Se cierra el Círculo

La publicación de tantos documentos doctrinarios por parte de la élite política de los EE.UU., demuestra el cambio hacia una nueva agenda en cuanto a la política exterior con respecto a nuestra América. A simple vista se denota que la vieja idea de ser el "patio trasero" ha cambiado, la constante mención de la región de nuestra América en todos los documentos doctrinarios nos proporciona elementos fundamentales para determinar que los EE.UU. se encuentran reimpulsando su carácter de hegemónico en la región.

Tal como señala conclusión de la Estrategia de Seguridad Nacional 2015, esta ofrece una visión para fortalecer y mantener el liderazgo estadounidense en este siglo. Aclara el propósito y la promesa del poder estadounidense. Su objetivo es avanzar en sus intereses y valores con iniciativa y desde una posición de fuerza, con la disuasión y derrotar a cualquier adversario que amenacen su seguridad nacional, vemos como entonces con estos documentos se hace un hincapié en el establecimiento y la imposición de los intereses de los EE.UU., sobre los intereses del resto de los países en nuestra América, lo que demuestra la pretensión de dominación imperial de los EE.UU.

Eso que algunos llaman la "doctrina Obama" ensayada con resultados disparejos con Rusia, Siria, Irán o China llega tarde a tierras Americanas y aunque hasta ahora en el caso cubano se ha limitado a la retórica de las buenas intenciones, puede ayudar a desmontar décadas de desconfianza. La derrota diplomática sufrida por los Estados Unidos en la Cumbre de las Americas celebrada en Panamá demuestra que los países de nuestra América ya no nos conformamos con la viejos esquemas de las relaciones internacionales, todo lo contrario por primera vez se demuestra que ya la correlación de fuerza entre nuestra región y los países del norte ha cambiado lo que hace mucho más peligroso las futuras acciones que pueda adelantarlos EE.UU. Por recuperar lo que ellos llaman su "patrio trasero".

La reactivación de la Cuarta Flota de la Armada significó una reorientación de recursos militares hacia nuestra América. Ahora, con su nuevo acuerdo militar con Costa Rica, Estados Unidos tiene actualmente la mayor presencia militar en nuestra América de toda la Historia.

El primero de julio de 2010, el gobierno de Costa Rica, firmó un acuerdo autorizando la entrada de 46 buques de guerra y siete mil marines estadounidenses en su territorio. Esta inmensa, sorprendente, desproporcionada y masiva presencia militar en Costa Rica no tiene justificación alguna dentro del marco de la "lucha contra el narcotráfico". Más bien parece formar parte de una expansión militarista de Estados Unidos en la región que busca de recuperar su dominación e influencia. A su vez, la repentina presencia militar en Costa Rica podría ser utilizada como una "fuerza de contención" en caso de una agresión contra Venezuela.

Adicional a la presencia militar en Colombianagradina, Aruba, Curazao y Costa Rica, en la actualidad, Estados Unidos también tiene fuerzas militares en Perú, a través del escuadrón Anfibio 5, compuesto por varios buques de transporte, aviones de combate y un grupo de tareas especial de marines preparados para actuar como fuerzas expedicionarias. En Panamá, en varias bases; Puerto Rico; Trinidad; Haití; Guantánamo; Jamaica, Comalapa, el Salvador, donde mantiene una base de operaciones de avanzada desde 1999; y Sotocano, Honduras, base de operaciones principales en Centroamérica que fue recuperando. Esta creciente y alarmante expansión, militar de Washington en nuestra América, junto a la campaña internacional de desprestigio contra el gobierno venezolano, el financiamiento multimillonario para la desestabilización internacional y las últimas revelaciones sobre planes de guerra en la región evidencian que hay un conflicto serio, peligroso y no justificado en marcha contra Venezuela, el país con las mayores reservas petroleras del mundo.

Igualmente, nos mantenemos con los ciudadanos de los países donde el ejercio pleno de la "democracia" está en riesgo, tales como Venezuela. Aunque algunos países de la región siguen atrapados en viejos debates ideológicos, nos mantendremos trabajando con todos los gobiernos que están interesados en cooperar con nosotros en formas prácticas para reforzar los principios enunciados en la Carta Democrática Interamericana. Como parte de nuestro esfuerzo por promover un hemisferio "democrático", vamos a avanzar en nuestra nueva apertura a Cuba de una manera que con mayor eficacia promueva la capacidad del pueblo cubano de determinar libremente su futuro.

¡La Lucha sigue!



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Manuel Taibo


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