan de energía limpia de Obama pero ¿y el fracking? Una forma de extracción del petróleo que viene generando una contaminación sin precedentes. La falsa guerra de EEUU contra el Estado Islámico fue evidenciado al entrar Rusia en el conflicto sirio, probándose el financiamiento y la entrega de armamento a los terroristas que desean derrocar al presidente Bashar al-Asad.
Obama se convirtió en el primer presidente negro de EEUU; sin embargo, eso no sirvió para reducir las muertes por racismo en el país. Tan solo en el año 2015, la policía estadounidense asesinó 1.134 personas en ese país, de las cuales los mas afectados fueron los afroamericanos y latinos. Obama informó que tomaría medidas sobre el control de armas para disminuir la proliferación y tenencia en el territorio estadounidense. Indicó que a pesar de la negativa del Congreso, él tomará acciones para limitar la compra y posesión de armas de fuego por vía de la acción ejecutiva. El número de grupos que instigan el odio racial sigue en aumento, entre 2014 al 2015 se registraron 260 mil crímenes cometidos por racismo, xenofobia o ataques contra las minorías ideológicas o étnicas.
Recordemos que Obama entró en la Oficina Oval prometiendo trabajar por un "mundo libre de la amenaza nuclear". En el 2009 viajó a Praga para decir conmovido: "…Entonces, hoy dejo sentado rotundamente y con convicción el compromiso que Estados Unidos asume en la búsqueda de la paz y la seguridad en un mundo sin armas nucleares. Acabando con la mentalidad de la Guerra Fría, reduciremos el papel de las armas nucleares en nuestra estrategia de seguridad nacional y exhortaremos a otros países para que hagan lo mismo". Ese mismo año, él recibió el Premio Nobel de la Paz, en gran medida por lo que aún estaba por hacer, particularmente en lo atinente a las armas nucleares. Por supuesto, ¡todo esto quedó en el olvido!
Después de casi dos periodos presidenciales, "nuestro Presidente de la Paz", el único en la historia que llamó a la "abolición" del arma nuclear y cuya Administración retiró menos armas de nuestro arsenal nuclear que cualquiera otra, una vez acabada la Guerra Fría, ahora está promoviendo las primeras etapas de un programa de modernización de un billón de dólares. El programa incluye un importante trabajo de diseño y puesta a punto de armas nucleares "guiadas de precisión" en las que se incluye la opción de moderar la capacidad de destrucción de esos ingenios. Este tipo de armas tiene la potencialidad de llevar la guerra nuclear al campo de batalla como primera opción, algo de lo que EEUU se jacta de ser un pionero. Por supuesto, que podríamos continuar enumerando errores sobre la Administración Obama, pero como esta de salida pidamos a Dios que no prometa más. Lo grave es que ni Donald Trump ni Hillary Clinton prometen nada mejor.