«Desde la primera ola progresista la gente ya tiene cómo comparar y por eso la restauración conservadora que nosotros detectamos en el 2014, la bautizamos de esa forma, está muriendo más rápido de lo que le tomó nacer porque ya la gente puede comparar», comentó: El expresidente ecuatoriano Rafael Correa.
El líder de la Revolución Ciudadana reiteró que el presidente Lasso es parte del problema de la situación que vive el país, no de la solución.
El líder del movimiento Revolución Ciudadana, el expresidente ecuatoriano Rafael Correa, aseveró este jueves que la victoria alcanzada en los comicios del pasado 5 de febrero es un punto de partida para recuperar al país.
Durante una entrevista en el programa En Clave Política, transmitido por teleSUR, el exmandatario expresó su inmensa satisfacción por la victoria contundente en los comicios.
«Se han ganado unas elecciones contundentemente en condiciones extremadamente adversas, es muy significativa, pero es un punto de partida, no un punto de llegada y tenemos que recuperar el poder central porque hay problemas que dependen del Gobierno central, no de los Gobiernos seccionales, como la inseguridad, la política económica y enrumbar nuevamente al Ecuador en esa ruta hacia el buen vivir que tuvo indudablemente del 2007 al 2017», dijo.
Acotó que «se ganan elecciones como un medio para el bien común, para sacar el país de la miseria, para acabar con la pobreza, con la desigualdad, para alcanzar el buen vivir».
Además, afirmó que pese a la situación que vive el país, «no lograron destruir la esperanza, un paso importantísimo el 5 de febrero y el primer paso para volver a ser patria».
Correa considera que lo ocurrido el pasado domingo fue «un punto de quiebre» y que puede verse como una reivindicación de todos los dirigentes de Revolución Ciudadana que «hemos sido perseguidos, denostados, calumniados, difamados durante cinco o seis años (…) y la respuesta contundente del pueblo ecuatoriano es apoyamos a Rafael Correa, apoyamos la Revolución Ciudadana, los corruptos siempre fueron ustedes».
«Pese a seis años de difamación, casi inmediatamente después de la traición de (Lenin) Moreno, volvimos a ser la principal fuerza política, pero hemos luchado en cancha inclinada, árbitro vendido, público en contra, pelota cuadrada. Sin embargo, no pudieron impedir esta importantísima contundente victoria el domingo pasado, que sinceramente fue mucho más allá de nuestras expectativas», recalcó.
Asimismo, reiteró que «tener la mano limpia, la conciencia tranquila, te da la fortaleza para seguir luchando».
Por otro lado, Correa aseguró que el presidente ecuatoriano Guillermo Lasso «es parte del problema, no de la solución».
«La solución pasa por cambiar un Gobierno, el Gobierno de Lasso, autor y al inicio cómplice del desastre que vivimos y hay mecanismos, a diferencia de antes del 2008, antes de la nueva Constitución. Con la nueva Constitución hay mecanismos precisamente para evitar, para resolver estos problemas; constitucionales, democráticos y pacíficos para lograr aquello».
Al respecto, manifestó que, en su opinión, lo más conveniente y sano para el país sería llamar a elecciones anticipadas, lo que permitiría «resolver democrática, constitucional, pacíficamente, el grave problema que vivimos (…) un Gobierno inexistente».
- Ola progresista en América Latina -
Con respecto a la nueva ola progresista en la región, el expresidente Correa comentó «que lleguen gobiernos progresistas o que fuerzas progresistas sean las dominantes en los diferentes países pues se tiene una visión de largo plazo, una visión integral y esa visión implica la integración latinoamericana que tarde o temprano tendrá que llegar».
También aclaró que la nueva ola progresista no es independiente a la primera, sino su consecuencia, lo que permite a las personas comparar. «Ecuador lo dejamos como el segundo país más seguro de América Latina, se sentía la seguridad, pero antes no era así», rememoró.
El exjefe de Estado reafirmó que la nueva izquierda latinoamericana está desafiando el sistema. «Hay que proponer cosas nuevas, mucho más sensatas, más acordes a la realidad. Por ejemplo, el progresismo hace énfasis en la justicia en el continente más inequitativo del planeta», expresó.
«Desde la primera ola progresista la gente ya tiene cómo comparar y por eso la restauración conservadora que nosotros detectamos en el 2014, la bautizamos de esa forma, está muriendo más rápido de lo que le tomó nacer porque ya la gente puede comparar», comentó.
Igualmente, enfatizó que es necesario «analizar un poco más a profundidad, tal vez nos falta concienciar a la gente, pero no todo se puede hacer desde el Gobierno, también es la dirigencia, las organizaciones sociales, el sistema educativo que tienen que tener un poco más de pensamiento crítico, porque hay muchos factores más».
-El ex presidente Correa tuiteó que «un gran acuerdo nacional pasa por adelantar las elecciones». ¿Coincide?
-En este momento, quien tiene la sartén por el mango es el gobierno: si hace un quiebre y lleva por otro rumbo la situación económica, política y social, habrá un resultado diferente. Sino la situación va a empeorar y esto nos va a llevar a una profundización de la crisis. Rafael Correa hablaba de un adelanto de elecciones; en la Asamblea Nacional se está discutiendo la «muerte cruzada» (N. de la R.: una facultad constitucional que permite anticipar elecciones mediante la disolución del poder legislativo). La postura de Revolución Ciudadana es que la salida a esta crisis siempre tiene que ser democrática.
-¿Qué imagen tiene hoy en Ecuador un ex presidente como Correa que está asilado en Bélgica?
-Todos los estudios de opinión recogen que Rafael Correa es el político con mayor prestigio y prestancia en este momento en Ecuador. Y esto es increíble. Rafael está ya más de cinco años fuera del país, se le quitó hasta la posibilidad de comunicarse vía Facebook con el pueblo ecuatoriano, su único mecanismo de comunicación es Twitter y a pesar de eso, está muy presente por una simple razón: porque las obras de Revolución Ciudadana se sembraron en el corazón de la gente. En esta campaña nos han repetido mil veces: que vuelva Correa.
-Estamos lejos de 2025, pero uno podría pensar que Revolución Ciudadana debe ampliar su base electoral si quiere ir por la presidencia sin pasar sobresaltos.
-Creo que las condiciones al día de hoy son muy favorables hacia el futuro. Va a depender mucho de cómo administremos este triunfo. Sin duda tenemos que lograr ampliar la base de apoyo hacia otros sectores que busquen lo mismo: que el país salga adelante. Tenemos que seguir trabajando en la clase media, o el sector indígena sobre todo en la zona centro del país. Sin duda no podemos dejar de pensar en clave política pero en este momento, frente al dolor de la gente, nuestra mayor responsabilidad es cuidarla. Eso es volver a tener patria.