El lobby de un puñado de banqueros se impuso sobre el interés de los clientes. El Tribunal Supremo tuvo divergencias sobre el impuesto a las hipotecas. Millones de personas esperaban que se definiese a quién correspondían los pagos: a los bancos o a los clientes. El Pleno se definió 15 a 13 a favor de que paguen los clientes.
Es un fallo bochornoso. Hace 15 días una Sala de seis magistrados había fijado el criterio opuesto. Nuevamente las instituciones de régimen privilegian a la banca ahorrándole miles de millones de euros que, injustamente, tendrán que pagar los clientes.
Desde la crisis económica capitalista que comenzó en el 2008, las medidas adoptadas por los gobiernos del PP y PSOE y las instituciones garantizan las ganancias de empresarios y banqueros. Las patronales de las autopistas y Bankia, son apenas dos ejemplos de una larga lista de favorecidos.
Cuando se trata de aumentar las pensiones o los salarios, siempre hay problemas, sean las cuentas del gobierno, las limitaciones de Bruselas o las negativas del FMI. Para los de arriba hay dinero, para los de abajo hay deudas.
El presidente Pedro Sánchez ha anunciado que impulsará una reforma legislativa para corregir al Tribunal Supremo y que paguen los bancos y ha dicho "La compra de una vivienda es un gran plan de vida que debe contar con seguridad jurídica." Sin nacionalizar la banca y ponerla bajo control de los usuarios, éstos volverán a ser perjudicados.
Además de "seguridad jurídica" lo que necesita la población es la posibilidad real de acceder a una vivienda propia. Mientras el derecho a la vivienda permanezca en manos de los bancos, siempre será un negocio, sometido a la especulación y a los abusos.
Es necesaria una gran movilización popular para exigir que esta decisión sea anulada o quede sin efecto, ayer fueron las deudas, hoy son las hipotecas y mañana será algún otro tema el que les permitirá seguir ganando siempre. Hay que pararles la mano ¡Que le devuelvan a las familias el dinero ya pagado! ¡Que los bancos paguen lo que deben! ¡Por un plan nacional de viviendas populares con una cuota social accesible!
Este bochornoso fallo vuelve a demostrar que la justicia favorece los intereses del poder político y económico capitalista dominante. ¿Por qué no se tiene la decisión política de ubicarse junto al pueblo? Porque responden a los intereses de la burguesía.
Hay dos situaciones bastante concretas, hoy con el gobierno del PSOE, es esta sentencia, entonces, ¿Qué importan las políticas que tenga el poder ejecutivo? En este caso son los clientes y no las entidades financieras las que tienen que seguir pagando el tributo.
Y hace unos meses con el gobierno del PP fue la sentencia de La Manada, ¿Qué importaron las políticas sobre violencia de género, si al final 5 violadores terminan en la calle? ¿Qué importa que los cargos por rebelión y sedición a los presos políticos catalanes sean inventados? No van a tener juicios justos porque los quieren durante años en la cárcel.
En esto debemos ser categóricos, para garantizar soberanía popular en materia de justicia, hay que estipular que la elección y remoción de jueces, como así también la fiscalización de los procesos judiciales estén sometidos a control social.
En concreto, hay que implantar la elección directa de los jueces por el voto popular, garantizar mecanismos de revocatoria y control social regular de los jueces y finalmente, revisar los e implementar realmente los juicios por jurado, y además que exista una formación con perspectiva de género para magistrados, jueces y fiscales. Son medidas para implantar una real democratización judicial, que es reaccionaria y actúa por subordinación al poder.
El régimen del ´78, los gobiernos del PP y PSOE sosteniendo el bipartidismo y la monarquía no pueden ofrecer soluciones democráticas y sociales de fondo. Sólo recortan libertades, pisotean la autodeterminación y garantizan las ganancias capitalistas.
Creemos que se impone el llamado a la más amplia unidad de acción en la movilización, entre todos los que se consideren republicanos, democráticos, progresistas o de izquierda, para exigir la convocatoria a una Asamblea Constituyente Libre y Soberana; en la que los trabajadores y el pueblo puedan debatir y decidir sobre éstos y otros temas que afectan la vida cotidiana y condicionan el futuro.
Laura Jaén
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