EEUU es la potencia más grande de la tierra que, con presidentes que se suponen cuerdos o no tienen un alto grado de trastorno mental, nunca ha dejado de bombardear y destruir en el planeta a los otros pueblos que no se les someten a su irracional y bélica voluntad, incluso, lanzó la bomba atómica, el único que ha sido capaz de semejante atrocidad; ahora piensen en el riesgo con Donald John Trump en el poder, que evaluado por decenas de psiquiatras gringos y de otras partes del mundo, coinciden en que es un psicópata narcisista en estado crítico, un ser que se cree superior, que posee un sentido gigantesco de su importancia, impulsivo, impredecible, y en el momento menos esperado puede actuar con desmesurada violencia.
El portal digital Mayo Clinic desglosa que algunas de las características de los narcisos consisten en que son seres impacientes que se enojan al no sentirse tratados de manera especial, que tienen notables problemas interpersonales, tienden a ofenderse fácilmente, reaccionan con ira, desdén, y desprecio hacia los demás.
De allí que, pensando en torno de esa realidad desvelado por las noches, cuando el temor le colma a uno la mente de suposiciones sobre algo desconocido, imagino a Trump con todos sus demostrados antecedentes sociópatas en el área de control de ese poderoso armamento nuclear, donde por razones de trabajo comparta el mismo espacio con una dama, y quiera tocarla y sea rechazado, ¿quién asegura que no se moleste, apriete un botón y acabe con la humanidad? Sabemos –porque repito, así lo han determinado destacados psiquiatras- que una persona con los trastornos mentales del presidente de los EEUU, de verse humillado, podría tener un arrebato demencial con resultados imprevisibles.
Y aludo a esta suposición con una posible dama, porque es harto conocido que Trump siempre está en el centro de una controversia con las mujeres. Le gustan al tiempo que las maltrata, las humilla, las agrede. El mismo habla sin desparpajo de su vileza, de su ruindad y su bajeza en contra de ellas, en una grabación que publicó Univisión en octubre de 2016 durante su campaña electoral, alardeó que les agarraba sin su consentimiento los genitales, "porque cuando eres una estrella te dejan hacerlo".
En ese sentido, el portal digital. -mujeres.net. publicó un artículo titulado: "Créetelo: Donald Trump ha dicho estas 18 cosas sobre las mujeres", el cual demuestra que el mandatario psicópata no debería estar en la Casa Blanca sino en un manicomio. Permítanme transcribirles algunas de esas desproporcionadas frases:
" ‘Darle a tu mujer objetos de valor es un terrible error’ Tal opinión la pronunció Trump en 1990, durante una entrevista con la revista Vanity Fair (...) Por ese motivo, aseguró, que jamás le compraría a Ivana (su primera esposa) joyas decentes u obras de arte".
" ‘Las mujeres son, en esencia, objetos estéticamente agradables’: Esta frase aparece en su libro ‘Trump 101’, que publicó en 2006, y donde escribió: ‘La belleza y la elegancia, ya sea en una mujer, un edificio o una obra de arte, sólo es algo superficial o algo lindo que ver’ ".
" ‘Hillary Clinton sería una mala presidenta por culpa de las acciones de su marido’: Trump solía jugar la baza de criticar a los Clinton. A través de su cuenta de Twitter aseguró que, si Hillary no puede satisfacer a su esposo, ¿cómo pretende satisfacer a Estados Unidos?"
" ‘Angelina Jolie ha salido con demasiados hombres’: Durante una entrevista con Larry King en 2006, dijo: ‘Angelina Jolie ha salido con tantas personas distintas que hace que yo parezca un principiante. Por eso no me parece atractiva’".
" ‘La mejor parte de cualquier película es cuando hacen callar a las mujeres’: En el libro ‘Nación Trump: El Arte de Ser Donald’, el magnate declaró que uno de los momentos del cine que más le emociona es cuando en Pulp Fiction, uno de los personajes, obliga a otro a callar a su mujer a punta de pistola".
"Que todas las mujeres coqueteen conmigo es algo que podía esperarse": "En el documental ‘Cómo Volverse Rico’, publicado en 2004, Trump aseguró que todas las participantes habían coqueteado con él consciente o inconscientemente. Es algo que podía esperarse".
"Las mujeres encuentran en mi dinero y en mi poder algo muy excitante": "Cuando le pidieron que se definiera a sí mismo, Trump añadió que era un hombre que tenía claro lo que quería, y hacía lo que sea para obtenerlo sin ningún tipo de límites".
" ‘La leche materna es repugnante’: Era el año 2011 y una abogada que lo enfrentaba en un juicio pidió un receso para poder darle leche a su bebé. Entonces, el magnate reaccionó de una forma inesperada: se levantó, se puso completamente rojo y mientras la señalaba le dijo: "Eres repugnante, eres repugnante". Y salió corriendo.
En esta última aberración, me detengo, porque aquí ya no se trata solo del desprecio a las mujeres como damas, como seres humanos, sino el desprecio a la maternidad, a la madre, a la familia. Ya leímos que jamás le compraría a su primera esposa joyas decentes u obras de arte; lo hemos visto por la televisión protegiéndose con un paraguas y, Melania, su actual señora, detrás de él expuesta a la lluvia. Sabemos que recientemente despojó a los migrantes de sus hijos y encerró a los pequeños como animales callejeros en celdas de metal. Algo pavoroso. Imperdonable, inadmisible. Dejó a esas familias totalmente destruidas. Muchos padres y madres aún no han podido encontrar a sus hijos.
Debemos considerar, igualmente, la denuncia de la escritora E. Jean Carroll, quien le dijo a New York Magazine que el presidente la atacó en un vestidor de una tienda de ropa en Nueva York y, según su relato, la violó, sumándose este caso al de otras 15 que afirman que fueron abusadas sexualmente por ese psicópata; entre ellas Summer Zervos, antigua concursante del reality show de Trump, 'The Apprentice'. Zervos dice que la besó y la manoseó contra su voluntad. También Kristin Anderson le dijo a The Washington Post que, a principios de la década de los 90, el presidente la tocó sin su consentimiento debajo de su minifalda.
La psiquiatra venezolana que hizo un trabajo sobre los trastornos de personalidad del mandatario norteamericano denominado: "Breve análisis desde la óptica psiquiátrica de la psiquis de Donald John Trump, presidente número 45 de los EEUU", plantea: "Cumple con casi todos los literales del trastorno narcisista de personalidad, se quiere más a si mismo que a los demás, establece relaciones con las personas que cree a su altura, minimiza al resto al no verlas como él, asume con grandeza todo su comportamiento, porque se sobrevalora". Y en cuanto a las mujeres especifica que las ve inferiores. Solo las utiliza para el sexo y otros beneficios personales".
Expone la especialista que las personas psicopáticas, con trastornos de personalidad o antisocial tienen sus propios códigos de comportamiento. "Solamente sienten culpa cuando infringen sus propios reglamentos; o solamente sienten culpa si se equivocan de lo que ellos mismos establecen como el deber ser del comportamiento".
Ahora, partiendo de que estamos frente a un individuo con todos estos desajustes mentales que, para mayores males, considera que todo el mundo tiene un precio, mejor aún, un precio que él puede pagar, la experta concluye en su análisis psiquiátrico a Trump, que:
1) Considera la política como el arte del juego sucio, el juego que el mejor sabe practicar. 2) El bien común no existe para él, de manera que nadie debería trabajar sin un lucro propio. 3) Supone la moral o el control ético en el ser humano, una debilidad. 4) Carece de empatía por los demás, de manera que no es capaz de ponerse en el lugar de los otros, solo siente lástima y compasión por sí mismo. 5) Está lleno de un amor propio excesivo. 6) Asume que el odio es un motivador más grande que el amor. 7) Ganar es lo más importante en su vida. 8) El mundo debe ser para los "bellos", motivo por el cual creó sus propios estándares de belleza en sus concursos. 9) Estima la venganza y la desconfianza como valores indispensables.
El caso de Trump es tan grave que, además de los escritores del libro "El peligroso caso de Donald Trump: 27 psiquiatras y profesionales de la salud mental evalúan a un presidente", un grupo de 35 de estos especialistas, entre los que también se encontraban psicólogos y trabajadores sociales, rompieron el silencio y enviaron una carta abierta al editor del diario estadunidense The New York Times, bajo el título "Profesionales de la salud mental advierten sobre Trump", en donde comentan sobre los desórdenes conductuales del mandatario.
No les importó a estos 35 especialistas violar la Regla Goldwater de 1973 impuesta por la Asociación Psiquiátrica Americana, que prohibió a los miembros del gremio evaluar a figuras públicas, considerando y, con sobrada razón, que hay mucho en juego como para permanecer en silencio.
Esperemos, de esta manera, que más allá de los intereses personales, el Congreso estadounidense –que ya le abrió un impeachment por presionar a un país extranjero en función de sus beneficios políticos - atienda este tipo de advertencias, que no solo piensen en hacerse del poder, de cambiar un presidente republicano por uno demócrata; los congresistas de ambas tendencias partidistas deben entender o tener conciencia de que se trata de la vida, de la especie humana; ni ellos mismos se salvarán en algún aciago momento que ojalá nunca ocurra, porque con Donald Trump ya está suficientemente demostrado que no hay ser vivo exento de peligro en el mundo.