Hace exactamente 79 años, por este mismo mes de julio se realizó en la ciudad de Envian, Francia, entre los días 6 al 15, un encuentro internacional que fue propuesto por el presidente estadounidense Franklin Delano Roosevelt para discutir y buscarle, supuestamente, una respuesta "adecuada y humanitaria" al problema de los judíos víctimas de las políticas discriminatorias atroces impuestas por el régimen nazi en Alemania y Austria, algunos de cuyos integrantes el régimen los expulsaba de ambos territorios, otros muchos lograban escapar de la persecución implacable y los más eran retenidos y enviados a los campos de concentración que eran llamados centros de trabajo y ni unos ni otros, en el panorama internacional, en casi la totalidad de su espectro geográfico, no encontraron quiénes les expresaran su apoyo y les abrieran las puertas con la solidaridad debida.
El evento se inauguró en la fecha prevista, 6 de julio de 1938 con la asistencia de delegaciones de 32 países de todos los Continentes. Con muchas esperanzas vio el pueblo judío ese encuentro para la seguridad y garantía de sus vidas que pendían de un hilo en un régimen que había decidido marginarlos a términos aterradores y en donde no solamente los directamente involucrados de cometer esas atrocidades en contra de ellos, que iban desde la violencia verbal escatológica, incluyendo las palizas inclementes y el asesinato, eran los agentes represores del régimen, sino ciudadanos alemanes comunes y corrientes que actuaban motu proprio, pues ya les habían inoculado abundante dosis de odio hacia esos grupos humanos, a los que consideraban desechos malolientes o bacterias mortales a las que había que exterminarlos...
Los resultados del evento ya se pronosticaban de manera muy clara a los pocos días de su inauguración de que a ningún acuerdo se llegaría para darle cobijo al pueblo judío, pues más allá de los discursos que denotaban pesar, compasión y repulsión por esa trágica situación por la que atravesaba y que, inclusive, fue tal la hipocresía que allí se destiló que llegaron a decir, casi a coro las delegaciones en su totalidad, que esa política segregacionista y racista del gobierno alemán "aumentaba la inestabilidad internacional" además de que perjudicaba "las políticas de apaciguamiento", el mismo promotor del encuentro, el gobierno de los Estados Unidos, secundado por el de Gran Bretaña, se negaron a la posibilidad de recibir en sus territorios a una cantidad significativa de refugiados judíos. Sobre el resto de los países, salvo los gobiernos de la República Dominicana y de Venezuela que ofrecieron darles refugio a algunos muy pequeños grupos y de hecho cumplieron su promesa, ningún otro expresó estar dispuestos a seguir ese ejemplo.
Algunos años después se pudo saber que, respecto del gobierno estadounidense, su negativa se correspondía con un plan preconcebido para, bajo la presión que ejercía sobre buena parte del mundo, desviar el rumbo de los judíos fuera de su territorio (1) y por su parte el reino de la Gran Bretaña alegó, básicamente, la falta de recursos. El resto de los gobiernos, exepto los dos casos ya indicados Dominicana y Venezuela, justificaron su contundente negativa, siguiendo la argücia de la Pérfida Albión, sus "escasos fondos presupuestarios" y el resto, la explícita y vergonzante excusa, pues no tuvieron empacho alguno de expresarla abiertamente, de no estar dispuestos a importar problemas raciales a sus países…!!!
Desde nuestra óptica y sin que esta percepción la hayamos visto que ha sido discutida tan ampliamente como sería lo políticamente correcto en un mundo que se nos abrió, como así se nos dijo después de finalizada la II Guerra Mundial, a las más absolutas libertades para pensar, discernir, expresarse y debatir todo cuanto afectara la tranquilidad y la "convivencia de un nuevo amanecer", el rechazo general para ayudar a la población perseguida por la Alemania de Hitler, entre la cual predominaba en cantidad, sin duda alguna, y en términos muy significativos, la que era de origen judío, sencillamente porque para, entonces, y de eso -repetimos- es muy poco lo que se escribe, se dijo y se mostraron pruebas a granel de que el judaísmo había creado el comunismo y esa tesis se extendió como pólvora en los centros de poder en occidente, al punto de que allí se le dio a la misma total credibilidad y tanto lo fue que esa negativa de occidente en Envian a recibir refugiados judíos era una clara prueba de que dentro de esas masas de refugiados pudieran venir infiltrados del comunismo ruso, dentro de un plan preconcebido -así lo manejaron al interior sus organismos estratégicos de defensa- para extender sus tentáculos por todo el ya auto bautizado "mundo libre"…
De manera que la intencionalidad de la negativa a recibir judíos en el occidente cristiano, llevaba explícito el interés de que Hitler continuara avante con su política de contención, de represión y de exterminio de la población judía, más allá de que eso significaba un claro aval a las atrocidades del nacionalsocialismo, sin duda era una "buena" fórmula para hacer añicos una de las tantas estrategias del comunismo ruso que había puesto en marcha para ir, poco a poco, extendiendo sus fronteras ideológicas hacia occidente…
Quizás a muchos les cause hilaridad en lo que sostenemos de que para los poderes fácticos del llamado "mundo libre", la aparición de Hitler en el panorama mundial de entonces, era una esperanza muy concreta para contener cualquier intención rusa de extender hacia occidente las ideas perversas del comunismo y que por ello había la necesidad de respaldarlo y es por ello que surgen personajes como el abuelo de los Bush, Prescott Bush que fue uno de sus más connotados propagandistas y financistas, junto a figuras como Henry Ford, el mismo de la dinastía fabricante de autos; Alfred Sloan, presidente de la General Motors; Thomas Watson, fundador de la IBM; W.A. Harriman, uno de los más poderosos financieros de Walt Street; John D Rockefeller, del Chase Manhattan Bank; JP Morgan; el banco Warburg de Suiza; la General Electric; DuPont; la empresa Holland-America Trading Corporation; el Bank Voor Handel de los Países Bajos, los grandes del acero en Alemania, Gustav y Alfred Krupp (3) y entre otros más, los religiosos evangelistas y fundamentalistas predecesores de Pat Robertson, consejero espiritual e íntimo amigo del clan Bush y quien -recordemos- pidió por la televisión de su país el asesinato de Hugo Chávez (Pastor evangélico Pat Robertson exige el asesinato de ...), los señores Gerald L. Smith, Peral Winrod, William Dudey y Charles Coughlin, quienes poseían abultadas cuentas y acciones en diversas corporaciones transnacionales, tal y como se sabe las posee el reverendo Robertson en el negocio de los medios de comunicación y de las apuestas de caballos y otros juegos de azar en su país.
Para convencernos de esa realidad, muy alejada de toda especulación, basta con que leamos el libro Blanco de la Gran Bretaña de 1919, referido a Rusia (Tomo No. 1), en donde no solamente se dedican varias páginas para demostrar que la mayoría de la dirigencia de la revuelta bolchevique eran judíos, como lo fue Marx, Kerensky, León Trotski, Vladimir Ilich Lenin que no lo era, pero él contrajo nupcias con judía y, además, lo asegura el libro, redactaba sus proclamas en hebreo y porque, suprimió la fiesta dominical cristiana y la sustituyó por el sábado mosaico y así se refiere a otras personalidades de ascendencia judía mayoritaria en la dirección del partido comunista y para reafirmar todo ello, de que, efectivamente, habían sido los judíos los que gestaron, impulsaron y llevaron a cabo la toma del poder bolchevique el 7 de octubre de 1917 en Moscú y con ello el derrocamiento del régimen zarista, da a conocer como prueba contundente e irrefutable cómo fue la composición de los distintos Comisariatos del nuevo gobierno de los comunistas, todos con la mayoría absoluta de judíos:
-Consejo de Comisarios del Pueblo: 77%;
-Comisión de Guerra: 77%;
-Comisariato de Relaciones Exteriores: 77%;
-Comisariato de Hacienda: 80%;
-Comisariato de Justicia: 95%;
-Comisariato de Instrucción Pública: 79%;
-Comisariato de Ayuda Social: 100% y,
-Comisariato de Trabajo: 88%;
Creemos que no hace falta aportar otras muchas evidencias que se ventilaron en todas las instancias de los poderes fácticos de este mundo occidental y cristiano donde vivimos, para convenir o al menos manejar con bastante propiedad el convencimiento de que su conducta omisiva (calculada, obviamente) ante la ya trágica situación por la que atravesaba el pueblo judío y otros grupos humanos de la sociedad de Alemania y Austria, dieron píe para que se impidiera lo que fue el Holocausto…
Después del encuentro fallido de Envian, lo cual fue -sin equivocarnos- la espita para que se desataran los diablos en esos países en contra de la población judía, exactamente unos poco más de siete meses después, entre los días 9 y 10 de noviembre de 1938, se provoca "La noche de los cristales rotos", lo que no fue otra cosa que la mayor violencia que haya vivido Europa después de la primera Cruzada (1095/96), al decir de muchos historiadores.
Miles de Sinagogas fueron destruidas en esos dos días por el fuego, cientos de miles de comercios y consultorios de todo tipo de los judíos a lo largo y ancho de Alemania y Austria fueron convertidos en polvo y cenizas y, al mismo tiempo, centenares de judíos fueron expulsados, muchos asesinados salvajemente y un número mayor trasladados a los campos de concentración, predestinados, unos a morir asesinados muy pronto, otros a trabajar bajo condiciones esclavistas de las peores que nos puedan relatar la historia de la humanidad, para luego en los años venideros y una vez desatada la Segunda Guerra Mundial por la invasión nazi a Polonia (septiembre de 1939) hasta su culminación en 1945, tener que haber visto cómo el nacionalsocialismo asesinó a no menos de seis millones de judíos, lo cual pudo haberse evitado, pero que la civilización de nuestro mundo occidental se negó a ello…
Aquí dejamos esta nuestra opinión sobre ese doloroso capítulo de nuestra historia bien reciente y demasiado sangrienta que demanda una mayor y rigurosa discusión para desnudar las verdades que aún permanecen ocultas y que, al parecer, jamás llevarían a absolver al nacionalsocialismo y a Hitler de tan mayúsculos crímenes y atrocidades, pero que sí nos permitiran llegar a identificar a otros actores igualmente responsables de tanta maldad...que aún siguen estando allí y que no han cesado en su tarea de dominar al mundo para beneficio exclusivo de los intereses del gran capital transnacional...
Nota:
Bibliografía consultada: "Hitler y el Holocausto", de Roberts S. Wistrich, Edición Mondadori/2002; "La Semilla de la Barbarie", de Enriqie Moradiellos, Ediciones "Península, España 2009; "La Iglesia Católica y el Holocausto", de Daniel Jonah Goldhagen, Ediciones Santillana, España 2002; "La Gestapo", de Philip St. C. Walton-Kerr, Edimat Libros, España 1999; "Los verdugos voluntarios de Hitler, de Daniel Jonah Goldhagen, Ediciones Taurus España 1997 y "La Gestapo", de Jacques Delarue, Editorial Bruguera, S.A., España 1963.