El sueño de la apertura, de hacer un "pequeño planeta" sin fronteras

"El mundo de hoy Estados Unidos es un mundo de lucha entre la razón y la demencia, la moral y el salvajismo, la vida y la muerte. La política de fuerza debe sustituirse por los valores humanitarios y las relaciones equitativas, inconcebibles sin respetar los intereses de cada pueblo, su derecho a elegir el camino que le plazca, a conservar su idiosincrasia".

En la ideología y la esfera moral, el cometido es desarrollar con criterios creadores. Dicho con otras palabras, es necesario dar un giro decisivo, tanto en nuestra labor como en la conciencia del pueblo, en la psicología humana y en su actitud hacia el trabajo. Y este giro debe ser verdaderamente revolucionario.

—Las naciones de Occidente desde Bering hasta la Patagonia: Millones de parados, de personas sin hogar, de mendigos, quienes sufren palizas de la Policía y son objeto de persecución judicial; cuyos derechos civiles y dignidad humana son objeto de indignante discriminación racial; a que también nos oigan los sindicatos, a los cuales se les priva del derecho a defender a sus miembros, atentando así contra la función misma de aquellos; a que nos oigan los trabajadores que no pueden participar en la de la empresa con la cual está relacionada toda su vida. La nación que desdeña su historia pone en tela de juicio su porvenir.

El entendimiento mutuo y la confianza deben sustituir a miedo y a los recelos: La desconfianza, el miedo y los recelos entre los países y entre los pueblos deforman la percepción del mundo real, engendran la tensión y, al fin y al cabo, perjudican a toda la comunidad internacional. Es necesario establecer un nuevo orden internacional que asegure la justicia económica y la seguridad política igual para todos los Estados.

Mientras los analistas se pelean por entender el dilema de Davos, un nuevo consenso está emergiendo. No se trata de que el mercado se haya hecho inmune a la inestabilidad, al menos, no exactamente. De lo que se trata es de que un constante flujo de desastres es ahora tan esperado que el siempre adaptable mercado ha cambiado para adaptarse a este nuevo "statu quo": la inestabilidad es la nueva estabilidad. En debates acerca de este fenómeno económico después del 11-S. Sin una historia, somos intensamente vulnerables frente a aquellos dispuestos a aprovechar del caos para su propio beneficio; muchos vulnerables después de aquel 11 de septiembre. Tan pronto como disponemos de una nueva historia, una nueva forma de entender la realidad, que nos ofrece una perspectiva acerca de esos brutales acontecimientos, recuperamos nuestro sentido de la orientación y el mundo vuelve a ser comprensible.

Los manuales de la CIA destacan la importancia de separar los grupos sociales más numerosos. Una vez se descubren y se entienden los mecanismos de la doctrina del shock, profunda y colectivamente, es más difícil atacar por sorpresa a las comunidades como un todo, resulta más complicado confundirlas; se vuelven resistentes al shock. La variante intensamente violenta del capitalismo del desastre que ha enraizado en nuestras vidas desde el 11 de septiembre surgió en parte porque los shock de menor grado, como las crisis de endeudamiento, las caídas de divisas, o la amenaza de quedarse atrás en el camino "de la historia", habían perdido gran parte de su efecto, sobre todo debido a su excesiva utilización. Y sin embargo hoy en día, incluso los shocks cataclísmicos causados por las guerras o los desastres naturales conllevan siempre el nivel de desorientación necesario para imponer medidas no deseadas de shock económico. Ya se sabe cómo funcionan.

—Pero también es justa otra cosa: quien no piensa en el mañana desvaloriza las mejores páginas de su pasado. Afrontemos los problemas actuales de modo quienes vivimos en el siglo XXI podamos valorar debidamente el pensamiento político.

¡La Lucha sigue!



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Manuel Taibo


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