¿Argumentos contra Cuba Heroica y Solidaria?

Este artículo es una reacción, en parte, del ensayo escrito por el ex guerrillero, político salvadoreño, fundador y máximo dirigente del Ejército Revolucionario del Pueblo ERP, organización que conformó el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional en el Salvador, Joaquín Villalobos titulado: Cuba: final de la utopía.

En 1995, Villalobos junto con otros antiguos dirigentes del ERP, abandonaron el FMLN para formar un nuevo partido político centrista, el Partido Demócrata, que desapareció como un partido político en las elecciones de 1999. A finales de ese año, Villalobos se trasladó a Inglaterra para estudiar en la Universidad de Oxford.

Ahora es un crítico abierto de la izquierda de El Salvador y él también ha sido públicamente crítico de todos los movimientos de izquierda de otros países latinoamericanos.

Villalobos en su denominado ensayo Cuba: Final de la utopía, inicia reconociendo que Cuba es referente moral, político e ideológico del modelo marxista, anticapitalista y antiimperialista. Para luego, enfilar contra el modelo, supuestamente, en decadencia moral, material, intelectual y generacional.

Estas últimas aseveraciones, son las mismas tildadas contra Venezuela y Nicaragua, por lo que carecen de valor, ya que no se argumenta, porque la decadencia moral, material, intelectual y generacional. Olvidando adrede, que tales aseveraciones son producto y como consecuencia del bloqueo gringo a estos países.

En el caso cubano es evidente que, la sociedad cubana es altamente ética, en sus valores familiares, en su solidaridad probada y en sus niveles de seguridad social y policial.

La falta de artículos y bienes materiales es sobradamente debido al bloqueo feroz por parte de USA.

La historia de Cuba, Venezuela y Nicaragua, está llena de personajes e instituciones intelectuales de grandísimo renombre, y en los años de revolución en estos países, se ha agigantado el número de ellos.

En relación a lo generacional, hoy día las generaciones en estos países, gozan de muchos beneficios que en el pasado, antes de las revoluciones, no tenían y que tendrán en el futuro cercano y a largo plazo.

El autor salvadoreño, habla de un final, de una muerte de la utopía cubana, del fin de un régimen, cuando en realidad, a más de 60 años de la revolución cubana, por un lado, el sueño se ha hecho realidad en la sociedad cubana, a través de los altos estándares en salud y educación, por ser los más conocidos, y por otro lado, el sueño de una sociedad justa y equitativa, se va consolidando cada vez más.

Un ejemplo de los logros en salud y educación, se evidencia en los millares de graduados como médicos y médicas, que luego conforman ejércitos de batas blancas, que solidariamente apoyan a otros países, no solo de izquierda sino de derecha.

Así mismo, Fidel como gestor y artífice de la revolución cubana, murió en la Habana, por su edad senil, alegre y feliz, porque vio su sueño, su utopía hecha realidad, en las comunidades cubanas. En más de 60 años, se cristalizaron muchos logros y beneficios, que ni en sueños han logrado muchos países no revolucionarios.

Por otro lado, señalar que en Cuba no se han desarrollado las fuerzas productivas, y la destrucción de estas, (aun en medio del bloqueo económico, político y social por parte de USA), es de una miopía muy grande y evidente. Y lo señalado entre paréntesis, no es nada liviano, conocido por el mundo occidental, al menos, las grandísimas dimensiones del bloqueo mortal e inhumano imperial.

Pero más aberrante es señalar que la economía cubana funcionaba mejor con la dictadura de Batista, que con Fidel Castro. Es necesario señalar, que si no es por la diversificación y los modelos de sembradíos alternativos, la población cubana, se hubiera visto muy mal. Mencionando además, la integralidad en las fuerzas productivas, como mecanismo de desarrollo en ellas.

Así mismo, la expresión de Villalobos "Castro empobreció dramáticamente a los cubanos", es de esas expresiones de los opositores a la revolución, que rayan en la verborrea sin sentido, carente de realidad tangible, y sin argumentos sólidos; y que el autor no presenta ni expresa.

El autor Villalobos, no sé si consciente o inconsciente, informa de una contradicción, que hace en su narración y/o ensayo, una debilidad, o una falta de seriedad intelectual al señalar que, aún estando en medio de la sociedad cubana, nunca pudo conocer la realidad de los cubanos de la calle, pero si conoció bien el sistema, su política exterior, sus dirigentes y su estrategia hacia el continente con las izquierdas.

El autor del artículo en cuestión, señala que en Cuba, Nicaragua y Venezuela, hay que defender el poder a toda costa. En este sentido, el pueblo de estos países, realmente ha rescatado el sentido del poder, cuando conocemos los grandes avances de organización de los pueblos, y esto se debe a que reconoce que si el pueblo tiene el poder, se controla los niveles de pobreza y riqueza. Y no es el viejo eslogan del control del pueblo de los niveles de poder, es una relación intrínseca al interior de los pueblos, que los hace tomar conciencia de la responsabilidad del poder en sus manos. Ahora, si el autor se refiere al poder económico, en el caso de Venezuela, Cuba y Nicaragua, se concibe esta relación en torno a lo planteado.

Por otro lado, el autor Villalobos señala una vieja discusión ya superada, evidenciándose en él, una posición abiertamente pro capitalista: "la izquierda necesita romper con la idea de la igualdad absoluta y aceptar la legitimidad de la ganancia, de la acumulación y de la diferencia. Los empresarios son capital humano como lo son los profesionales de alta calificación, sin éstos no hay crecimiento económico. La izquierda debería tener empresarios en sus filas. La sensibilidad social y la solidaridad no son incompatibles con el espíritu emprendedor, los ricos también pueden irse al cielo".

La siguiente expresión, revela la verdad absoluta y su negación, del Bloqueo Imperial, argumentando un elemento "religioso en la izquierda", que está presente a lo largo del ensayo, pero que no argumenta sólidamente, ya que raya en suposiciones, malas interpretaciones teológicas y una mala trasposición de los elementos religiosos, sí del capitalismo, al socialismo o a la izquierda. "El fracaso económico de Cuba no es culpa de Estados Unidos, sino del conflicto religioso de los comunistas cubanos con la ganancia, la creatividad, el espíritu emprendedor y el deseo de superación de sus ciudadanos".

He dejado para el final, una relación-comparación que hace Joaquín Villalobos entre la Revolución Cubana y la Revolución en Costa Rica, dejo la transcripción literal de su escrito, para el debate y la discusión de ideas, y a la que haré solo algunos señalamientos.

"En Costa Rica hubo una guerra civil entre 1948 y 1949 que condujo a una revolución basada en un programa social demócrata que disolvió el ejército, estableció una nueva constitución, modernizó el país, aseguró el crecimiento económico, la educación, el bienestar social y las libertades democráticas. Todo esto sin fusilamientos, sin declararse antimperialista y sin satanizar al capitalismo y a los empresarios. El líder de este movimiento, José Figueres Ferrer, ganó las elecciones en 1953, pero entregó el gobierno cinco años después. No se quedó gobernando hasta la muerte. Durante setenta y un años, en Costa Rica no ha habido golpes de Estado ni movimientos guerrilleros y ha tenido dieciocho presidentes electos libremente. Es el país más estable, el que tiene la mayor expectativa y el que mejor ha respondido a la actual pandemia en Latinoamérica. La educación de su población le ha permitido atraer inversiones de Microsoft, Intel, Hewlett Packard, Google y Amazon, y lograr progresos en innovación tecnológica y respeto al medioambiente. Tiene el salario mínimo más alto de Latinoamérica con $555 dólares mientras en Cuba son sólo $15. Los costarricenses no emigran en masa, al contrario, el país recibe inmigrantes y envía más dinero en remesas del que recibe. Estos resultados han superado siempre a Cuba, incluso en los mejores momentos del subsidio soviético. Sin embargo, estos resultados de la Revolución costarricense no despertaron la mitología religiosa que desataron Castro y Cuba. Sin duda hay diferencias importantes de contexto como el carácter de las élites costarricenses, socialmente más sensibles que los oligarcas guatemaltecos o salvadoreños. Pero lo más importante fue que Figueres y sus seguidores no eran marxistas-leninistas y no les interesó ser redentores. Prefirieron instituciones a caudillos, no quisieron crear un hombre nuevo, entendieron que la naturaleza humana es un balance entre la cooperación y la competencia en la cual la ambición de los empresarios puede convivir con la solidaridad hacia los trabajadores. Pero una revolución sin mesías resultaba muy pagana para el fervor que dominaba a la izquierda de entonces, martirizada por las dictaduras. Por ello Costa Rica nunca fue reconocida por la izquierda como una verdadera revolución".

  1. Hay toda una discusión, en sectores de izquierda y derecha, en torno a si hubo una Revolución en Costa Rica. En todo caso, no fue similar a la cubana, y si creemos hubo muchos logros para el pueblo costarricense, con las llamadas Garantías Sociales, como lo señala Villalobos: "una revolución basada en un programa social demócrata que disolvió el ejército, estableció una nueva constitución, modernizó el país, aseguró el crecimiento económico, la educación, el bienestar social y las libertades democráticas".

No obstante, se señala que es una opción social demócrata.

Lo que si no está asegurado es el: "crecimiento económico, la educación, el bienestar social y las libertades democráticas". Basta ver hoy, los altos índices de desempleo, los intentos por privatizar, las garantías sociales logradas, por ejemplo la CCSS y otras, un decrecimiento económico, develado por la pandemia del Covid-19, una violación flagrante a las libertades democráticas y a los Derechos Humanos.

  1. Estos elementos: "Durante setenta y un años, en Costa Rica no ha habido golpes de Estado ni movimientos guerrilleros y ha tenido dieciocho presidentes electos libremente". He escuchado y leído donde se duda de muchos de estas afirmaciones.

Dejo para el debate y la discusión, el siguiente artículo, con la idea de afianzar nuestros propios argumentos y también aceptando las críticas para corregir y avanzar. Lo que si es cierto, es que seguimos en Cuba, Venezuela y Nicaragua, caminando hacia un horizonte con más justicia, equidad-igualdad, que sólo se logra en Revolución, y qué está muy lejano de ser un sueño imposible, del final de una utopía. Es más bien un sueño en construcción constante y seguros de lograr lo que deseamos para nuestros pueblos oprimidos por la bota imperial.






 



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José Amesty


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