Después de transcurrido un mes podemos señalar, sin posibilidad de equivocarnos, que Estados Unidos ha elegido a Joseph Robinette Biden Jr. presidente. Lo más importante, que podemos destacar, después de este proceso es que Estados Unidos es un país de mentiras, de trácalas, de embusteros, de tramposos. Un país que niega la democracia, entendiendo ésta como un sistema donde el pueblo elige a su presidente.
Sin duda, por primera vez votó más gente, con el agravante que millones lo hicieron antes del día previsto: vía postal, otro porcentaje lo hizo el día de las elecciones y, el colmo de las penas, otra gente lo hizo días después de las elecciones. El voto por correo en las elecciones presidenciales supera los 100 millones de sufragios. La Universidad de Florida señaló que 35,9 millones corresponden a votos en persona registrados en las jornadas anteriores y otros 64,8 millones a votos por correo. Los electores y los enviados por correo, pueden rebasar los 136,6 millones de votantes, pudo haber influido para esta oportunidad la pandemia que azota al mundo y en especial a Estados Unidos. De todas formas, la participación en las elecciones de EEUU es tradicionalmente baja. Queremos saber ¿si puede un país, con este desorden, pretende orientar o ser ejemplo de cómo se deben organizar elecciones en los diferentes países? ¿Puede un país como este ser ejemplo para el mundo sobre cómo elegir un presidente? Lo concreto es que ha sido derrotado una bestia, un criminal, un narcisista, un misógino, que tuvo, desde sus inicios como presidente, continuar con la línea de agresión e invasión a países críticos, países que luchan por su autodeterminación. Su fin principal era derrotar al gobierno de Irán, contando para ello con la ayuda del sionista, primer ministro nacido en Israel, Benjamín Netanyahu; quien viene agrediendo, asesinando al pueblo palestino, contando con el amparo y la ayuda gringa. Dentro de sus planes ya se registra la muerte del líder del ejército, general Qassem Soleimani y ahora la del científico nuclear Mohsen Fakhrizadeh. Su otro gran plan era acabar y destruir el gobierno legítimo de Venezuela. Derrotar al presidente Nicolás Maduro que fue elegido por su pueblo, contando para ello con una oposición irracional, turística y boba Este pornográfico, fue un presidente que pensó que dirigía un hotel, una pequeña empresa, se ufanó que con su lucha derrotaría, en muy poco tiempo a Cuba, Bolivia, Corea del Norte, Nicaragua, Venezuela, Irán y Siria. Gobiernos según él de orientación comunista. Terminará su mandato siendo un presidente que no invadió, o no generó una guerra abierta a otro país, algo no típico en los presidentes estadounidenses quienes tiene la gloria de invadir países en el nombre de la democracia y con el permiso de Dios. Es evidente, duró cuatro años en el poder, pero nunca leyó un libro, fue muy mal asesorado y no entendió la realidad de América Latina. Su hija, por el contrario, artífice en el derrocamiento del presidente Evo Morales, hizo negocios sucios en Bolivia, tiene ahora una compañía de litio, siendo asesorada por Tuto Quiroga, Añez y lo más nefasto de la derecha boliviana. No estamos satisfechos, no estamos alegres con su derrota, lamentamos que su ceguera no le ayudó a entender un país noble y guerrero como Venezuela. Fiel proveedor de petróleo, desde hace años, lo que hizo fue robarse CITGO, con la ayuda de traidores a la patria de Bolívar. Por supuesto, es reconocido como la máxima expresión de sabiduría para el gobierno colombiano, donde se produce el 70% de la cocaína del mundo y, claro una satisfacción para los carteles gringos donde se consume el 90% de esa producción. Su osadía fue que pudo unir al primer productor de cocaína, con el primer consumidor. Venezuela y sus aliados, muchos países del mundo, están molestos debido a que es difícil entender como un presidente comerciante, como este hombre anaranjado, apoya y destina millones de dólares a un estafador en Venezuela, el tal autonombrado: White dog, quien siendo un simple vendedor, en una tienda de aparatos eléctricos, se ha convertido en un hombre lujurioso, adinerado y vulgar contrabandista. Es importante destacar que con su triunfo Trump abrió las compuertas para romper la hegemonía gringa. Trump derrotó conservadores de renombre y acabó con demócratas de postín. De ahí que se pensaba que su política podría cambiar y convertir a Estados Unidos en un país ejemplo, un país donde se respetaran los derechos humanos y en especial el Derecho Internacional. Sin embargo, como analfabeta funcional, se volvió un loco y la historia lo juzgará como el peor, de los peores presidentes en Estados Unidos. Su símil un payaso de mala monta en Venezuela, un tal White dog. Su pésima gestión, será recordada en América, mañana lo estudiaremos como el gestor y vulgar enterrador de la OEA. No queremos decir que estamos contentos con el triunfo de Joe Biden. Del estudio que hacemos de este nuevo jerarca, sabemos que apoyó la invasión de Irak, cuando existían elementos que demostraban las mentiras con que actuaba Bush, Tony Blair y Aznar y otros gobernantes serviles a la política del imperio. Como vicepresidente de Obama es quien se encarga de asesorar y manejar el decreto por el cual Venezuela pasa a ser una amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad de Estados Unidos. Su labor lo lleva a asumir el crimen contra Libia, el ataque contra Siria y las masacres cometidas contra el pueblo de Irak, Yemen, Afganistán y otros pueblos que han sufrido la ceguera del imperialismo. Sabemos de su postura guerrerista e invasora, conocemos varios de sus principales asesores y personajes claves en su gobierno, que debe iniciar el 20 de enero de 2021, casi todos forman parte de la mafia Obama, Hilary Clinton. Su vida familiar es trágica, su esposa e hija murieron en un accidente de tránsito y su hijo, ya adulto de un cáncer. Es el presidente más viejo que asume el mando en ese inmenso país. Se evidencia que presenta graves problemas de salud. Solo resta confiar que este año 2020, sea un año de reflexión y la pandemia pueda hacer cambiar. A partir de ahora se abren las compuertas para saber si existen seres racionales en este nuevo gobierno, que permitan nuevas relaciones diplomáticas entre Venezuela y el imperio. Sin embargo, es necesario mantener los ojos abiertos y continuar con políticas de unión y cooperación con países solidarios. Ahora más que nunca, es urgente la alianza con China, Rusia, India, Irán y todos los países hermanos que luchan contra el poder del hegemón. De todas formas, aún pensamos que existen rasgos de virtud en esta cuerda de canallas, no olvidemos que fue elegida una vice presidenta que es diferente a ellos, una mujer con una cosmovisión que puede generar vínculos de intercambios, de respeto y de integración. Esperemos que esto pueda funcionar, creemos ha superado el pasado donde laboró con personajes siniestros. Importante destacar que en Estados Unidos hay mucha gente rebelde, intelectuales de altura, críticos de los crímenes que se cometen a diario, pueblo consciente, de modo que hay esperanzas de cambio. Mucha gente sabe que no puede haber democracia en un país donde solo imperan solo dos partidos políticos. Este país será grande cuando de sus entrañas salgan las nuevas luces que den vida a una nueva realidad. La posibilidad de una Asamblea Nacional Constituyente sigue siendo el grito desesperados de millones que claman por una nueva Constitución. Joe Biden debe reflexionar, no puede seguir contando con amigos estafadores como Iván Duque, el payaso de circo que maneja Colombia teniendo detrás de él, un asesino que determina su camino. Es imposible confiar en Sebastián Piñera, un comerciante que se jacta de asesinar y destruir un Chile combatiente. Biden debe romper con el tal Lenin Moreno un mentiroso contumaz, quien se distinguió por enriquecer su familia y destruir lo alcanzado por el presidente Rafael Correa. América cambia día a día, es aquí donde el nuevo gobernante debe asumir su visión, hay tiempo deben reflexionar y sin duda su corto tiempo en el poder lo puede llevar a ser considerado un gran presidente y será ahora, Kamala Harris, la primera vicepresidenta negra y de ascendencia asiática, quien asuma el real control del poder. Con luz y entendimiento, esta mujer puede encender el camino para un nuevo amanecer. Que Estados Unidos cambie es el reto que exigimos desde todos los rincones de América. |