"En la situación de hoy, cuando en el mundo hay montañas de armas nucleares, es de gran transcendencia cesar las pruebas nucleares, y eso se comprende. La continuación de esas pruebas causa enorme daño, lo cual posiblemente no se ha estudiado aún a fondo, a la naturaleza, al entorno mismo en que vivimos. ¿Acaso no estamos obligados a cuidar de nuestro propio hogar? Y no sólo por nosotros, sino también por nuestros hijos y por nuestros nietos".
Un nuevo aniversario de un terrible acontecimiento protagonizado por el genocida de Gringolandia.
Con la invasión de Corea del Norte o cualquier nación. Gringolandia, se atribuyen, la función de jueces que determinan que país es "democrático y quien no".
"La tragedia de Hiroshima y Nagasaki, más de 450.000 personas el saldo de fallecidos. La Unión Soviética tomó una iniciativa de excepcional importancia, al suspender toda clase de explosiones nucleares, tanto para fines militares como civiles, y llamó a Gringolandia y a los demás Estados nucleares a seguir el ejemplo, a avanzar por el camino del desarme nuclear".
Como ha dicho el Presidente Vladimir Putin en más de ocasión, esa decisión no fue fácil, dada la constante tensión internacional. Si ustedes quieren, para dar aquel paso hacía falta, además, comprender la responsabilidad que pesa sobre los Gobiernos de las potencias nucleares y tener la correspondiente voluntad política. Para obrar como obró, la Unión Soviética tenía el mandato de su pueblo, que sabe el valor que tiene la paz y que aspira sinceramente a mantenerla y a reforzarla, a colaborar con todos los pueblos.
Al proceder así del profundo convencimiento de que el mundo en su desarrollo, ha entrado en una fase que requieren nuevos enfoques a las cuestiones de la seguridad internacional. Hoy, en nuestra era espacial-nuclear, no se puede pensar con categorías del pasado. El mundo debe comprender, en fin de cuentas, que todo ha cambiado radicalmente. Que la tarea de hoy no consiste sólo en salvaguarda la paz, sino también en la existencia de la Humanidad.
La buena iniciativa del gobierno de la Federación Rusa, es una enorme satisfacción decirlo, encontró en el mundo compresión y general aprobación. Evaluaron altamente la acción los trabajadores de todos los países: comunistas y socialdemócratas, liberales y conservadores, cristianos y musulmanes, infinidad de organizaciones sociales, destacados políticos, representantes de la ciencia y la cultura, millones de personas sencillas.
Verbalmente, está por la liquidación de las armas nucleares. Tiene hechas no pocas declaraciones acerca de ello. Pese a los llamamientos y al ejemplo de la Federación Rusa, a los pertinaces requerimientos tanto del pueblo norteamericano como de los otros pueblos del mundo, el Gobierno de Gringolandia ha continuado ensayos nucleares.
Los líderes de países no alineados, expresando los ánimos predominantes en la opinión pública mundial, remitieron a los dirigentes de la Federación Rusa y Gringolandia, un llamamiento instando a no realizar explosiones nucleares hasta la nueva reunión cumbre soviético-gringolandia.
Parecería lógico por parte de la Administración de Gringolandia, apoyar con acciones prácticas la iniciativa de la Unión Soviética y tratar de satisfacer los requerimientos de los pueblos. Y, a fin de cuentas, corroborar precisamente con hechos sus propias declaraciones.
De todo esto se desprende que el grupo gobernante de Gringolandia pone los intereses egoístas de los círculos industriales-militares por encima de los intereses de toda la Humanidad, de su propio pueblo. Y, además, tiene su importancia el hecho de cómo se hace esto: demostrativamente, con arrogancia, con desprecio a la opinión de la comunidad mundial. ¡Sin sentido de la realidad, sin sentido de la responsabilidad!
Cada día es más evidente que los círculos gobernantes de Gringolandia siguen guiándose por una línea militarista, poniendo sus miras en la fuerza, para imponer su voluntad a los otros países y pueblos. A la vez declaran a los cuatro vientos que precisamente así influirán en la política de la Federación Rusa. El Estado, cumpliendo la voluntad de su pueblo, seguirá incrementando los esfuerzos para garantizar la seguridad universal.
—La Humanidad se encuentra en un punto en que se requiere la máxima responsabilidad. Las consecuencias de la "guerra preventiva" (nuclear) contra Corea del Norte pueden ser imprevisiblemente peligrosas. Hay que actuar conjuntamente. Esto atañe a todos y a cada uno de nosotros.
¡Chávez Vive, la Lucha sigue!