No por ser un lugar común dejo de expresar mi más enérgica condena por los bombazos registrados en la Ciudad de México en días pasados. En cualquier circunstancia son reprobables los actos de terrorismo, pero lo son aún más cuando, con afán de crear confusión, son perpetrados por agentes del propio sistema en crisis. No me cabe la menor duda, es una película muy vista. Un gobierno ilegítimo necesita crear condiciones de pánico y zozobra para dotarse de una precaria base de aceptación social, amedrentando a la población ante el riesgo de una mayor descomposición del sistema. La fórmula es vieja; la Guatemala de Arbenz o la patria de Salvador Allende, supieron del efecto destructor de tales eventos, en esos casos como prolegómeno al golpe de estado militar. Igualmente, saben de esta tecnología el tal Bush y su camarilla de terroristas, quienes aprovecharon (¿o provocaron?) los sucesos del 11S para imponer un régimen policial en detrimento de las libertades civiles de los estadounidenses, continuado por las muy oportunas apariciones del famoso Bin Laden cuando, a juicio de la camarilla, hace falta reforzar el estado de pánico ciudadano.
Cinco ONG reivindicaron la autoría de los bombazos. Organizaciones Neo Guerrilleras, sacadas de la manga del mago y con denominaciones propias de novela de Paco Ignacio Taibo II, irrumpen en el escenario nacional cuando el desgobierno de Fox y el pretendido gobierno ilegítimo de Calderón, se hayan brutalmente rebasados por la terca realidad que, particularmente en Oaxaca, desmiente y destruye todas las bases del oprobioso sistema que promulgan. Para sostener su ilegitimidad y su impericia acuden al expediente fácil del terrorismo artificial, con la pretensión de crear un renovado temor social ante el necesario cambio, con destinatarios precisos en el movimiento de la APPO en Oaxaca y, sin lugar a dudas, en la movilización popular encabezada por Andrés Manuel López Obrador.
Para aportar elementos confirmatorios de la artificialidad del terrorismo en comento, habrá que leer el comunicado de las cinco ONG que reivindican los atentados, cuyo contenido ha merecido una inusitada difusión (primer elemento confirmatorio); una redacción propia de un miembro distinguido de la Real Academia de la Lengua, desdice de la posible autoría por alguien que opta por el camino de la violencia para transformar la realidad imperante (segundo elemento confirmatorio); la coincidencia de cinco organizaciones guerrilleras, siempre caracterizadas por sus discrepancias, hace inverosímil el documento (tercer elemento comprobatorio), por último, los nombres de las supuestas organizaciones guerrilleras, nunca antes escuchados, hablan de un mismo inventor onomástico, ajeno a la terminología usual en la extrema izquierda violenta (cuarto elemento probatorio). La realidad habla de Organizaciones Neo Guerrilleras marca “patito” made in Bucareli, bajo licencia de uso por la CIA.
Hay muchos otros bombazos, verdaderamente aterrorizantes, que pasan desapercibidos. Por citar algunos:
1.- El Instituto de Protección al Ahorro Bancario (rimbombante apelativo sustituto del ominoso FOBAPROA) reportó que durante el tercer trimestre de este año pagó a los bancos cerca de 7 mil millones de dólares, provenientes del erario público, con lo que su pasivo se coloca en el orden de 70 mil millones de dólares. Esta es una verdadera bomba de racimo y de efecto prolongado, cuya autoría está plenamente identificada. A diferencia de las artificiales, esta bomba mata; son muchos los mexicanos que mueren de enfermedades curables porque los recursos públicos no se destinan a la procuración de la salud y el bienestar social, sino a engrosar la riqueza de los bancos insaciables. También resultan letales las comisiones que los bancos cobran a sus usuarios, sin que opere autoridad alguna que los controle.
2.- El poderío exportador mexicano, tan altamente ponderado por Fox, queda hecho trizas con el reporte de la Secretaría de Hacienda que indica que la balanza comercial del país fue deficitaria en 7500 millones de dólares, sólo ligeramente inferior al promedio sexenal por virtud de los altos precios del petróleo. No puede más que estar tocada de cáncer terminal una economía que soporte su estabilidad en las remesas de sus emigrantes y en las inversiones especulativas del exterior.
3.- El régimen neoliberal insiste en abrir los mercados energéticos a la inversión privada, haciendo la vista gorda ante bombazos reales como fue el apagón registrado en casi toda la Europa Occidental, causado por la operación privada del servicio público.
4.- Otra bomba que mata, aunque sea de risa, fue el pretendido viaje de Fox a Australia y a Vietnam, debidamente desautorizado por el Congreso. Sabrosamente condimentado con el berrinche público y en cadena nacional del ofendido y cadavérico presidente residual. Hace falta ser en extremo desvergonzado para inventarse una gira de estado, cuando le quedan 20 días de gobierno. Lo más simpático del caso es la coincidencia del intento de visita de Fox a Australia con el alumbramiento del primer hijo de su hija Paulina radicada en ese país. ¡Vaya descaro!
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