En los últimos meses (2020-2021) se han multiplicado las noticias sobre las tensas relaciones de Estados Unidos y sus aliados con China, Rusia, Irán y sus "amigos"; sanciones que van y vienen, bloqueos, amenazas y chantajes de todo tipo, acusaciones de espionaje, boicots, expulsión de diplomáticos, intensificación de entrenamientos militares conjuntos, provocaciones de diversa índole y combates por ahora relativamente esporádicos y limitados en lo geográfico, forman parte de la cotidianidad global de nuestros días, en medio de la pandemia por COVID-19 y la consecuente crisis económica que ha dejado en muy mala situación a prácticamente todas las naciones del orbe. Se puede afirmar a estas alturas, que estamos en presencia de una especie de guerra mundial, si bien en su forma convencional aún no tiene ni la intensidad suficiente ni el alcance planetario de una confrontación al estilo de los dos grandes conflictos bélicos del siglo XX.
Guerra sin duda alguna provocada por Estados Unidos y algunos de sus socios, como Israel y Colombia, afectados notablemente por la crisis sanitaria y económica, en el contexto de la progresiva decadencia estadounidense y el creciente poderío de China y Rusia, que han salido casi indemnes de la actual emergencia, e incluso el país asiático ha tenido un crecimiento positivo. Para Estados Unidos parece un conflicto necesario en el sentido que sólo así podría perjudicar de alguna forma a China y Rusia, y de esta manera intentar detener el vertiginoso ascenso al liderazgo mundial de estas dos naciones y evitar la consolidación de un nuevo orden en el planeta sin el protagonismo norteamericano. Además, la guerra como tal ha sido un buen negocio para entidades político-territoriales poderosas por aspectos como los siguientes: a) Las elevadas ganancias de la industria armamentística y compañías conexas por la venta de armas ofensivas y defensivas, b) las múltiples inversiones post-guerra realizadas por algunas corporaciones en las zonas más afectadas, destinadas a la reconstrucción; c) los altos préstamos que se han visto obligados a solicitar numerosos países luego de su destrucción casi total o parcial. Considérese, por ejemplo, que tras la depresión económica de finales de la década de 1920 y primera parte de la de 1930, llegó la II guerra mundial como reimpulso para la economía estadounidense y catapultó a Estados Unidos como la nación más poderosa del globo, exitosa en primer lugar gracias a la ruina de Europa occidental y la implementación del famoso Plan Marshall.
Ahora bien, el mundo cambió mucho, Estados Unidos ya no es la potencia hegemónica de años atrás, hay una gran conflictividad social y racial interna, al dólar le queda poco como referente monetario orbital, y China y Rusia han tenido un impresionante desarrollo variopinto en las últimas décadas, hasta el punto que su influencia global es abrumadora y le disputan con firmeza el liderazgo internacional a los norteamericanos. En este contexto Estados Unidos intenta arrastrar a la humanidad a lo que podría llamarse la III guerra mundial, haciendo todo lo posible por aglutinar la mayor cantidad de países en todos los continentes para enfrentar de lleno a China, Rusia, Irán, Venezuela y otras naciones "terroristas" y "comunistas", en nombre, por supuesto, de la mejor excusa que han tenido las élites estadounidenses y los lobbies internos y externos para que el águila imperial inicie guerras o participe en ellas: la defensa de la democracia, de la paz, de la libertad y de la seguridad en territorio norteamericano y en los rincones de la Tierra importantes para los intereses de Estados Unidos.
Evidentemente los rusos, los chinos y los iraníes, por ejemplo, han respondido de distintas maneras a las continuas amenazas, provocaciones, sanciones y otras acciones prebélicas y bélicas en diversos ámbitos, dirigidas obviamente por Estados Unidos. Como consecuencia parcial, no se hicieron esperar los enfrentamientos militares entre los aliados del gigante asiático y la nación rusa, y los "amigos" de los norteamericanos, por ahora relativamente esporádicos y limitados en lo geográfico, pero que pueden escalar hasta una gran guerra global. Que esto último suceda dependerá en buena medida de como acepte Estados Unidos su destino en el marco del nuevo orden mundial en ciernes. Ahora bien, con o sin guerra todo parece indicar que el fin de Estados Unidos como potencia es inminente, y que China y Rusia liderarán al mundo en las próximas décadas. Y la comunidad internacional tendría que aceptar este nuevo orden, salvo que una enorme destrucción por un conflicto bélico fuera de control depare un futuro caótico, difícil de pronosticar.
A continuación, una muestra noticiosa de la notable tensión entre Estados Unidos, sus aliados y la contraparte chino-rusa, que deja entrever un panorama sangriento-sombrío en todo el planeta en los próximos años:
"La marina china ordenó este viernes (05.02.2021) a un barco de guerra estadounidense salir de una zona disputada en el mar de China, anunció el gobierno, en lo que es la primera misión de este tipo bajo la nueva administración del presidente Joe Biden (…) El destroyer USS John S. McCain ‘se introdujo en aguas territoriales de las islas Xisha sin autorización’, indicó el Ejército chino en referencia a las comúnmente llamadas islas Paracelso, archipiélago de pequeñas islas coralinas. ‘Las fuerzas navales y aéreas siguieron de cerca la situación y dieron la orden (al barco) de salir de la zona’, agregó. Asimismo, el Ejército fustigó a Estados Unidos por haber ‘violado gravemente la soberanía de China’ y ‘atentar contra la paz regional’". https://www.dw.com/es/china-ordena-a-barco-de-guerra-de-ee-uu-salir-de-aguas-disputadas/a-56475124
"El presidente de Estados Unidos Joe Biden y el primer ministro de Japón, Yoshihide Suga mostraron la alianza entre sus dos países y su determinación compartida de hacer frente a los ‘desafíos’ que plantea China, al reunirse el viernes (16.04.2021) en la Casa Blanca. ‘Estamos comprometidos a trabajar juntos para abordar los desafíos que plantea China en temas como el Mar del Este de China, el Mar de China Meridional y también Corea del Norte’, indicó Biden en una rueda de prensa conjunta con el primer ministro japonés, Yoshihide Suga, el primer dignatario extranjero en ser recibido en la Casa Blanca. Por su parte, Suga aseguró que ambos países iban a oponerse a ‘cualquier intento’ de Pekín de ‘cambiar el status quo por la fuerza o por intimidación en el Mar de China Meridional y del Este’. El primer ministro japonés también reafirmó que el tratado de seguridad entre Estados Unidos y Japón enmarca al archipiélago de Senkaku,un territorio que China denomina como Diaoyu y donde hay una creciente actividad de Pekín. Al parecer, Biden consiguió además que el primer ministro japonés abandonara su reticencia a criticar a China por sus acciones en Taiwán y en Xianjiang, un paso más en su pulso estratégico con Pekín. Suga se convirtió en el primer líder al que Biden recibe en persona desde que llegó al poder en enero, en una muestra del interés de Washington de reforzar sus alianzas tradicionales en Asia para contrarrestar la pujanza de China" https://www.dw.com/es/eeuu-y-jap%C3%B3n-exhiben-su-alianza-ante-los-desaf%C3%ADos-de-china/a-57234642 "
Agencia EFE El asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, advirtió este domingo a Rusia que habrá consecuencias si el opositor ruso Alexéi Navalni muere, a raíz de las denuncias de que su salud se está deteriorando en prisión. En una entrevista con la cadena de televisión CNN, Sullivan dijo que el Gobierno estadounidense ha trasmitido a Moscú que ‘lo que pase al señor Navalni mientras esté bajo su custodia es su responsabilidad y tendrán que rendir cuentas ante la comunidad internacional’. Sullivan no precisó qué tipo de acción podría adoptar EE.UU. y sus aliados si el opositor falleciera y se limitó a decir que están analizando un abanico de opciones. ‘No voy a telegrafiar eso públicamente en este momento, pero hemos transmitido (a Moscú) que habrá repercusiones si el señor Navalni muere’, indicó. En ese sentido, se mostró partidario de abordar este tema en privado y a través de canales diplomáticos al mayor nivel con el Ejecutivo ruso (…) La tensión entre EE.UU. y Rusia se ha elevado esta semana después de que Washington impusiera una batería de sanciones empresas e individuos rusos, además de expulsar a diez diplomáticos de ese país, tras acusar a Moscú de ciberespionaje y de injerencia en las elecciones estadounidenses de 2020, entre otros. En represalia, Rusia reaccionó el viernes con la expulsión de diez diplomáticos estadounidenses, sanciones por injerencia en sus asuntos y una lista negra de altos funcionarios" https://www.msn.com/es-ve/noticias/mundo/eeuu-advierte-a-rusia-que-habr%c3%a1-consecuencias-si-navalni-muere/ar-BB1fMJza?ocid=iehp&li=AAgh0dF
"El gasoducto más controvertido para la geopolítica mundial pasa por las gélidas aguas del Báltico. En ese mar interior de agua salobre, cerca de la isla danesa de Bornholm, trabaja el barco ruso de tendido de tuberías Fortuna para acabar de construir la línea troncal de Nord Stream 2. Quedan solo 138 kilómetros por completar; el 6% del total. Pero la polémica no cesa. El macroproyecto, que llevará gas ruso a Alemania, continúa dividiendo a la Unión Europea, donde los países del Este temen que se convierta en otro tentáculo de la influencia de Moscú. Mientras, sobrevuela la idea de nuevas sanciones de Estados Unidos, que también tiene sus propios intereses estratégicos y comerciales, contra las empresas que participan en el gasoducto (…) El Nord Stream 2 ‘es un golpe a Europa’ al servicio de la ‘agresiva política’ de Moscú, ha dicho el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki: ‘Fortalece el poder de Rusia, ayuda al presidente Putin a construir un poder militar y a intimidar a otras naciones’. Polonia, Eslovaquia (que además perderían ingresos por los derechos de tránsito) y los países bálticos han encabezado la oposición dentro de la UE contra el Nord Stream 2 y alertan de que el gasoducto es un intento de Putin de socavar la unidad europea. Frente a quienes afirman que es solo un proyecto económico, alertan de que el gasoducto choca con la postura de aislar a Rusia por la injerencia en otros países, anexionarse la península ucrania de Crimea y participar en el conflicto del Donbás, donde apoya militar y políticamente a los rebeldes prorrusos, por su participación en Siria y por el envenenamiento no solo del opositor Navalni sino también del exespía ruso Serguéi Skripal en suelo británico en 2018 (…) Washington centra su oposición —bipartidista— al proyecto en la defensa de la posición de Ucrania y con el argumento de que el gasoducto aumentará la dependencia europea del gas ruso y expandirá la influencia del Kremlin. Pero no son pocos los analistas que señalan que Estados Unidos defiende también sus propios intereses en la venta de su gas procedente de la fracturación hidráulica (fracking) a Europa. ‘Gas de la libertad’ lo llegó a llamar Trump. Este año, Washington ha expandido, además, su política de sanciones a las aseguradoras, certificadoras y cualquier empresa que realice ‘actividades de tendido de tuberías’". https://elpais.com/internacional/2021-03-28/el-gasoducto-nord-stream-2-amplia-la-pugna-entre-rusia-y-occidente.html