Las experiencias enseñan y el que no aprende (el que entendió, entendió) estará condenado a repetir los mismos errores.
Es un dicho muy venezolano, "El que está picado de culebra cuando pisa bejuco pega un brinco", esto lo digo porque en Venezuela, en el año 2002 ocurrió un golpe de Estado apoyado por los gringos y militares sin tropa. Esa alegría les duró apenas 48 horas porque el pueblo recuperó el poder de una manera abrumadora para los que osaron torcer la voluntad popular. Luego, en los meses siguientes la oposición no se quedó tranquila y empezaron a buscar la forma de entorpecer el gobierno electo democráticamente del presidente Hugo Chávez. La historia es harto conocida, vino un golpe petrolero y derrotado este, siguieron afectando la economía venezolana con desestabilizaciones dirigidas desde el norte. Era obvio que Estados Unidos no se iba a quedar tranquilo porque un zambo le estaba quitando, en su patio trasero, el petróleo que consideraba suyo por derecho propio al neo colonizar la patria de Bolívar.
Chávez aprendió la lección y fue derrotando a pulso y sabiduría al enemigo histórico del pueblo, la oligarquía criolla. Eso le dio la fuerza para ir poniendo las cosas en su santo lugar, y sobre todo designando los cuadros militares, de pensamiento bolivariano y leal a la patria. Desde que hizo los movimientos estratégicos en las Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) logró darle un poco más de tranquilidad a la institucionalidad, pero siempre el imperialismo gringo fue comprando conciencias y creando los grupos conspiradores para promover un Golpe de Estado, empero que cada vez que lo intentaban fueron derrotados.
Al presidente Constitucional Nicolás Maduro, después del asesinato del presidente Chávez, no le ha tocado nada fácil, y con una maestría que propios y extraños desconocían, fuer sorteando todos los intentos de sacarlo del poder que el pueblo le concedió dos veces por el arma que sabe esgrimir con valentía y lograr el objetivo que trae la paz cuando existe el peligro de llegar a una guerra civil fratricida, el voto. Pero Maduro cuenta con un equipo de gobierno cívico militar profundamente unido, como lo anhelaba el comandante eterno.
Toda esta perorata obedece a que el Indio Aimara Evo Morales, la esperanza de los pueblos preteridos, fue echado del poder en Bolivia porque en trece años no logró crear un cuerpo militar leal a su patria, al legado de Bolívar y Sucre. De nada valieron los 13 años de prosperidad económica, todo eso fue echado abajo como un castillo de naipes, porque los militares se pusieron a la orden de los gringos, por la famosa "Green Card" y otras "menudencias" o prebendas que les otorgan a los traidores por el favor concedido.
Ese Golpe de Estado en Bolivia, como todos los que han sucedido en esta parte del planeta es porque el hegemón que blande la "Doctrina Monroe", la "Doctrina del Garrote", la "Doctrina del Derecho a Proteger", la "Guerra Económica" y el "Bloqueo Imperial" , tiene sus planes delineados para cada uno de estos países latinoamericanos periféricos, es decir que el capitalismo les asignó el papel de mono productores de materias primas, evitando que se conviertan en manufactureros de sus propios recursos naturales, siguiendo el libreto de la distribución de acuerdo a la división regional e internacional del trabajo y por eso no les permiten digresiones como la de pagar sus deudas externas o salirse de bajo de las alas del Fondo Monetario Internacional (FMI).
El recién electo presidente de Bolivia, Luis Arce, fue junto a Evo Morales y Álvaro García Linera, el arquitecto del milagro económico en el país hermano. En ese sentido ahora tiene que liderar el proceso de descolonizar el aparato militar para darle seguridad a su sistema democrático y evitar que el águila imperial vuelva a agredir al Cóndor de las montañas del Condorcunca. No es posible que el país que tiene la mayor población indígena de Bolivia en 14 años que gobernó Evo Morales no logró tener un Ejército comandado por un indio Aimara, por eso es que "en la confianza está signada la derrota". Valga esta crítica constructiva, un elemento esencial en los revolucionarios socialistas y comunistas del mundo.
Desde la República Bolivariana de Venezuela se saluda el éxito de la democracia en Bolivia y con ella evitar una matanza entre hermanos, como fueron los inicios del gobierno de la dictadora Jeanine Añez, lo cual fue consolidando en casi un año que por la fuerza gobernó, apoyada por unos militares traidores a su patria y que retaron a Evo Morales, al solicitarle que dejara el poder y saliera del país.
Evo Morales volvió, izando la Whipala (Bandera Plurinacional), como jefe de campaña del Movimiento al Socialismo (MAS) de Bolivia, en calidad de exiliado en Argentina, y con Luis Arce como nuevo Presidente, afianzan la esperanza de un pueblo que demostró tener una fuerte vocación democrática al salir a las calles y acudir a las urnas electorales a votar por sus creencias, por su dignificación y la prosperidad que le arrebataron en apenas un año de dictadura, disfrazada de democrática por la Organización de Estados Americanos (OEA) y el Departamento de Estado de los gringos.