La obsesión del presidente Donald Trump para controlar y tratar de mantener la hegemonía mundial estadounidense, le ha llevado a aplicar extorsiones (llamadas eufemísticamente sanciones) a quienes no concuerdan con su accionar y también hasta a aliados como la Unión Europea (UE).
A finales de octubre de 2019, Estados Unidos impuso impuestos por 6 900 millones de euros a varios productos europeos amparado en una disputa abalada por la Organización Mundial del Comercio (OMC) por ayudas ilegales que la UE otorgó al constructor aeronáutico Airbus
Entre los afectados se encuentran el aceite español, el whisky escocés, los quesos italianos, las galletas alemanas y el vino francés, por mencionar los más significativos y sus tasas arancelarias han subido hasta el 25 %.
En la OMC también se halla en litigio una demanda de la UE por ayudas económicas ilegales de Estados Unidos al consorcio Boeing que de ser positiva, los europeos podrían aplicar aranceles sobre bienes estadounidenses.
Desde 2005 la Unión acusó a Boeing de haber recibido ayudas ilegales entre 1989 y 2006 por 17 000 millones de euros y los contendientes están a la espera del fallo judicial.
Bruselas, a través de la comisaria de Comercio, Cecilia Malms-tröm afirmó que aunque lo lamentaran, no tienen otra salida que aplicar represalias, mientras el ministro de Finanzas de Francia, Bruno Le Maire señaló: "Es un gesto agresivo y entre aliados, estos gestos agresivos no son bienvenidos ".
El Banco de España asegura que las ventas de productos nacionales hacia el mercado estadounidense disminuirán por los aranceles impuestos en un 12 % lo cual ocasionará una pérdida de 0,01% del Producto Interno Bruto.
Los expertos auguran que las extorsiones aplicadas por Estados Unidos para tratar de mantener su hegemonía económica, causará daños importantes a la producción aeronáutica de ambos contendientes, los cuales se extenderán a otros sectores.
En 2018, en línea directa al incremento de aranceles sobre el acero y aluminio procedente de Europa decretado por Washington, Bruselas aumentó impuestos a productos estadounidenses como el bourbon, los pantalones de mezclilla, las motos Harley Davidson. Esta última compañía anunció que prevé trasladar parte de su producción al extranjero para evitar esas subidas que ya le costaron 18 millones de dólares en el segundo trimestre de 2019.
También recordemos que Trump rompió el acuerdo suscrito en julio de 2015 conocido como Plan de Acción Integral Conjunto (PAIC), que estipula limitaciones al programa nuclear iraní para excluir su posible dimensión militar, a cambio del levantamiento de las sanciones internacionales. Washington fue uno de sus signatarios además de Irán, Rusia, Alemania, Gran Bretaña, Francia y China.
Esa disposición, a la par que cerraba el cerco económico-financiero contra Irán, afectó a países y compañías transnacionales que comerciaban con el país persa, varias de éstas asentadas en la Unión Europea, las que han manifestado que tomarán vías para evadirlas.
La última directiva lanzada por Trump ocurrió hace pocos días cuando firmó "sanciones" contra las compañías que construyen el gasoducto Nord Stream 2, bajo el pretexto de que al duplicar las exportaciones de gas natural desde Rusia a Alemania, crecerá la influencia de Moscú en Europa.
Como se ha divulgado, el Nord Stream 2 es una alianza entre varias compañías de Rusia, Alemania, Austria, Francia y Países Bajos para construir una gasoducto de 1 220 kilómetros que se extiende por el fondo del mar Báltico para transportar 55 000 millones de metros cúbicos de combustible.
Su conclusión está prevista para el segundo trimestre de este año y pasará por zonas económicas o exclusivas de Finlandia, Suecia y Dinamarca. El primer tramo (Nord Stream) fue puesto en explotación en 2012 con capacidad de 27 500 millones de metros cúbicos de gas al año.
El ministro de Asuntos Exteriores de Alemania, Heiko Maas, rechazó de inmediato la arremetida estadounidense contra las compañías y buques que trabajan en el gasoducto e instó a Washington a no entrometerse en la política energética de Europa.
Por su parte, la canciller Angela Merkel, aseguró que está en completo desacuerdo con la medida firmada por Trump por su carácter extraterritorial y que perjudican económicamente a varios países europeos.
Por lo avanzado que se encuentra la construcción del Nord Stream 2, será muy difícil que se paralice su puesta en marcha pero si bajo las presiones de Estados Unidos se logra detenerlo, eso representará una enorme pérdida para la Unión Europea que basa su economía en la adquisición de gas barato en contraposición al más costoso que Washington quiere enviarle por vía marítima.
Estados Unidos en aras de preservar sus intereses hegemónicos rompe, hasta con sus aliados, todos los mecanismos básicos de relaciones comerciales, económicas y diplomáticas. Esperemos que la Unión Europea despierte de una vez de su larga obediencia a Washington.