Que el candidato Gustavo Petro haya ganado la primera vuelta en las recientes presidenciales celebradas en Colombia no parece una sorpresa para la mayoría.
Que el candidato del uribismo, Federico Gutiérrez (Fico) haya quedado relegado como la tercera opción del electorado tampoco parece sorprendente después de haber vivido los duros meses de protesta social que dejaron claro que buena parte de la sociedad colombiana está decidida a relegar al uribismo como parte de un trágico y nefasto pasado en su historia política más reciente.
Pero que el candidato que en las próximas semanas ira a la segunda vuelta contra Petro sea Rodolfo Hernández, un político señalado de populista que ha confesado públicamente su admiración por Adolf Hitler si puede considerarse una sorpresa.
Que esta candidatura haya conquistado el 28% de los votos escrutados en la primera vuelta y que según muchos análisis lo convierten en una opción seria para evitar que la izquierda llegue al poder en Colombia, indican que no es cuento eso que algunos intentando emular al mismo Marx vienen repitiendo sobre "un fantasma que recorre el mundo", el fantasma del fascismo nazi que muchos creíamos muerto y enterrado.
El nazismo no solo está vivo e intenta renacer en Ucrania y en parte de remotos territorios europeos, sino que aquí mismo en las tierras en las que Bolívar derroto y echo al imperio más poderoso de su época también tiene sus acólitos y seguidores, como bien se ha atrevido a expresarlo este político colombiano que hoy disputa la primera magistratura.
Pero no será esta faceta del candidato Hernández la que más difundirá la prensa y los medios, al menos los interesados en hacerle frente a Petro y a seguir en el empeño que cualquier otra opción es mejor que la del "comunista comeniño" Petro. Basta leer un extracto de la reseña periodística del New York Times para ver cómo se edulcora la figura de la opción que enfrentara a Petro el 19 de junio.
"(Rodolfo) Hernández, quien era relativamente desconocido hasta hace unas pocas semanas, se presentó a los votantes como un candidato anticorrupción, y propuso recompensar a los ciudadanos por denunciar actos de corrupción y nombrar a colombianos que ya residen en el exterior en posiciones diplomáticas, lo que él dice que ahorrará en gastos de viaje y otros costos, además de prohibir festejos innecesarios en las embajadas" (1)
Y ya veremos mas declaraciones y alianzas entre esa derecha conservadora que intentara por cualquier medio frenar la llegada de Gustavo Petro a Nariño. Sin dejar de lado "opciones sobre la mesa" como las que Trump discutió para salir del Presidente de Venezuela Nicolás Maduro, como ya se ha divulgado al público en general.
Como leíamos recientemente en comentario de un izquierdista verdadero sobre Petro, en Venezuela no podemos esperar mucho de la llegada de Petro a la Presidencia, pero ya salir del uribismo en Colombia es un progreso indudable para la región. El pueblo colombiano deberá escoger la vía para salir de laberinto y la tragedia en la que lo ha sumido el uribismo y sus políticas durante estos años terribles.
(1) https://www.nytimes.com/es/2022/05/29/espanol/resultados-colombia-eleccion-2022.html