El Nuevo Orden Mundial (NOM) es el plan diseñado por un grupo de seres oscuros, con gran poder económico mundial y político, para instaurar un gobierno único, burocrático, elitesco y plutocrático a nivel mundial; es decir, es una forma de gobierno oligárquico que se quiere imponer con las clases altas, gobernada por una minoría rica, los pobres sus esclavos y los políticos sus pigmeos o títeres. No habría necesidad de elecciones, porque entre ellos mismos se elegirían para gobernar al mundo, ya no necesitarían de sus marionetas presidentes porque además de ser un obstáculo para avanzar en sus planes, muchos de ellos son torpes para los objetivos macabros de sus amos. No tendríamos los pobres, ni la clase media, ni ningún país del mundo poder de decisión sobre nuestras vidas. Hay pruebas de cambios drásticos en las ideologías políticas y en el equilibrio de poderes. El primer uso de esta expresión aparece en el documento de Catorce Puntos del presidente de EE.UU. Woodrow Wilson, después de la II Guerra Mundial, para conformar la Sociedad de las Naciones, antecesora de la ONU. No obstante, Hitler había pensado que la hegemonía en el mundo sería decidida por Europa por la posesión del espacio ruso, ya que siendo los amos de este continente tendrían la posición dominante del mundo. Mientras tanto, por el otro lado del continente, Cordell Hull, Secretario de Estado de EE.UU. expresó que "la dirección hacia un nuevo sistema de relaciones internacionales en el comercio y otros asuntos económicos recaerá en gran medida en EE.UU., a causa de su gran fuerza económica". La derrota del nacismo por la U.R.S.S., definieron el curso de la guerra. Una guerra compartida entre las potencias emergentes, los EE.UU. y la misma Unión Soviética; luego vendría la reconstrucción de Europa. La poca exposición a la guerra dejó casi inmune las grandes capacidades industriales, agrícolas y financieras de los EE.UU., lo que dejaba al imperio casi que con la única capacidad financiera de ayudar a sus competidores capitalistas, deprimidos económicamente, dando paso así al Plan Marshall y junto a éste un Nuevo Orden Mundial Capitalista, regido por EE.UU., con su moneda el dólar como medio de pago, respaldado por su poderío y sobre los cadáveres de 80 millones de personas, ocho veces más víctimas que la I Guerra Mundial. El NOM es utilizado por una élite internacional secreta dedicada a la destrucción de todos los gobiernos independientes, pero en realidad el peligro es la élite globalista conocido como el Grupo Bilderberg.
El Nuevo Orden Mundial es el asesino de la humanidad, su élite burocrática de ultramillonarios retorcidos tienen planes tétricos para acabar con ella. A raíz del crecimiento vertiginoso de la población mundial y con ello de la hambruna más la falta de agua potable, porque no hay plan humanista para atender a la población, este poder oscuro trata de reducir a la población mundial para disminuir el peso de la carga económica de los países ricos, por cuanto tienen que sostener una población senil; así como frenar el nacimiento de la población infantil, a los fines de resolver los déficits presupuestarios de las grandes potencias, de la escasez de alimento y de agua que se avecinan. En esta misma línea hay otra agenda como el apoyo a la destrucción a la familia, alentando el matrimonio del mismo sexo para crear familias infértiles o la no concepción de hijos, o adopción de niños, bajo la idea de una sociedad moderna que "apoya los derechos" de todos los movimientos sexuales. Otro objetivo es el reducir a la población mayor de 70 años a través de un sistema silencioso y encubierto de exterminio científico, mediante supuestas vacunas o medicamentos que aunque se venden para una determinada enfermedad en el fondo tienen otros propósitos de exterminio. Esto ocurre además, porque algunos países no tienen seguridad social para proteger o garantizar una salud óptima a sus ciudadanos. En este orden de ideas, el NOM crea y elabora virus, bacterias, armas bacteriológicas, para exterminar a la población especialmente en países vulnerables cuyas tasas de crecimiento son incontrolables. A los fines de prevenir el caos a futuro, el NOM juega todas las cartas: los conflictos bélicos, las guerras entre países, incluyendo las no convencionales, las de IV Generación y la psicológica, sino que también el uso de armas químicas y bacteriológicas, que se pueden crear en cualquier laboratorio y expandirse en la población para luego crear su antídoto o más bien su veneno que en este caso podría generar dos efectos: controlar al humanoide o asesinarlo.
En este sentido, no quedan dudas de que se está utilizando a la pandemia del COVID-19 para crear un gobierno mundial único, con el poder de una élite de desadaptados multimillonarios para ello se presta la misma Naciones Unidas, pues en marzo de 2020 el proyecto del NOM de las Naciones Unidas (NOMNU, o en inglés UNNWO), anunció su campaña anual del Día Internacional de la Felicidad para combatir el COVID19: "hacemos un llamado a las 7.800 millones de personas, a las 206 naciones y territorios del planeta, para que se unan de manera solidaria y firme en la lucha contra el COVID19". Bill Gates, financiador de la OMS, flamante millonario, tiene la intención de vacunar a la población mundial, así como rastrear y monitorear a las personas a través de la vigilancia digital. Rockeffeller, otro millonario, también apoya el seguimiento masivo de las personas, ambos bajo la excusa de "detener la pandemia". La riqueza de estos señores, junto a la de otros cinco millonarios más ricos del mundo es mucho mayor hoy de lo que el gobierno federal pagó a más de 150 millones de personas en los EE.UU. Los sucios, quise decir los socios de este NOM, con el apoyo inmoral de la ONU y de la OMS, exigirán el pasaporte de vacunación para que los ciudadanos del mundo puedan movilizarse. Usted amigo lector que aún cree en las bondades del sistema capitalista conducido por estos psicópatas, no podrá hacer nada, ni ir al cine o al supermercado, o ser contratado por una empresa, si no certifica que está vacunado. El pasaporte de la vacuna será la moneda de cambio en el mundo. A la larga, la inmunidad del virus garantizará el "desarrollo o atraso de un país", según las políticas protocolares que establecerá la OMS. La vacuna será el chip que utilizarán para controlarnos. El derecho a rechazar una vacuna puede estar en peligro si la OMS dictamina que es para el bien de la humanidad. A medida que los multimillonarios se benefician de la pandemia.
Esta guerra silenciosa con que nos atemoriza el NOM no podrá ser derrotada si la humanidad tiene miedo, si sigue bajo su control psicológico y si los demás pueblos del mundo no se unen. Los países bolivarianos y socialistas deben formar una coalición, una alianza, para defender los DD.HH. universales del hombre, refutar las políticas sancionatorias del imperio; frenar el uso de las guerras bacteriológicas contra la humanidad; educando a su población, enseñándoles a desaprender lo aprendido por un sistema burgués salvaje, guiarlos hacia un modo de vida más humano en conexión con la naturaleza, con la madre tierra, respetando a tu hermano. El tapabocas o mascarilla fue la excusa para tenernos silenciados —ojo no incentivo no usarlo, porque el virus existe y es "por ahora" el instrumento que nos protege—. Hoy más que nunca debemos estar despiertos, en conexión con los espíritus o guías de luz que nos alertan sobre este holocausto contra la humanidad. Estar claros que existe una fuerza o tríada oscura que quiere controlar al hombre y para ello es necesario tener conciencia clara de lo que nos ocultan; tener una formación socialista contundente (aquí no puede haber izquierdistas light, ni aparentarlo, es necesario serlo) para que podamos enrumbar las transformaciones necesarias hacia un Nuevo Orden Mundial Humanista (NOMH), no capitalista.