Traducción desde el inglés por Sergio R. Anacona
Strategic Culture Foundation
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En tiempos recientes, nunca el Cuarto Mundo –población compuesta por 370 millones de personas de pueblos aborígenes que carecen de un estado propio—estuvo tan atacado como lo está siendo ahora por una combinación de gobiernos proto-fascistas y corporaciones hambrientas de recursos naturales. Los principios básicos de la Declaración de la Organización de Naciones Unidas Sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas (UNDRIP sigla en inglés) están siendo socavados por gobiernos que están al servicio de empresas mineras y perforadoras ansiosas de despojar a los pueblos indígenas de sus recursos naturales, muchos de los cuales yacen en ancestrales territorios sagrados.
En el año 2016 el Monumento Nacional Orejas de Oso en Utah y el Monumento Nacional Escalante fueron designados áreas protegidas según el Acta de las Antigüedades. El día 4 de diciembre de 2017 Donald Trump ordenó que una enorme porción de los monumentos fuera expropiada y entregada a compañías mineras de uranio y a otras mineras en violación a la Constitución de Estados Unidos y de los tratados internacionales firmados entre el gobierno norteamericano y cinco tribus aborígenes: la Nación Hopi; la Nación Navajo; la Tribu Indígena Ute; la Tribu Ute de la Montaña Ute y la Nación Pueblo Zuni que consideran los monumentos como áreas sagradas e inviolables para los mineros, perforadores y otros expoliadores de la tierra.
El Sr. Trump siempre se opuso a la inmunidad soberana de las tribus aborígenes norteamericanas desde el advenimiento de los centros de apuestas en las reservaciones tribales.
Trump, temeroso de la competencia contra sus tres casinos inculcados de mafia en Ciudad Atlántica, Nueva Jersey hizo lo que él siempre hace, proyectar sus peores acciones contra otros. A finales de la década de los noventa, empleando una falsa agrupación "pro-familia", el "Instituto de Nueva York Ley y Sociedad", Trump acusó a la Tribu San Regis Mojok, que contemplaba abrir un casino en la localidad de Catskills, Nueva York de tratarse de delincuentes violentos y narcotraficantes. A la cabeza de la sucia campaña estuvo el oscuro propagandista de vieja data de Donald Trump, Roger Stone. Este sujeto publicó avisos en la prensa para acusar falsamente a la Nación Mojok que se sitúa a ambos lados de la frontera EE.UU/Canadá de contrabando de licores y cigarrillos y de hacer negocios con pandilleros.
Como era de esperar, actualmente Stone está siendo investigado por el fiscal especial Robert Mueller del Departamento de Justicia a raíz de la campaña política del año 2016 por violaciones conspirativas para cometer delitos.
La satanización de Trump contra los aborígenes norteamericanos no fue solo contra los territorios ancestrales y los "casinos indígenas" sino también insultó racialmente a Elizabeth Warren, senadora por Massachusetts motejándola de "Pocahontas" y con la constante crítica de sus seguidores contra los refugiados políticos que buscan asilo debido a la violencia en su nativa Guatemala que omite cualquier conocimiento sobre quiénes son y por qué desean vivir con seguridad en Estados Unidos. Los agentes del Departamento de Seguridad Interior de Estados Unidos y su Oficina de Migración y Aduanas (ICE sigla en inglés) son tan ignorantes acerca de la situación de los Derechos Humanos en América Central que emplean personal que habla castellano para tratar con los solicitantes de asilo. Estas desafortunadas personas no hablan castellano ni inglés. Muchos de ellos solo hablan Ixil, lenguaje Maya. Otros hablan diferentes lenguajes Mayas como el X’iché, Q’eqchi, Achi, Xinca, Mam, Kaqchekel, Yucateco Maya, Awakatek, Akateco, Jacaltec y Q’anjob’al entre otros –para los cuales existen pocos intérpretes en el gobierno y las universidades.
Al carecer de las adecuadas habilidades lingüísticas los agentes migratorios y los jueces norteamericanos resultan incapaces de comunicarse con los solicitantes de asilo.
La Secretaria de Seguridad Interior, Kirstjen Nielsen, dejó demostrada su total ignorancia acerca de la situación en la frontera cuando declaró durante una sesión informativa en la Casa Blanca que "todo el personal de patrulleros fronterizos norteamericanos en la frontera sur occidental son bilingües, todos y cada uno de ellos, dijo". Lo que la Nielsen no mencionó, porque se lo propuso o porque es inepta en su trabajo, es que el personal bilingüe en inglés y castellano no es lo que se necesita en la frontera para tratar con los solicitantes de asilo.
La razón de por qué el pueblo Maya arriesga tan larga jornada hasta la frontera sur de Estados Unidos requiere de un curso rápido de política norteamericana hacia América Central durante las últimas décadas. Durante años, instructores norteamericanos, militares y de inteligencia, incluyendo aquellos de la infame "Escuela de las Américas", donde Estados Unidos entrenó a los futuros dictadores militares de América Latina, han dirigido a las fuerzas militares nacionales y a fuerzas paramilitares locales, dispuestas a cometer genocidio contra los Mayas y otros pueblos aborígenes. Y, como un cómplice voluntario, para masacrar a los descendientes de los pueblos originarios de la América Central, el estado de Israel y sus contratistas militares y de inteligencia han aportado a los gobiernos de Guatemala y El Salvador las habilidades técnicas para rastrear y aniquilar como presas de caza a los pueblos indígenas, llevando a cabo genocidios que habrían sido la envidia de Heinrich Himmler y de Arthur Seyss-Inquart.
La política de Trump de separar a las familias Mayas y otras en la frontera es una violación directa del UNDRIP que garantiza a los pueblos originarios, sean o no sean refugiados, el derecho inherente a permanecer dentro de su unidad familiar. Las tribus aborígenes norteamericanas que ya han sufrido los rigores de las políticas racistas del gobierno de Trump, han solidarizado con sus hermanos al sur de la frontera de Estados Unidos. Dirigentes de la Nación Cherokee, la Tribu Cheyén del Río Sioux, la Tribu Kiowa, la Nación Pies Negros, la Nación Chickasaw y la Nación Dakota Sioux condenaron la política de separación de los niños de sus padres. Para muchos norteamericanos aborígenes, la escena de familias violentamente separadas fue reminiscente de la política que una vez fue del gobierno norteamericano de separar los niños de sus padres y despacharlos hacia internados indígenas y hogares de adopción de europeos blancos.
El tratamiento de Guatemala a su población Maya está vinculado al "evangelismo" cristiano del presidente Jimmy Morales, comediante convertido en político, graduado de un seminario bautista que alguna vez divirtió a sus audiencias actuando con "cara de negro". Esto no solo fue una afrenta para los afro-centroamericanos de la región sino también para los morenos Mayas de Guatemala. En recompensa por el reconocimiento de Morales de Jerusalén como capital de Israel y trasladar la embajada de Guatemala en Tel Aviv a Jerusalén, Israel ha otorgado a Guatemala armamento, municiones, soporte lógico (software) para control demográfico, aparatos aéreos no tripulados y otras tecnologías de vigilancia para el gobierno de Morales para que este mantenga a la minoría Maya bajo control.
En el año 2013 el ex presidente de Guatemala, el general retirado Efraín Ríos Montt fue encontrado culpable por un tribunal de Guatemala por el crimen de genocidio contra la humanidad. Durante dos años, desde 1982 a 1983 el ejército de Ríos Montt asesinó a familias completas y asoló sus aldeas. Un 5,5 por ciento solo de Mayas Ixil fue asesinado. Este genocidio fue ejecutado con ayuda de la Agencia Central de Inteligencia, CIA; fuerzas especiales norteamericanas y el Mossad de Israel.
De manera irónica, al tiempo que huían de la "piedad" de rufianes como Morales y de militares guatemaltecos entrenados por Estados Unidos, muchos de los niños refugiados indígenas de Guatemala, separados en la frontera de Estados Unidos por el gobierno de Trump, han terminado al cuidado de dudosas organizaciones evangélicas cristianas, algunas acusadas de sórdidos delitos de abuso sexual y malos tratos.
La piedad cristiana no estaba en la mente del entrometido misionero evangélico norteamericano, John Chau, quien pretendió desembarcar en la isla protegida de nombre Isla Centinela del Norte, parte de las islas bajo control de la India, Islas Adaman y Nicobar con el propósito de "convertir" a la cristiandad a un pueblo tribal que virtualmente vive en la edad de piedra. Se sabe que los norcentileños son hostiles hacia los extraños y a menudo atacan a los intrusos con lanzas y flechas incendiarias. Lejos de darle la bienvenida a Chau –proveniente un grupo evangélico de Ciudad de Kansas denominado "Todas las Naciones" –los norcentileños dejaron sentado un ejemplo en torno a los forasteros no deseados matándolo –según se informó. La tribu isleña tal vez no tenía mucha información pero Chau bien podría haber sido portador de gérmenes para los cuales los isleños no tendrían ninguna bio-defensa. Existe la evidencia que los norcentileños tendrían otra razón para expulsar a los forasteros. Durante la II Guerra Mundial, las fuerzas armadas imperiales japonesas, sumamente racistas, ocuparon las islas Adaman y Nicobar para utilizarlas como bases navales. Probablemente los japoneses desembarcaron en la Isla Centinela del Norte y mataron a muchos isleños antes que los sobrevivientes huyeran hacia los lugares más remotos de la isla.
Si todo esto es cierto y si los norcentileños, son capaces de comprender la reciente medida del Primer Ministro hindú Narendra Modi, se encontrarían sumamente molestos.
Hace poco, el ministro demostró su lealtad al dirigente nacionalista hindú Netaji Subhash Chandra Bose, quien fue aliado durante la II Guerra Mundial de Japón imperial y de la Alemania nazi. Modi cambió los nombres de las tres islas en el grupo Islas Adaman. Isla Ross, Isla Neil e Isla Havelock re denominadas como Isla Netaji Subhash Chandra Bose, Shahid Dweep y Swaraj Dweep respectivamente, en honor a Bose que gobernó el estado títere de los japoneses, "Gobierno Provisional de la India Libre" instalado en las islas Adaman y Nicobar ocupadas por los japoneses. Bose también dirigió bajo las órdenes de las SS Wafen nazis a la Legión Hindú posteriormente denominada "Legión Azad Hind" que participó en acciones contra la Unión Soviética.
Los habitantes de la Isla Centinela del Norte, sin siquiera saberlo, tienen mucho que temer de los nacionalistas proto fascistas hindúes como lo hacen de los entrometidos misioneros evangélicos provenientes del Medio Oeste norteamericano, con gente como Trump y sus aliados evangélicos –algunos de los cuales clamaban por acciones militares norteamericanas contra los norcentileños que esgrimen lanzas y flechas, para recuperar el cuerpo de Chau—Con Modi y el nuevo presidente anti indígenista de Brasil, Jair Bolsonaro, el Cuarto Mundo está siendo existencialmente sitiado. Algo nunca visto en estos últimos tiempos.
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