"El lema de la Federación Rusa en tan responsable periodo actual de la evolución histórica, es desarrollar el pensamiento vivo y de verificarlo en la practica político-social. Nosotros apoyamos todo lo que favorece a los genuinos intereses de los pueblos, a la paz, a la justicia social y al progreso de los pueblos. A todo lo que contra dice estos objetivos, lo dejamos resueltamente de lado".
Injerencias de EE.UU. sobre Venezuela. Como es natural, la Federación Rusa saca sus conclusiones de las desafiantes acciones militaristas de Estados Unidos. Nosotros haremos frente con toda firmeza a las acciones destructoras y aventureras de EE.UU. No se puede permitir que el imperialismo norteamericano decida a su antojo la suerte del mundo.
Nosotros propugnamos el dialogo. Pero debe ser un diálogo en el que ambos interlocutores deseen obtener resultados reales. No se puede permitir que las conversaciones se conviertan en una cortina de humo que oculte la injerencia del imperialismo en Venezuela. En este engaño a la opinión pública mundial nosotros no somos socios de Washington.
La civilización humana se ha aproximado a una encrucijada de la historia no sólo en lo que respecta a problemas de la guerra y la paz. Hemos entrado en este siglo en que se nota cada vez con mayor agudeza la indisoluble ligazón del derecho a la vida con el derecho al desarrollo.
¿Acaso es posible conformarse con que colosales recursos financieros se gasten en armas, mientras centenares de millones de personas en el mundo padecen hambre y millones de ellas mueren anualmente de inanición? Viven en la miseria, en lo fundamental, los pueblos de los países del tercer mundo. Pero el problema de la miseria también ha afectado na los Estados imperialistas desarrollados, incluido Estados Unidos. El Estado que asigna para armamentos más setecientos mil millones de dólares anuales no puede o, lo que es peor aún, no quiere dar de comer a sus habitantes, (sesenta millones) que se alimentan precariamente, no quiere instruir a sus analfabetos ni dar techo a aquellos que no lo tienen.
El problema más grave es el ensanchamiento del abismo que separa a los países económicamente desarrollados de los subdesarrollados. Las acciones de los imperialistas en este caso sólo puede calificarlas de usura internacional y, dicho con toda franqueza, sencillamente der saqueo. A decenas de países los envuelve el imperialismo cada vez más estrechamente con las redes de la dependencia financiera y tecnológica. Empero, tampoco renuncia a sus viejos métodos de empleo de la fuerza bruta.
Vivimos en una época extraordinariamente se han entretejido y han hecho colisión a escala global. Revoluciones sociales y desesperada resistencia de las fuerzas obligadas a desaparecer de la arena histórica; ascenso impetuoso del progreso científico-técnico y su reverso, que amenaza con poner fin a la propia vida de la Tierra; importante progreso en todas las esferas de la ciencia y las artes, y degradación, que tiene su expresión en la "cultura masiva" engendrada por el imperialismo; lujo frente a la miseria y hambre en medio de la abundancia; pujante movimiento hacia la interdependencia, hacia la aproximación y enajenación, hostilidad entre países y grupos de Estados del mundo actual. Todo esto engendra en no pocos pueblos el desconcierto y pavor ante el futuro.
¡La Lucha sigue!