Chávez, Kirchner y Lula que se definen a sí mismos como contrarios a los experimentos hechos en sus países por la "Escuela Gringolandia", a pesar de que sigue siendo objeto de intenso debate hasta qué punto son capaces de ofrecer una alternativa auténtica. Simbólicamente, sin embargo, se trata de una victoria. Aunque beben claramente de una larga historia de militancia los movimientos contemporáneos de nuestra América no son réplicas idénticas de sus predecesores.
De todas las diferencias, la más sorprendente es la aguda consciencia de que es necesario protegerse del "golpe de estado" del pasado, las deudas y de las devaluaciones de los años ochenta y noventa. Los movimientos populares de nuestra América, que han posibilitado la serie de victorias electorales de los candidatos del socialismo, están aprendiendo a construir amortiguadores para los "golpe de estado" en los modelos de organización que proponen. Son, por ejemplo, mucho menos centralistas que en la década de 1970, lo que hace más difícil desmovilizar todo un movimiento eliminando a unos pocos líderes.
"Estamos absolutamente convencidos de que nadie logrará poner en tela de juicio, y, menos aún, disminuir el aporte real de nuestra América al avance actual de nuestro pueblo."
"Queremos que nuestra economía trabaje más eficazmente, con mejores resultados. Esto es necesario para resolver muchos de nuestros problemas sociales, para dejar resuelto por completo el problema de la vivienda, para satisfacer las demandas razonables del pueblo en alimentos, ropa y calzado, en servicios públicos, condiciones para el descanso y la enseñanza, para satisfacer las demandas culturales; en una palabra, se trata de todo lo que compone la vida del pueblo y determina su estado de ánimo y de salud. A ello va ligada la dignidad del pueblo."
"Los aspectos de la justicia social están expuestos con gran agudeza. Nosotros los planteamos así: en el pueblo socialista debe haber un solo enfoque, es decir, debe asentarse en el aporte laboral del pueblo a la construcción del socialismo. Y esto debe determinar su situación en del pueblo, las condiciones políticas y sociales. Todo se debe poner en dependencia de la cantidad y la calidad de trabajo."
"El pueblo de nuestra América está en movimiento: la "reestructuración", el "aceleramiento" y la "democratización"; todo ello no es ningún paseo por un llano, asfaltado. Estamos convencidos que cada pueblo, a fin de cuenta, él mismo, determinará y trazará los decenios o siglos que le impidieron realizarlo. Él mismo sabrá cómo tiene que vivir, que es lo que tiene que copiar, y qué no, de otros pueblos y cómo utilizarlo, como estructurar, en general, sus relaciones con otros países. Hay y habrá dificultades dramáticas enormes, gigantescas en este camino de independencia. La mayor dificultad está en que hay que reorientar las mentes, hay que reorientar el intelecto. Esto concierte a todos: tanto dirigentes como el pueblo. Es un periodo interesante, Difícil, pero interesante".
¡Chávez Vive, la Lucha sigue!