El presidente obrero, Nicolás Maduro Moros, en su intervención del sábado poco después que la ultraderecha criminal, que se mueve en el eje Bogotá – Miami, intentara asesinarlo, dijo esperar que el gobierno del psicópata Donald Trump esté dispuesto a combatir a los grupos terroristas, que buscan cometer un magnicidio en otro país.
El máximo líder de la revolución bolivariana es un hombre de paz, de diálogo y que, en sus palabras, en sus acciones, siempre deja la impresión de ser una persona sensible que cree en sus semejantes, que por muy duro de sentimientos que sea alguien, en alguna parte de su corazón debe poseer algo de bondad, de amor, de compasión, de buenas intenciones, y en función de sus virtudes se ve actuar.
Pero el criminal Trump no es así, señor Presidente, permítame decirle que el asesino de la Casa Blanca es un cascarón vacío, ese monstruo despreciable no debe tener nada por dentro, la persona que sea capaz de ordenar un bombardeo en otro país y vea como destroza hombres, mujeres, niños inocentes, y no se detenga, no se conmueva, no sienta dolor, es cualquier cosa, menos un ser humano.
A ese energúmeno no lo debe querer ni su madre; hasta su hija Ivanka se desmarcó de él públicamente, debido a sus abominables políticas inhumanas como esa de separar a los hijos de sus padres. Aunque eso parece una condición sine qua non para ser presidentes de los Estados Unidos, los últimos son todos unos miserables asesinos, si tomamos en cuenta que desde la II Guerra Mundial para acá, han matado un aproximado de 30 millones de personas en más 37 naciones bombardeadas. Y hablamos de cifras conservadores, generalmente, aportadas por los medios serviles a esos esos mismos genocidas.
Trump es un criminal que le gusta hacer daño, se cree superior a los demás y le place maltratar a los que ve inferiores. Es un psicópata terrorista y como tal no se puede esperar de él más que terrorismo. Además, bien sabemos que el imperio gringo dispone de una poderosa industria bélica que se alimenta de las guerras, las invasiones, de la sangre, la pólvora, de asesinar inocentes en el mundo, de destruir y exterminar poblaciones enteras.
Tampoco podemos perder de vista las medidas de soberanía económica, que el presidente Maduro pondrá en práctica a partir del 20 de agosto, eliminando cinco ceros a la moneda y anclando el bolívar al petro.
Los gringos jamás perdonarían que nuestra patria libertaria se quite de encima el yugo del dólar norteamericano, como las mafias que operan entre Venezuela y Colombia, no se resignarán muy fácil a perder ese multimillonario negocio que han cultivado a costillas de la corrupción, y del hambre de los venezolanos.
Y he allí en esas bajas andanzas, que se junta "el hambre con las ganas de comer"; y vemos al criminal Donald Trump al frente del imperio gringo en perversa unión, con la ultraderecha santandereana, muy bien representada en los narcopresidentes Juan Manuel Santos, Alvaro Uribe Vélez y su perrito faldero, Iván Duque; la hamponil alianza que Nicolás Maduro denominó el eje Bogotá-Miami.
El anclaje del bolívar soberano al petro, prevé un golpe mortal para los delincuentes que se encargan de vender la divisa gringa en el mercado negro, contra Dólar Today, una página digital creada para darle un golpe de estado a la revolución, en conjunto con las mafias cambista de la frontera, promovidas por esa rastrera oligarquía colombiana.
Acabaría de raíz con el bachaqueo de gasolina, alimentos, medicinas, donde se mueve una cantidad astronómica de dólares y un entramado de intereses que son tan poderosos, que no deja dudas de que seguirán ayudando a financiar la conspiración en contra del Presidente bolivariano.
A mi juicio, esas medidas soberanas contemplan en el mencionado entramado terrorista, un nuevo plan desestabilizador, o, sencillamente modificar y arreciar el actual, que ya arrancó con el magnicidio frustrado en contra de Maduro.